Mensaje de bienvenida al inicio de los trabajos de la Asamblea Eclesial Mons. Miguel Cabrejos: Asamblea Eclesial, “fortalecer el discernimiento en común de toda la Iglesia”
“Hacer un alto en el camino para realizar un análisis y discernimiento serios sobre la misión pastoral del Celam”
“Seguir descubriendo los nuevos caminos para el seguimiento del Señor en América Latina y el Caribe”
Hacer presente “toda la diversidad eclesial a la que queremos regresar como parte de este proceso”
Pidió para los asambleístas “el don de la escucha: escucha de Dios, hasta escuchar con él el clamor del pueblo; escucha del pueblo, hasta respirar en él la voluntad a la que Dios nos llama”
Hacer presente “toda la diversidad eclesial a la que queremos regresar como parte de este proceso”
Pidió para los asambleístas “el don de la escucha: escucha de Dios, hasta escuchar con él el clamor del pueblo; escucha del pueblo, hasta respirar en él la voluntad a la que Dios nos llama”
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
“Agradeciendo una vez más al Dios de la vida y a Nuestra Madre María de Guadalupe, así como a tantas personas que han hecho posible este encuentro virtual y presencial”. Así comenzaba Mons. Miguel Cabrejos su mensaje de bienvenida de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe. El presidente del Celam no se olvidaba del Papa Francisco, a quien también agradecía “por su cercanía y apoyo permanente”, y así a todos los que de alguna manera participan de este momento.
El arzobispo de Trujillo recordaba las palabras del Papa Francisco en la presentación de la Asamblea, donde insistía en que “esta Asamblea debe estar junto al pueblo”. Según el prelado peruano, “el sucesor de Pedro nos indica un espíritu que nos anima y un itinerario a seguir”, algo que se concreta en el caminar juntos. A la luz del Magisterio Latinoamericano, ve esta Asamblea como “una expresión del modo en que nuestra Iglesia continúa en su compromiso por vivir a plenitud los llamados del Concilio Vaticano II”.
El llamado a la reforma permanente de la Iglesia es algo presente en el Vaticano II, como recordó el presidente del Celam, lo que “se realiza desde la concepción eclesiológica propuesta por el Concilio que concibe a la Iglesia como sacramento universal de salvación (cf LG 1), pueblo de Dios (LG 2), sujeto histórico de la evangelización; todo el Pueblo de Dios anuncia el Evangelio (EG 111-134), por lo que cada bautizado es convocado a ser un protagonista en la misión con un énfasis ministerial (LG 3)”.
Mons. Cabrejos recordó que Aparecida, experiencia eclesial que inspira y acompaña esta Asamblea, “nos llama a todos a ser discípulos misioneros, y a pasar de una ‘pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente misionera’”. Por ello espera “que esta Asamblea sea un instrumento significativo para este fin”. Estamos ante algo nacido en la Asamblea del Celam celebrada en Tegucigalpa en 2019, que dio pie a una renovación y reestructuración pastoral e institucional del Celam.
En su bienvenida expuso algunas directrices para ayudar a comprender el camino de esta Asamblea Eclesial. Así destacó el “hacer un alto en el camino para realizar un análisis y discernimiento serios sobre la misión pastoral del Celam”, buscando animar que “sea una escuela de sinodalidad”. También reestructurarse “para responder a la realidad y ser competentes ante ella”, y finalmente “idear otra estructura pastoral más adecuada”. A partir de ahí ha surgido una actitud de escucha, “con la convicción de que en este ‘kairós’, que es el tiempo propicio de Dios, estamos llamados a escuchar la voz del Espíritu Santo que emana con fuerza desde el santo pueblo fiel”.
La Asamblea Eclesial “está llamada a fortalecer el discernimiento en común de toda la Iglesia”, buscando evangelizar “ante los graves signos de los tiempos de nuestra Región”. También ha insistido en “seguir descubriendo los nuevos caminos para el seguimiento del Señor en América Latina y el Caribe”, todo ello desde “una conversión integral que nos permita colaborar en la tarea de hacer presente el Reino de Jesús, con una especial mirada hacia los que están en las periferias culturales, geográficas, materiales y existenciales”.
El presidente del Celam ha querido hacer presentes a los casi 70 mil participantes del proceso de escucha, base para la elaboración del Documento pare el Discernimiento comunitario. Eso ayudará a hacer presente “toda la diversidad eclesial a la que queremos regresar como parte de este proceso”. Finalmente, recordado la Constitución Apostólica Episcopalis Communio, pidió para los asambleístas “el don de la escucha: escucha de Dios, hasta escuchar con él el clamor del pueblo; escucha del pueblo, hasta respirar en él la voluntad a la que Dios nos llama”.