Comentario al Evangelio del XIII Domingo del Tiempo Ordinario Mons. Ojea: “El cristiano con Jesús tiene que mirar con valentía la realidad”

Mons. Ojea
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“Desde el primer instante de nuestra vida se crea en nosotros la relación más importante de la vida; que es la relación con Dios. Desde el momento que Él nos crea en el vientre de nuestra madre comienza una aventura profunda de relación con Él"

“El cristiano debe ser coherente con este seguimiento de Jesús, debe seguirlo de cerca y radicalmente. No puede tener los pies en distintos platos, porque entonces no hay coherencia”

El Evangelio del XIII Domingo del Tiempo Ordinario fue comentado por Mons. Óscar Ojea recordando que “en este capítulo décimo del Evangelio de Mateo que estamos leyendo en estos domingos, el Señor quiere enseñar a sus apóstoles lo que significa la relación con él y la relación con la comunidad”.

Amar a tu padre y a tu madre

Exigencia de amor

Para explicitar eso, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina citó la frase del texto evangélico donde dice: “El que ama a su padre y a su madre más que a mí no es digno de mí”, insistiendo en que “es clarísimo el Señor en su exigencia de amor”.

Según el obispo de San Isidro, “desde el primer instante de nuestra vida se crea en nosotros la relación más importante de la vida; que es la relación con Dios. Desde el momento que Él nos crea en el vientre de nuestra madre comienza una aventura profunda de relación con Él. Aunque muchas veces sea una presencia ignorada, es una presencia real y Jesús la hace salir a la luz a través de su llamado”.

Una aventura de amor con Dios

“El cristiano que experimenta el llamado y la vocación a ser cristiano en el Bautismo sabe que el sentido total de su vida es una aventura de amor con Él” destacó Mons. Ojea. Para el prelado, “Él es el Creador, Él es el Redentor, Él es el que le da sentido a la vida del ser humano, y desde allí, desde ese amor, amamos más todavía a nuestro padre, a nuestra madre y a nuestra familia. No es que el Señor esté negando el amor a los hermanos y el amor a la familia, el amor a los seres que realmente queremos”. Eso porque nos lo dice el Señor: “Él es el sentido de la vida, él es el que nos ha regalado la primera luz y el primer amor”, resaltó el presidente del episcopado argentino.

Desde ahí hizo ver que “el cristiano debe ser coherente con este seguimiento de Jesús, debe seguirlo de cerca y radicalmente. No puede tener los pies en distintos platos, porque entonces no hay coherencia”. Algo que el mismo Señor expresa: “El que ama su vida la perderá y el que pierde su vida por mí la encontrará”. A eso lo llama Mons. Ojea, coherencia evangélica, afirmando que “la exigencia de Jesús es total”.

Una actitud distinta para con la realidad

Para el obispo argentino, “no podemos ser dobles, no podemos hacernos los distraídos y no hacernos cargo de la realidad. Cuando no escuchamos y no queremos ver aquellas realidades que realmente nos interpelan y frente a las cuales pensamos: ¿Y yo qué voy a hacer? Y, nos cuestionamos porque en el fondo nos desestructuran”. Por eso insiste en que “el cristiano con Jesús tiene que mirar con valentía la realidad y ya el hecho de mirarla y de escucharla hace que se tenga una actitud distinta con respecto a ella”.

Finalmente pidió “que el Señor nos ilumine a amarlo sobre todas las cosas, a que, al elegir a Jesucristo, podamos hacerlo el sentido total de nuestra vida y desde allí vivir un amor apasionado a todos los hermanos, a quienes debemos servir en esta vida para reencontrarnos en el abrazo definitivo en el Reino de los Cielos construyendo los ya desde aquí”.

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