Seminario de las Pastorales Sociales en Manaos aborda el compromiso socio político a partir de la fe Mons. Zon: “Hablar de política hoy en nuestra Iglesia, para algunos, parece ser lo mismo que nombrar al diablo”
“Nuestras Pastorales Sociales son una forma de llevar la semilla del Reino de Dios, la vida del Reino de Dios, el camino del Reino de Dios”
Trabajo histórico de la Iglesia Católica en Brasil en la búsqueda de políticas públicas, frente el retroceso y la falta de interés por el bien común en la sociedad actual
La política es un ejercicio de ciudadanía, y la Iglesia católica tuvo un papel activo en la lucha por los derechos garantizados en la Constitución brasileña de 1988
La Iglesia en Brasil ha sido una Iglesia históricamente atenta a los problemas sociales
La política es un ejercicio de ciudadanía, y la Iglesia católica tuvo un papel activo en la lucha por los derechos garantizados en la Constitución brasileña de 1988
La Iglesia en Brasil ha sido una Iglesia históricamente atenta a los problemas sociales
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
Formar agentes de pastoral en la dimensión socio-transformadora es una de las prioridades del Regional Norte1 de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB Norte1). Para hacer eso realidad, el Seminario Regional de las Pastorales Sociales se realiza de 7 a 9 de junio con el tema “La amistad social y el compromiso sociopolítico de la fe en la construcción del bien vivir” y el lema “Sois todos hermanos y hermanas” (Mt 23,8).
Pastorales Sociales hacen visible el Reino de Dios
Partiendo de la parábola de la semilla, el arzobispo de Manaos y presidente del Regional Norte1, cardenal Leonardo Steiner, destacó que “Dios nos ha engendrado para dar mucho fruto, cobijar, dar sombra, dar vida, alimentar, animar, esperar”. Según el purpurado, “nuestras Pastorales Sociales son una forma de llevar la semilla del Reino de Dios, la vida del Reino de Dios, el camino del Reino de Dios. Este camino del Reino de Dios está transformando la vida de las personas, el Reino de Dios está dando mucho fruto. Nuestras Pastorales Sociales están haciendo visible el Evangelio, el Reino de Dios".
Estas Pastorales Sociales fueron nombrados por el Papa Francisco en la Bula de Convocatoria del Año de la Esperanza, recordó el arzobispo de Manaos, donde se dice que “nuestras Pastorales Sociales son semillas de esperanza, nuestras Pastorales Sociales levantan, luchan, nutren, alimentan, trayendo siempre esperanza. Nuestras Pastorales Sociales son transformadoras, no porque queramos, sino porque son evangélicas".
Llamó a tener siempre presente que “el Reino es siempre un Reino de esperanza, porque es un Reino de transformación”, viendo como misión de las Pastorales Sociales traer la paz y así superar los diversos conflictos. Frente al hecho de que la política ha perdido su importancia y la resistencia a ella, el cardenal desafió a recuperar la política, señalando que hay un movimiento de la Iglesia en Brasil para hacerlo. Instó a no renunciar al ejercicio de la política, pidiendo que el Seminario anime a hacer “el Reino de Dios cada vez más visible y cada vez más presente”.
Formar a quienes cuidan de lo que es común
Según el obispo de la diócesis de Alto Solimões y referente de las Pastorales Sociales en el Regional Norte1, Mons. Adolfo Zon, el seminario es un lugar de formación para todos aquellos que tienen que luchar todos los días con las cosas de la ciudad, para que la sociedad nos subsidie para el bien común. Animó a conocer lo que el Papa Francisco llama la buena política para lograr el bien común. Al mismo tiempo, el obispo denunció que “hablar de política hoy en nuestra Iglesia, para algunos, parece ser lo mismo que nombrar al diablo”.
El obispo recordó el trabajo de la Iglesia Católica en Brasil en la búsqueda de políticas públicas, denunciando el retroceso y la falta de interés por el bien común en la sociedad actual. Insistió en que “la fe tiene que ser encarnada, no existe una fe etérea, volátil”, porque “el ser humano es acción, y los valores del Evangelio iluminan nuestras acciones”.
Política como ejercicio de ciudadanía
Pensando en las elecciones municipales de octubre, con la asesoría del ex diputado federal José Ricardo Wendling, católico comprometido, los participantes reflexionaron sobre el sentido de la política, afirmando que la política es cuidar de la gente de la ciudad, es un servicio a la sociedad. Pero al mismo tiempo denunció el problema que rodea a la política, que lleva a la gente a identificar la política con el asistencialismo, la astucia y la corrupción, y a los políticos con personas que no son buenas.
La política es un ejercicio de ciudadanía, recordando el papel activo de la Iglesia católica en la lucha por los derechos garantizados en la Constitución brasileña de 1988. Las políticas públicas deben construirse a partir de las necesidades de la población, según Wendling, que abordó cuestiones relacionadas con la realidad política de Brasil, haciendo un llamamiento a la concienciación política, más aún ante la creciente influencia de las iglesias evangélicas y el narcotráfico.
Una Iglesia históricamente atenta a los problemas sociales
La Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB), especialmente en las décadas de 1970 y 1980, estuvo muy involucrada en el avance de la democracia, promoviendo la creación de condiciones para la organización del pueblo, con documentos proféticos, siendo la CNBB una gran protagonista en el debate político, derrotando el modelo neoliberal que se extendía en América Latina, haciendo una defensa decidida de los pobres en el país más católico del mundo y al mismo tiempo con una de las mayores desigualdades, según Paolo Cugini.
El profesor de la Facultad Católica del Amazonas definió a la Iglesia en Brasil como una Iglesia históricamente atenta a los problemas sociales, señalando el protagonismo de los laicos, especialmente a través de las comunidades eclesiales de base (CEBs), camino eclesial bendecido por la CNBB y el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), destacando su compromiso social y político. En aquella época, la Iglesia hablaba el lenguaje del pueblo, como muestran los documentos de Medellín y Puebla. Ello frente al gobierno dictatorial, que pretendía acabar con ese espacio de pensamiento alternativo que representaban las CEB.
Queriendo hacer una lectura cultural de la situación política en Brasil, Cugini analizó los elementos presentes en el catolicismo tradicional y en el catolicismo progresista, y el fenómeno del post-cristianismo como realidad del mundo posmoderno, hablando de post-teísmo, post-secularismo y post-humanismo, que tiene que ver con la inteligencia artificial, un fenómeno cada vez más decisivo en la sociedad actual. Algo que debe realizarse fomentando la formación política y la implicación de los católicos en los procesos electorales.
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