Cada 15 minutos un niño es víctima de palizas o violencia sexual en Brasil, un país donde, según la Organización Mundial de la Salud, solo se denuncian 7 de cada 100 casos de explotación sexual. En 2023, se denunciaron 39.357 casos de abuso y explotación sexual, con 42.031 violaciones existentes. Son cifras alarmantes, de ahí la importancia del 18 de mayo, Día Nacional de Combate a la Explotación Sexual de Niños, Niñas y Adolescentes, que cumple ya 24 años de movilización con la campaña ¡Hazlo bonito!

Necesidad de denunciar

Denunciar es necesario, pues es una de las formas de enfrentar esta violencia silenciosa que deja graves consecuencias. La Iglesia Católica brasileña lleva mucho tiempo trabajando en este sentido, llevando este debate a la sociedad y alertando a los organismos públicos. La Conferencia Nacional de Obispos Brasileños (CNBB) creó la Comisión Especial de Combate a la Trata de Personas para avanzar en esta lucha.

En el caso de los niños, el tráfico de seres humanos se produce a menudo a través de la adopción ilegal, con fines laborales análogos a la esclavitud y la explotación sexual comercial. La legislación brasileña sigue avanzando con nuevas leyes y la Constitución brasileña garantiza los derechos de los niños y adolescentes, pero en la práctica, la realidad es muy diferente y muchos niños y adolescentes sufren violencia en Brasil y se convierten en víctimas de la Trata de Seres Humanos.

Proteger a los niños y adolescentes de todas las formas de violación

En Manaos, como en tantas ciudades de Brasil, se celebrarán diversos actos el 18 de mayo para recordar la necesidad de hacer frente a la explotación sexual de niños y adolescentes. Participaron representantes de los poderes públicos y de la sociedad civil. Para la Iglesia Católica, que estuvo representada en el evento de Manaos por la Pastoral do Menor, Caritas, la Pastoral dos Migrantes y la Red un Grito por la Vida, la participación del ¡Hazlo Bonito! es, según el obispo auxiliar de Manaos, Mons. Hudson Ribeiro, que recordó las palabras de Jesús en el Evangelio: "dejad que los niños vengan a mí, porque de ellos es el Reino de los cielos", una llamada a "proteger a los niños y adolescentes de todas las formas de violación".

El obispo auxiliar subrayó que "el Día del Hazlo Bonito es el compromiso de la Iglesia católica con los niños y adolescentes. Necesitamos proteger, defender los derechos y promover todo lo que esté a favor de la vida de los niños y adolescentes". Según Mons. Hudson Ribeiro, estamos ante "un compromiso de toda la sociedad en el que participa la Iglesia Católica, que es un compromiso con la vida", destacando que "¡Hazlo bonito! - 18 de mayo, es nuestra lucha por los derechos de los niños y adolescentes contra todas las formas de violación".

Derecho de los niños a crecer sin violencia

Incluso con la intensa lluvia, "queremos seguir luchando por los derechos de nuestros niños y adolescentes", dijo la hermana Michele Silva, coordinadora del Comité Estatal de Combate a la Violencia Sexual contra Niños y Adolescentes, quien destacó la necesidad del acto en favor de "la vida y la protección de nuestros niños y adolescentes", de ser cuidadores de la vida. Un clamor por los derechos que también vino de los niños, en la voz de Vitória Sofia, de nueve años, representante de uno de los 327 gremios de estudiantes de las escuelas municipales de Manaos, que dijo que "los niños y los adolescentes necesitan que se respeten sus derechos, esta ciudad necesita estar segura para mí y para tantos otros niños como yo", diciendo a los presentes que "es mi derecho vivir en un mundo sin violencia, es mi derecho crecer con seguridad".

Los representantes de los poderes públicos insistieron en la necesidad de hacer de esto una causa cotidiana, siendo la información y la educación las principales herramientas para conseguir una sociedad más segura para los niños y adolescentes. Esto tiene que ver con diversas áreas y requiere trabajar en red para mejorar las políticas públicas. Los niños y adolescentes también deben involucrarse en estas reivindicaciones, una lucha que tiene que implicar a toda la sociedad para que todos los niños tengan sus derechos garantizados.

El evento fue una oportunidad para denunciar situaciones presentes en Manaos, pero también en la Amazonía y en Brasil, como el embarazo adolescente, que el diácono Alfonso Brito, secretario ejecutivo de Caritas Arquidiocesana de Manaos, denunció como una violación de las niñas y adolescentes, insistiendo en proteger a los niños y adolescentes de todas las formas de violación y que las autoridades cambien esta realidad. Recordó la creación del Centro Integrado, que aún no se ha puesto en marcha y que facilitará la denuncia y el acompañamiento de los niños y adolescentes, algo que pidió que se lleve a todos los municipios del estado del Estado de Amazonas, con profesionales que atiendan a los niños y adolescentes. Es una lucha de todos y es diaria, según la representante de la Red un Grito por la Vida.