Comentario al Evangelio del 29º Domingo del Tiempo Ordinario Ojea: “No somos propiedad de la política, nosotros no tenemos otra propiedad que Dios”
“No les importa la verdad, les importa en absoluto la verdad, lo único que les interesa es hacerlo caer en una trampa”
“Nosotros no somos propiedad de nadie más que de Dios; no somos propiedad de la política, ni propiedad de la familia; nosotros no tenemos otra propiedad que Dios, somos sus hijos y hemos sido creados por él”
| Luis Miguel Modino, enviado especial al Vaticano
En el Evangelio del XXIX Domingo del Tiempo Ordinario, Mons. Oscar Ojea, que está en Roma participando como miembro del Sínodo de la Sinodalidad, hace ver que “con algunos falsos halagos, los fariseos quieren acercarse al Señor para tenderle una trampa; no les importa la verdad, les importa en absoluto la verdad, lo único que les interesa es hacerlo caer en una trampa”. De ahí la pregunta que le hacen: “¿Hay que pagar el tributo al César o no?”.
Gente que no era sincera
Según el presidente del episcopado argentino, “lo hacen diciendo justamente aquellas cosas que ellos no son: ´Maestro tú que eres sincero, tú que eres fiel en las enseñanzas del camino a Dios, tú que no te fijas en la categoría de nadie´. Ellos al revés, ellos no eran sinceros, ellos hacen distinción de personas y sabían muy bien a qué intereses servían; no les importaba la verdad, sino les importaba solo hacer caer a Jesús”.
El Señor, en palabras del obispo de San Isidro, “descubriendo sus intenciones, pide la moneda que le presentan: ¿De quién es esta moneda? Si decía que era del César había que pagar el impuesto, se ponía a favor del Imperio Romano; si decía que no, se ponía a favor de la revolución”. Entonces, afirmó el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, “el Señor con esa maestría de descubrir los pensamientos y al mismo tiempo de enseñarnos la verdad responde: ´Den al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios´ ¿De quién es esa moneda? ¿De quién es esa imagen? Del César. Bueno, al César lo del César, y a Dios, porque nosotros somos imagen de Dios”.
Para el prelado argentino, “Nosotros no somos propiedad de nadie más que de Dios; no somos propiedad de la política, ni propiedad de la familia; nosotros no tenemos otra propiedad que Dios, somos sus hijos y hemos sido creados por él; por eso el Señor al distinguir les hace ver la jerarquía de valores. Lo más importante es que sos hijos de Dios, como sos hijo de Dios vas a iluminar las situaciones terrenas con la luz de esta verdad”. Finalmente, señaló que “en nuestra fe la verdad es una persona, Jesús, ´Yo soy la verdad, yo soy el camino y la vida´; tomémonos de esa verdad para sentirnos seguros y no caigamos en ninguna trampa”.