Una nueva muestra de la caridad del Papa El Papa Francisco ayuda a hacer realidad el sueño de la gente de la calle en Manaos

Centro de Acogida Mons. Sergio Eduardo Castriani
Centro de Acogida Mons. Sergio Eduardo Castriani

"La Gente de la Calle agradece al Papa Francisco los recursos para este espacio de acogida"

"Es nuestra misión como Iglesia, la misericordia evangeliza más que nuestras palabras, porque es hacer visible la Palabra, hacer visible el Reino de Dios, es hacer visible a Jesús”

"La caridad tiene un nombre, que se convierte y se traduce en obras concretas, sobre todo a través de nuestra mutua colaboración"

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Este viernes, 14 de mayo de 2021, se ha inaugurado un espacio que quiere ser una referencia para las personas de la calle de Manaos, gracias a la sensibilidad del Papa Francisco, que ha enviado gran parte de los recursos para atender a estas personas que sufren, que se enfrentan a graves dificultades como consecuencia de la pandemia del Covid-19.

El espacio se ha construido en la parroquia de Nuestra Señora de los Remedios, en el centro de la ciudad, un lugar de gran presencia de la gente de la calle, que pasa el día y la noche en la plaza del mismo nombre que está frente a la Iglesia. El nombre del nuevo Centro de Acogida para la Gente de la Calle es Mons. Sergio Eduardo Castriani, fallecido el pasado mes de marzo. Mons. Leonardo Steiner recordaba que, en plena pandemia, solía preguntar, con la poca voz que le quedaba, qué se hacía con la gente de la calle, con aquellos que siempre tuvieron un lugar especial en su corazón. 

La silueta de Mons. Sergio, alguien que, según la coordinadora de la Pastoral de la Gente de la Calle de la Arquidiócesis de Manaos, "no midió esfuerzos para que la gente de la calle pueda ser mejor apoyada", fácilmente reconocible en la placa de inauguración, develada por Mons. Leonardo y la Sra. Marisa Ferreira Campos, recicladora de material descartable, donde se puede leer: "La Gente de la Calle agradece al Papa Francisco los recursos para este espacio de acogida".

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Un espacio que debe ser un hogar, insistió el arzobispo de Manaos, donde se debe vivir la acogida, "para que todas las personas que no tienen casa, puedan sentirse en casa", un espacio donde "sean acogidos y estén siempre en casa, porque se encuentran con hermanos y hermanas".

La bendición de la casa, en la que se ha invocado la bendición de Dios, se ha visto como una oportunidad para que "todos tengamos la alegría de poder servir, la alegría de poder acoger", afirmó el arzobispo, pidiendo que la casa sea un lugar en el que la gente encuentre "un lugar para hablar, un lugar para ser escuchado". La importancia de esta actitud fue reconocida por la Sra. Marisa, quien dijo que "no es sólo comida lo que necesitamos", destacando la oportunidad de hablar que la gente de la calle encuentra en quienes son voluntarios en la pastoral, algo que la hace sentir "privilegiada y honrada" por la atención recibida.

La pandemia ha sacado lo mejor y lo peor de las personas, pero siempre hay que destacar a quienes se convierten en un ejemplo para los demás. Este es el caso del Sr. Aldenir Vieira Barbosa, creador de la lavandería del centro de acogida. Como él mismo informó, propietario de una lavandería, escuchó al padre Hudson Ribeiro, que acompaña a la Pastoral de la Gente de la Calle, en Radio Rio Mar, la emisora de la Arquidiócesis de Manaos, decir que hacía lavar la ropa de la gente de la calle en una lavandería. En vista de ello, llamó al padre Hudson y le dijo que le gustaría ser útil, lavando la ropa de la gente de la calle de forma gratuita, y ahora donando las máquinas para el nuevo centro.

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El Centro de Acogida también ha contado con la colaboración del Ministerio Público del Trabajo. En su nombre, la fiscal Alzira Costa, agradeció al Padre Hudson por haber ampliado su capacidad de amar, por la posibilidad de mirar a la gente de la calle de otra manera. Ha sido un momento para darse cuenta de "cuánto a la caridad, tiene un nombre, que se convierte y se traduce en obras concretas, sobre todo a través de nuestra mutua colaboración", destacó Mons. Tadeu Canavarros, Obispo Auxiliar de Manaos, que hizo referencia a Fratelli tutti, un texto que nos ayuda a descubrir que "el que vive en la calle es mi hermano, mi hermana", pidiendo que este espacio de acogida ayude a "crecer en nuestra fraternidad".

La inauguración ha sido un momento para agradecer a las personas que han hecho posible el nuevo entorno, en palabras de Mons. Steiner. Informó de la ayuda que se ha prestado a la gente de la calle, un número significativo, "en el sentido de estar junto a estas personas, estos hermanos y hermanas”. El arzobispo recordó las palabras de Teresa de Calcuta, "a quienes el Estado y la sociedad no quieren, nosotros los cristianos los queremos". Mons. Leonardo insistió en que "es nuestra misión como Iglesia, la misericordia evangeliza más que nuestras palabras, porque es hacer visible la Palabra, hacer visible el Reino de Dios, es hacer visible a Jesús”. El arzobispo solicitó al gobierno un espacio para que la gente de la calle pudiera pernoctar.

El padre Hudson Ribeiro explicó brevemente el funcionamiento del centro y agradeció la colaboración de Cáritas Arquidiocesana de Manaos y de la Fazenda de la Esperanza, así como de otras entidades y parroquias, destacando sobre todo el trabajo de los voluntarios de la Pastoral de la Gente de la Calle y de la parroquia de Nuestra Señora de los Remedios, así como la apertura de su párroco, el padre Mauro Cleto, para ceder el espacio. Por último, agradeció la sensibilidad de Mons. Leonardo Steiner por hacer "realidad el sueño, y hacerlo desde el clamor de la propia gente".

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