Brasil vivió este domingo, 30 de octubre, la segunda vuelta de unas polémicas elecciones. Después de una campaña muy polarizada, reflejo de una sociedad fuertemente enfrentada, el ajustado resultado es una muestra de la división presente en la sociedad brasileña, incluso geográficamente.

Acompañar, exigir y supervisar

En esta coyuntura, el día después de la votación, que resultó en la elección de Luiz Inácio Lula da Silva para su tercer mandato como presidente del país, la Presidencia de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil emitió una nota en la que afirma que "la conclusión de las Elecciones 2022 nos llama, aún más, a la reconciliación, esencial para el nuevo ciclo que se abre. Ahora, todos, indistintamente, tienen que acompañar, exigir y supervisar a los que han conseguido el éxito en las urnas. El ejercicio de la ciudadanía no termina con el fin del proceso electoral", un reto urgente en la actual sociedad brasileña.

El episcopado brasileño, a través de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, dice saludar "a los candidatos electos, a los diputados, a los senadores, a los gobernadores y al presidente de la República". Además, la CNBB "felicita al Tribunal Superior Electoral por su actuación en el celo de todo el proceso democrático".

Construcción de la mejor política

Tomando como referencia las palabras del Papa Francisco en la Encíclica Fratelli tutti, la Presidencia del episcopado brasileño pide que "todos caminen unidos para la construcción de la mejor política, la que está al servicio del bien común”. Palabras que son los deseos de la CNBB, y al mismo tiempo algo que los obispos imploran "en las oraciones por nuestro país".

Para ello, la Presidencia de la CNBB pide "la maternal intercesión de Nuestra Señora de Aparecida - Reina y Patrona de Brasil", y junto con ello que "Dios bendiga grandemente su vida y su familia".