La ecología integral se ha convertido en un reflexión cada vez más presente en la vida de la Iglesia. Son muchas las iglesias locales y congregaciones religiosas que asumen estas pautas y tratan de profundizarlas para descubrir cómo materializar nuevas actitudes y compromisos. Esta vez fueron las Hermanas Doroteas de Santa Paula Frassinetti, quienes reunieron a 81 religiosas de su nueva Provincia, de la que forma parte de toda la misión en Brasil, en una asamblea formativa.

A la reunión, celebrada en Fortaleza, asistieron la Superiora General y una Consejera, animando y actualizando su vida y misión. Dentro de los temas formativos a lo largo de la asamblea, han profundizado en la Encíclica Laudato Si y los documentos sinodales: Documento Final y Querida Amazonia, con la ayuda de João Gutemberg Coelho Sampaio, hermano marista, miembro de la coordinación del Eje de Formación y Métodos Pastorales de la Red Eclesial Pan-Amazónica - REPAM, y auditor en la última asamblea sinodal.

La asamblea, según la Hermana Maria do Carmo Mesquita, ha sido un tiempo "para pensar en algo mejor, de acuerdo con los ritmos de la Iglesia y del mundo, en el sentido de creer en un futuro que podemos construir y reconstruir, siempre desde esa base del Evangelio". La religiosa, que actualmente trabaja en el colegio que la Congregación tiene en Manaos, destaca la importancia de la conexión entre el trabajo en la educación y el trabajo social en las periferias, "para que nos sintamos integrados a esta realidad". Considera la Amazonía como "un espacio diferenciado, que realmente necesita un compromiso y una unión de todos".

Varias religiosas han señalado la importancia de cuidar del Planeta y, sobre todo, a las personas, en nuestra búsqueda de una ecología integral. Por esta razón, "la importancia de una conversión integral, de ver cómo todo está interconectado", según la Hermana Maria do Carmo. Ella reconoce que es necesario, "una educación que pueda rescatar este tema de la integralidad y poner en nuestro trabajo un plan que aborde este tema de la ecología integral, al ritmo del Sínodo. La gente necesita saber que somos responsables los unos de los otros”.

Esta misma idea también estuvo presente en las palabras de la Hermana Ildes Lobo Mendes, del Colegio de São Luis do Maranhão. Ella insistió en "comprender a la persona humana integrada en los ecosistemas, integrada en la belleza de la creación". Según la religiosa, “dentro de una sociedad tan desintegrada, tan distorsionada, la ecología, el cuidado de la persona y de la creación, para nuestra congregación es un tema muy importante, porque soñamos con un mundo nuevo, con una sociedad renovada, con personas y la naturaleza valoradas”. Para las doroteas, trabajar en esta ecología integral, apunta a un reconocimiento "de la integración de las personas, el mundo y la creación", afirma la hermana Ildes, para que "a partir de eso, pueda haber más justicia en el mundo, más valorización de la persona humana ".

La Congregación está en la Amazonía brasileña desde hace 145 años, em diferentes estados y ciudades, Belém, Marajó, Manaus, Itacoatiara, Careiro Castanho, Manacapurú, en la Prelatura de Humaitá, Altazes. El propósito de su fundadora, en quien se puede ver una preocupación por el tema de la ecología integral, debería conducir a no ver la persona solo en un aspecto, sino integrada en el mundo. En este sentido, las religiosas enfatizan su preocupación por integrarse con la gente, haciendo un puente ciudad-zona rural, ciudad-ribereños, ciudad-selva. Definen este tema como una preocupación, un tema muy querido, que buscan desarrollar en su misión. Al mismo tiempo, dicen que es parte de su misión no estar fijas durante mucho tiempo en un lugar, buscar nuevos lugares cuando las personas ya tienen autonomía, llegar a lugares distantes, donde las personas no quieren estar presentes. Esta itinerancia, según las religiosas, "es parte de nuestra forma de ser apostólicas, de estar donde podemos ser una presencia significativa en la vida de las personas".

La formación de líderes laicos en las pequeñas comunidades es también una misión asumida por las doroteas. Este trabajo también aborda el tema de la ecología integral, de la Laudato Si. Según la hermana Leonízia Izabel da Silva, "es un momento muy importante para nuestra Iglesia y para el mundo", que exige "tener en cuenta este cuidado con nuestra Casa Común", siendo conscientes, dice la religiosa, que está reiniciando su misión en Brasil, después de un tiempo en Filipinas, que "la creación de Dios no es para un grupo pequeño, sino para todos".

Ella destaca su "alegría de ver en el Sínodo la participación de los pueblos indígenas, los pueblos ribereños, personas completamente conectadas con esta naturaleza, que realmente se preocupan por esa naturaleza, que tienen un espacio para expresar esta fuerza que la naturaleza tiene en nuestra vida, el cuidado con esta casa común". Según la religiosa, que actualmente vive en Fortaleza, estamos en "un momento revolucionario", que debería alentar "el trabajo para reeducar en el cuidado de la tierra". Las consecuencias de todo esto, dice la hermana Leonízia, "afectan a todas las demás estructuras, principalmente políticas, económicas y sociales". Esto "genera conflicto, sabemos lo que significa, incluso el Papa Francisco está siendo perseguido por eso", denuncia la religiosa.

Aun así, ella destaca que “nuestra esperanza es grande, de una transformación, comenzando desde abajo. Siempre he creído que el cambio proviene de la base, es de abajo hacia arriba, esto es lo que siento acerca de la importancia de la participación indígena, de la participación de los pueblos ribereños, que tiene que contagiarnos a todos los niveles, especialmente en nuestra Iglesia”. Todo esto ha llevado a las doroteas a "estar interesadas en esta transformación, buscando conocer e incluir en esta planificación el trabajo de cuidar la Casa Común", dice la religiosa. Ella se siente "muy feliz de saber que somos un cuerpo preocupado con esta transformación basada en la ecología, basada en una visión diferente que Laudato Si, y ahora el Sínodo, nos brinda a todos".

Es necesario comprender la integralidad entre la naturaleza y el ser humano, un aspecto que destaca la Hermana Isabel Oliveira. "Nos damos cuenta de que somos esta unidad", dice la religiosa. Ella, que actualmente trabaja en Rio de Janeiro, insiste en que “no necesito estar en la Amazonía para pensar en su importancia para el mundo. Donde estamos, necesitamos estar interconectados”. Esta declaración se basa en el hecho de que "la conciencia humana del cuidado de la Madre Tierra, el cuidado de nuestro planeta, es la fuente de la vida". Por esta razón, enfatiza que "el Papa Francisco nos hace esta gran advertencia, cuidar, cómo nos ubicamos, dónde estamos, será una respuesta de esperanza para el mundo". En su trabajo, destaca la importancia de "despertar una espiritualidad integrada para la juventud". Hablando de Rio de Janeiro, la religiosa señala que "ya hay jóvenes que están despertando para pensar en su vida, para pensar en su lugar en el mundo e integrarse con la naturaleza".

El Sínodo para la Amazonía es visto como algo que "viene a traer esperanza y abrir nuestros corazones a mayores esperanzas, este cuidado con la naturaleza, este mayor bien que tenemos, esta mirada a la Amazonía y al mundo en general", dice la hermana Débora Geovana Bezerra de Souza. Ella destaca la importancia de los pequeños cuidados, menos uso de vasos desechables, uso racional de la energía. La religiosa destaca la “mirada de Francisco” presente en el Papa y afirma que "el ser humano tiene esta capacidad de cuidar, y no solo de destruir", una actitud decisiva en la realidad actual, donde tenemos "una destrucción, deforestación, un descuido con la naturaleza". En vista de esto, la religiosa defiende que "nosotros, como cristianos, debemos estar alerta, aceptando el llamado del Papa, y hacer de esta Casa Común nuestro mayor activo, cultivar, amar y cuidar". Junto con esto, anunciar las diferentes propuestas, “pasándoselas a las personas que nos rodean, sentirán ese bien mayor, esa atención. Los seres humanos pueden hacer muchas cosas buenas en función de sus actitudes”.