Salesianos lideran formación para pueblos originarios Curso de Ministros Achuar de la Palabra para Ecuador y Perú
Hace siete años, en un Congreso Binacional de Catequistas, ministros instituidos, diáconos permanentes, misioneros y misioneras optaron por la realización de un proceso único que contara con la suficiente cualificación en el área de Formación Ministerial, pensando en las necesidades del pueblo Achuar que vive en Ecuador y Perú
“Esto implicaba incrementar los formadores, garantizar la continuidad y obtener el respaldo de los Obispos de los dos Vicariatos del Ecuador y Perú, así como la reorganización y sistematización del proceso formativo en diferentes servicios pastorales,” afirma Diego Clavijo, misionero salesiano
Un camino formativo que al cerrar el mes de abril llegó a su quinta edición con la participación de 52 miembros del pueblo Achuar. Por primera vez participaron 4 mujeres con la finalidad de seguir el camino ministerial hasta la formación del Diaconado Permanente. Ellas son esposas y madres
Un camino formativo que al cerrar el mes de abril llegó a su quinta edición con la participación de 52 miembros del pueblo Achuar. Por primera vez participaron 4 mujeres con la finalidad de seguir el camino ministerial hasta la formación del Diaconado Permanente. Ellas son esposas y madres
Hace siete años, en un Congreso Binacional de Catequistas, ministros instituidos, diáconos permanentes, misioneros y misioneras optaron por la realización de un proceso único que contara con la suficiente cualificación en el área de Formación Ministerial, pensando en las necesidades del pueblo Achuar que vive en Ecuador y Perú.
“Esto implicaba incrementar los formadores, garantizar la continuidad y obtener el respaldo de los Obispos de los dos Vicariatos del Ecuador y Perú, así como la reorganización y sistematización del proceso formativo en diferentes servicios pastorales”. Así recuerda Diego Clavijo, sacerdote y misionero salesiano los inicios de este camino formativo que al cerrar el mes de abril llegó a su quinta edición con la participación de 52 miembros del pueblo Achuar. Por primera vez participaron 4 mujeres con la finalidad de seguir el camino ministerial hasta la formación del Diaconado Permanente. Ellas son esposas y madres.
Testigos de Cristo
El misionero salesiano afirma que este proceso reviste de una gran importancia si pensamos que de ahí depende la capacidad de los futuros agentes pastorales del pueblo Achuar. Especialmente de los Diáconos Permanentes que, al iniciar su servicio como ministros de la Palabra, fueron adquiriendo la capacidad de ser auténticos testigos de Cristo, de su Iglesia y del Evangelio en sus comunidades particulares.
Para el consagrado, el compromiso fundamental ha sido formar pastores autóctonos que con el tiempo han logrado fortalecer su identidad cristiana y cultural, incluso social; si consideramos que este pueblo vive cambios estructurales a gran velocidad. “Sin el Evangelio y la fe se dejarían llevar por una corriente externa que puede anular sus riquezas espirituales y raíces ancestrales de sabiduría aún presentes en sus mayores, así como en la transmisión de sus mitos y tradiciones,” advierte.
En el caso de los Diáconos Permanentes de Ecuador y Perú, el sacerdote explica que se adelanta una formación complementaria en disciplinas como la teología, la escritura, el derecho canónico, la pastoral y la Doctrina Social de iglesia. De esta forma buscan ofrecerles los lineamientos necesarios para la gestión de las pequeñas jurisdicciones pastorales que tienen a su cargo. “Vemos la urgencia de darle mucha más consistencia y organización e incluso la posibilidad de ofertar este servicio a los Vicariatos vecinos que necesitan la cualificación de sus agentes Pastorales,” agrega.
Herramientas para servir
Así, el objetivo de la propuesta formativa es ofrecer a los miembros del pueblo Achuar las herramientas teológicas, bíblicas y litúrgicas, necesarias para el trabajo pastoral en sus comunidades porque son ellos los encargados de asumir el trabajo de Evangelización con su pueblo. Para lograrlo, tienen un momento de discernimiento fuerte que les permite hacer una reflexión personal de su fe, su vocación pastoral y de servicio eclesial pensando en su comunidad,” comenta el sacerdote.
Los cursos formativos son cíclicos, es decir, el estudiante puede participar en el curso que realmente necesite o desee aprender. Concluidas las cinco etapas el Centro de Formación Ministerial Achuar entrega un certificado que avala la realización del proceso. En este caso, los formadores fueron cuatro sacerdotes salesianos misioneros, dos Diáconos Permanentes de la comunidad Achuar y eventualmente contaron con la participación de algún invitado del pueblo achuar o mestizo, como se denomina a quien proviene de otro grupo étnico. Analizando la quinta etapa de formación del Ministerio de la Palabra, el Padre Diego Clavijo asegura que se trata de la conclusión de todo un camino de maduración en la Fe por el que han optado los cristianos Achuar.
Allí en forma específica reciben contenidos teológicos sobre el tema de los sacramentos de la Iglesia, la formación bíblica sobre el Antiguo Testamento, las claves para la lectura del Evangelio de Juan, le manejo de la liturgia de los días festivos como la navidad, el rito del ayuno cristiano con el tabaco, y la ayahuasca además de la celebración del miércoles de ceniza, conscientes de la importancia de profundizar en estos contenidos como de la forma en que deben desarrollarse. “Vivimos un ambiente de mucha alegría ya que sentimos que los participantes llegaron con mucha sed y hambre de aprender sobre el Mensaje del Evangelio, porque todos son predicadores en sus comunidades y tuvimos un equipo variado de docentes que contribuyeron en la formación cristiana de estos hermanos,” afirma.
Practicar lo aprendido
El proceso duró un año, aclarando que no se desarrolló con un esquema formal que implicara estudiar de manera intensiva para afirmar luego que están preparados para servir en un ministerio. Más bien explica, su formación camina desde la conclusión del curso anterior, donde recibieron tareas y guías de estudio para cumplirlas en su comunidad y hogar.
Allí recibieron la visita del formador que era un sacerdote o diácono permanente y fue la misma comunidad, los destinarios de su misión, quienes confirmaron la capacidad y los dones de aprendizaje que van ejerciendo los estudiantes, lo que ellos llamarían una práctica de lo aprendido. La aplicación de estos conocimientos llega a su culmen con seis días intensivos de confrontación, reflexión y estudio de los contenidos a través de las guías y la presencia de los maestros.
Para el misionero salesiano esta propuesta formativa es una forma de hacer vida el documento de Querida Amazonía, sobre todo respecto a la parte del sueño eclesial que anima y compromete en el empeño de encontrar y avanzar en estos nuevos caminos de Evangelización de la Iglesia Autóctona Amazónica con sus propias virtudes cristianas y con una identidad evangélica firme, capaz de afrontar los retos de los cambios de época en los que viven sus pueblos originarios.
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