En la sede del Celam del 3 al 6 de octubre Comisiones Episcopales de Pastoral familiar del continente: "Es necesario capacitarse para acompañar a otros"
El grupo de 50 personas integrado por 7 obispos, 11 sacerdotes, 17 mujeres y 15 hombres hacen parte de las Comisiones Episcopales de Pastoral Familiar de 18 países del continente.
El evento permitirá compartir experiencias y esfuerzos empleados para acompañar la realidad de las familias
Los delegados de las Conferencias Episcopales hablarán de las acciones y dificultades de la pastoral familiar, así como los desafíos sociales y culturales que inciden en el desarrollo de los nuevos hogares
Los delegados de las Conferencias Episcopales hablarán de las acciones y dificultades de la pastoral familiar, así como los desafíos sociales y culturales que inciden en el desarrollo de los nuevos hogares
Las Comisiones Episcopales de Pastoral Familiar de 18 países de América Latina y el Caribe se reúnen del 3 al 6 de octubre en la sede del Celam en Bogotá. El grupo de 50 personas integrado por 7 obispos, 11 sacerdotes, 17 mujeres y 15 hombres analizan los avances alcanzados en el continente respecto a la implementación de la exhortación apostólica postsinodal del Papa Francisco Amoris Laetitia, los itinerarios catecumenales para la vida matrimonial y el Pacto Mundial de la Familia.
La agenda se inició con la celebración Eucarística presidida por Mons. Alfonso Miranda. En su homilía, el obispo auxiliar de Monterrey en México recordó la importancia de la pastoral familiar y su misión en el acompañamiento de otras familias que a diario asumen realidades adversas que requieren ser asumidas con diversas herramientas pastorales y espirituales que la Iglesia puede aportar.
Una propuesta, un método
Tras la presentación de las delegaciones, el mensaje de Mons. Lizardo Estrada, secretario general del Celam, destacó el acompañamiento permanente que hacen a las familias del continente; invitándoles a compartir las experiencias y esfuerzos, sin perder la capacidad de soñar para vivir este proceso juntos, recibiendo el apoyo que cada uno requiera. “Los invito a compartir este servicio en lo referente a la construcción de procesos de familia, mantener su interés en la apropiación del texto de la Asamblea Eclesial y la contribución que la familia puede hacer al camino sinodal que vive la Iglesia universal. Sin perder de vista que la familia es un sujeto pastoral activo, presente en el Instrumentum Laboris del Sínodo de la Sinodalidad”.
Razones que llevaron al prelado a encomendar a Dios, el trabajo de los agentes de pastoral familiar confiando en que Él les fortalecerá ante las dificultades propias de la vida.
Desde lo metodológico el primer día del Encuentro se dedicó a la escucha de la realidad, una oportunidad para conocer los informes de las Conferencias Episcopales sobre las acciones que la pastoral familiar implementa en las diferentes regiones del continente. Actividades marcadas por las experiencias pedagógicas y celebrativas.
Desafíos eclesiales
El P. Fabio Antunes, director de Cebitepal y organizador del evento, explicó que el Celam busca que el encuentro permita a las diversas conferencias conocer las experiencias y procesos que se realizan en otros países. “Al acompañar este camino hemos descubierto diversas iniciativas que van desde el acompañamiento prematrimonial, la atención a casos especiales y otras iniciativas novedosas que al compartirse pueden crecer en el continente,” afirmó. Especialmente, en temas como la invitación del Papa a vivir el Pacto Global por las Familias.
Además, -agregó- están los cambios que se van presentando en ellas, que pese a estar dentro del magisterio de la Iglesia, aún no se trabajan en las Conferencias Episcopales, muchas veces centradas en la familia tradicional. Los nuevos modelos de familia son un desafío para la Iglesia, en ellos están los viudos, divorciados, las parejas con hijos de diversidad sexual y muchas otras realidades que tocan su vida y precisan de un acompañamiento”.
Esperanza, fruto de la misión
Expectativas que comparten los asistentes al encuentro, como el P. José María Ruíz Diaz de Buenos Aires – Argentina, quien destaca el amor de todos por la pastoral familiar al comentar que cuenta con dos experiencias previas, una de ellas en el Encuentro Mundial de las Familias en el Vaticano o la experiencia que hizo en su país, por lo que confiesa le hacía falta vivir una experiencia continental que se distingue por mostrar “iniciativas que nutren su alma”.
Sin vacilar cuenta que “Argentina está viviendo un tiempo de transición en el campo político como en el eclesial, por cuanto la Arquidiócesis primada recibió el nombramiento de un nuevo obispo, Mons. Jorge Ignacio García Cuerva, un hombre joven que advierte, genera una expectativa que moviliza. Mirando hacia atrás el sacerdote recuerda que el Papa Francisco fue su arzobispo durante mucho tiempo. No obstante, reconoce que, aunque tienen el impulso del Papa, muchos miran cosas que otros no advierten y lo critican, mientras que para él es “un profeta de Dios”.
“La expectativa que hay en Argentina es buena y esperanzadora a nivel de iglesia y de pastoral familiar, porque el nuevo arzobispo Mons. Jorge García Cuerva traerá una renovación, un aire fresco al episcopado y a las diócesis. El pais entero mira a Buenos Aires porque tenemos una riqueza muy grande, pero estamos muy disgregados en lo político y lo religioso, es así como tenemos que volver a unirnos. Para mi ese es el desafío… tenemos que volver a ser familia,” asegura.
La cultura de lo efímero
En el caso de Miguel Leonardo Merchán de Ecuador, pertenecer a la pastoral familiar desde hace 18 años. le ha permitido entender que el mayor fruto es el matrimonio. Es decir, lograr que las parejas jóvenes además de casarse por lo civil lo hagan a través de la Iglesia y opten por la procreación; porque muchos después de casarse pierden el rumbo, dejan de cultivar su espiritualidad e incluso no buscan tener hijos lo que en su opinión no es el fundamento de la familia.
Por su parte Jacqueline Guzmán asegura que tiene muchas expectativas del encuentro, porque la familia en Colombia enfrenta diferentes retos. Entre ellos la cultura del individualismo, el secularismo, el valor por lo efímero y desechable además del hedonismo. “Esto ha hecho que la familia como parte del proyecto de Dios se esté perdiendo, por eso es necesario capacitarse y aprender de otras experiencias exitosas para aplicarlas en las diócesis. Mucho más cuando los padres han perdido la responsabilidad de criar a sus hijos, delegando esta misión en la tecnología y la escuela. Son entornos en donde se conocen los efectos de la ideología de género, información que, recibida por los jóvenes, incide en la transformación del concepto de familia que alguna vez conocimos.