Plataforma Ecuménica "DIPAZ" convoca al Celam Mons. Lizardo Estrada: “El ecumenismo receptivo permite encontrar las riquezas de cada tradición”
El Celam avanza en su deseo de aportar al ecumenismo y el diálogo Interreligioso participando en el Encuentro Internacional por la Reconciliación en Colombia convocado por la plataforma ecuménica DIPAZ del 9 al 11 de agosto en Bogotá
Los clamores del pueblo de Dios expuestos durante la Asamblea Eclesial invitan a comprometerse con el diálogo interreligioso y el ecumenismo en el continente
Mons. Lizardo Estrada, secretario general del Celam, centró su intervención en la necesidad de seguir trabajando por la unidad, la justicia y la paz, valorando los pasos que se han dado entre las diversas confesiones religiosas
Mons. Lizardo Estrada, secretario general del Celam, centró su intervención en la necesidad de seguir trabajando por la unidad, la justicia y la paz, valorando los pasos que se han dado entre las diversas confesiones religiosas
Intercambiar experiencias y aprendizajes ecuménicos que favorezcan la construcción de procesos de paz y reconciliación, es una de las tareas de la plataforma ecuménica de Iglesias y organizaciones cristianas denominada Diálogo Intereclesial por la paz en Colombia "DIPAZ"; con ocho años de experiencia la entidad viene ampliando la convocatoria a las diferentes confesiones religiosas, porque el anhelo de vivir en paz, supera las diferencias doctrinales y metodológicas que en otro tiempo eran motivo de separación.
Valorando el recorrido histórico del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño, la plataforma ecuménica le extendió su invitación a participar en el Encuentro Internacional por la Reconciliación en Colombia efectuado del 9 al 11 de agosto en Bogotá.
Trabajar por la unidad
Mons. Lizardo Estrada, secretario general del Celam, centro su intervención en la necesidad de seguir trabajando por la unidad, valorando los pasos que implican tanto el ecumenismo como el diálogo interreligioso, considerando que se trata de un proceso que requiere paciencia y constancia. "Consideramos muy importante este caminar juntos que podemos hacer las comunidades de fe," afirmó el prelado destacando que, la Iglesia católica, "viene creciendo en la conciencia de que la sinodalidad, es decir, el caminar juntos, pone de manifiesto que lo importante no es llegar primero, sino todos juntos y a tiempo".
Tomando como punto de referencia el texto fruto de la Asamblea Eclesial, el obispo peruano aseguró que "el camino de la Iglesia debe ser junto a la marcha de los pueblos," esto nos permite entender que “la mirada se concentra en las relaciones, el diálogo y las eventuales iniciativas comunes con los creyentes de otras religiones, con las personas alejadas de la fe, así como con ambientes y grupos sociales específicos, porque la Iglesia debe acompañar el caminar de toda la familia humana”.
Iglesia que escucha
Experiencia que en la Iglesia católica se viene haciendo con la reflexión sobre los clamores expuestos por el pueblo de Dios en la Asamblea Eclesial, efectuada en noviembre de 2021 y ahora con el camino al Sínodo de la Sinodalidad convocado por el Papa Francisco.
Citando los documentos generados por estos acontecimientos eclesiales, el prelado aseguró que el mundo necesita de la perspectiva sinodal, es decir dialogante, participativa y de trabajo conjunto, lo que ciertamente ayudará a superar confrontaciones esos desacuerdos paralizantes que impiden a los procesos madurar, cuando el objetivo es ayudar a tender puentes y caminar juntos.
A partir de esta reflexión, surge la inquietud de la forma, el cómo lograrlo. En este sentido el también obispo auxiliar de Cusco aseguró que por eso "es necesario trabajar juntos, para asumir esa dimensión profética, siguiendo el camino de la promoción de la cultura, de la no violencia activa, por ende, la defensa de los derechos humanos y de la paz," una realidad que en sus palabras interpela y también se halla presente en la Sagrada Escritura que no podemos olvidar es la base de muchas confesiones religiosas.
De hecho, en "el sermón de la montaña, Jesús declara feliz a quien promueve la paz y enseña la no violencia activa, pidiendo a sus seguidores no responder al mal con el mal, amar a los enemigos y orar por los que les hacen el mal," recuerda.
Fortalecer la incidencia
Para Mons. Estrada esa es la conciencia que debe guiarnos y que desde el contexto católico se halla consignada en el texto de la Asamblea Eclesial que debe ser compartido con todos. "Necesitamos formar y motivar a los cristianos no solamente para que recen, sino para que se comprometan en la formación y estructuración de una cultura de paz, una cultura donde la persona y la justicia sean importantes,” explicó.
Así, reiteró su agradecimiento por la convocatoria y ratificó el compromiso del Celam para continuar con este camino "sabiendo que cada paso que damos y cada contribución que podamos realizar, es una luz que aportamos en el camino de los pueblos hacia una vida más justa, digna y fraterna".
Mucho más en el caminar actual de la Iglesia católica que bajo la guía del Papa Francisco, entiende el ecumenismo como un anhelo, una actividad y una colaboración con todas las iglesias cristianas. “Es una tarea urgente favorecer la mutua relación ecuménica, el diálogo y la búsqueda de fraternidad y de colaboración entre todos los cristianos,” agregó. Al respecto insistió en la búsqueda de la receptividad, porque desde su perspectiva “el ecumenismo receptivo nos lleva a encontrar las riquezas de cada tradición, para ponerlas al servicio de la paz y la reconciliación”.
Unidos para servir
Algo que de manera concreta ha de invitar a las confesiones religiosas a fortalecer la incidencia de las organizaciones eclesiales y de los actores aliados en los procesos de búsqueda de justicia y reconciliación en los territorios, tanto en el contexto nacional como el internacional. Además, porque el diálogo se realiza también en la acción por la justicia que incluye el intercambio teológico y la experiencia espiritual.
Solo así, “podremos contribuir a la paz en el país, al desarrollo integral humano y a la promoción de las personas en un clima de fraternidad,” lo que puede entenderse como el cuidado ecológico de la creación, la defensa de los más débiles, los excluidos y el aporte a la formación de una sociedad fraterna que respete el sentido de la existencia; porque como define el Papa Francisco en la Encíclica Laudato Si’ todas las confesiones cristianas están llamadas a unirse en el servicio al mundo. Sólo así es posible que los pueblos vivan en fraternidad.
“Este encuentro puede llevarnos a proyectar y realizar un futuro mejor en el que nos conozcamos, nos respetemos y nos amemos para poder, entre todos, construir el mundo justo y pacífico que soñamos, uno donde el ser humano pueda realizarse,” concluyó.