Abrazos

Abrazos
En estos días tengo muy presente a personas cercanas que acaban de perder a un familiar muy querido y sabemos que para ello nunca se está preparado. Hablaba con uno y le decía, date tiempo porque este dolor ahora es demasiado grande. El perder físicamente a quien forma parte de tu vida y amas, es como una lanza que nos atraviesa el corazón sin vuelta atrás. También se lo compartía desde mis propias pérdidas familiares.

Ahora en la cercanía de la Navidad, fechas donde todo parece fiesta, luces, regalos, etc... hay personas que no podrán sonreír como otras veces, a las que estos días les va a costar más vivirlos porque les faltarán abrazos. Y no se trata de “amargarse” porque otros no sonríen, pero sí de pensar, orar por aquellos que están en un momento personal de sufrimiento, por los que luchan desde la enfermedad, por tantos motivos que conocemos de gente que necesita ayuda y sufre en nuestro mundo. Ayúdanos Señor a dar abrazos a los que hoy nos necesitan.

Vivamos con alegría, disfrutemos de todo lo que tendremos el gozo de vivir y compartir con otros, pero también seamos luz para los que ahora lo necesitan. Dejemos que nazca la LUZ.

“Se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador,
Pues llega el Mesías, el Hijo de Dios.

Vendrá como el cierzo,
doblando las ramas del árbol soberbio.
Vendrá como brisa,
meciendo las mieses del campo repleto.

Vendrá como justicia,
blandiendo la espada que vence al infierno.
Vendrá generoso,
colmando de bienes al pobre y al enfermo.

Vendrá como el rayo,
rasgando la nube que oculta el misterio.
Vendrá pregonando
la buena noticia que anuncia su reino. Amén. (Himno)


Hna. Ana Isabel Pérez.
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