Nostalgia de plenitud

Vida
Durante nuestra vida acostumbramos a vivir momentos de todo tipo; la alegría se hace presente en muchos momentos, la tristeza enturbia esa expresión de felicidad en otros espacios, la rabia domina a veces nuestra generosidad y entrega, y la ofuscación y el miedo cierran toda posibilidad de encontrarnos con nosotros mismos…; de hecho, podríamos seguir avanzando en encontrar cuáles son esos momentos por los que pasamos, pero tal vez sería interminable porque el ser humano es así, un misterio y un encuentro… pero lo que sí es seguro es que todo lo que vivimos es camino que ayuda a seguir construyendo lo que somos. El ser humano busca para encontrar algo más grande, busca para llegar a la plenitud de todas las cosas, de lo que hace, de lo que vive, de las personas que tiene cerca, del ambiente en el que se mueve, del Absoluto, en definitiva.

Pero llegar a la plenitud no es sendero fácil, es un camino largo que a medida que se recorre se descubre la belleza no sólo de lo que se observa sino de lo que se siente y de lo que se es. Tenemos nostalgia de esa plenitud y por ello seguimos buscando sin cesar lo que nos hace felices y seres completos, y para ello es necesario descubrir también los otros momentos menos agradables ya que son éstos, los que dan sentido profundo a esa plenitud. Sentir nostalgia es querer vivir en búsqueda continua de lo que nos hace realmente nosotros mismos, el amor. Esa nostalgia sólo se sacia cuando nos sumergimos en ese amor.

Siempre aspiramos a grandes objetivos y para llegar es necesario reconocer que primero pasamos por nuestra propia pobreza, ya que es lo único que tenemos en nuestras manos y a continuación, esta pobreza hace que el esfuerzo y las ganas de encontrar ese amor rompan la normalidad de nuestra vida para darle un sentido profundo, un sentido que nos desinstale de la mediocridad, la rutina y el conformismo. Esa ruptura nos lleva a descubrir la grandeza de ese amor que hace que lo difícil se haga sencillo, por eso dejémonos sorprender por cada momento que nos toque vivir y vivámoslo con el convencimiento de que siempre encontraremos la manera de llegar hasta ese amor que da sentido a la vida. Texto: Hna. Conchi García.
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