Una función del padre de familia es preocuparse por la esposa y por los hijos. Cuantas veces el padre trabaja de sol a sol para que no falte el pan en la mesa y además del pan algo más, que tengan lo indispensable para vestir, para la escuela, etc. Cierto, que actualmente, también la madre, además de preocuparse de los quehaceres del hogar, trabaja fuera del mismo para contribuir a los gastos de la familia.
En un matrimonio bien unido puede haber preocupaciones pero nunca habrá desencuentros. Se comparten las alegrías y las penas. Un ejemplo único de padre lo tenemos en San José. San Mateo en el relato de su evangelio es muy atento en acumular elementos que testifican que Jesús es el Mesías, el esperado. No se le atribuye en el mismo el nombre de padre a San José en el sentido físico pero si el que en todo momento está de pie para cumplir los mandatos del Señor: Conducir a su hijo fuera de los peligros que le acechan. Llevar a Jesús a Egipto. Siempre es José el que se preocupa del niño y de su esposa, es él el que organiza la huida, es él el que salva al Salvador.
¡Qué gran figura la de este santo! Ni una sola palabra sobre él recogen los evangelios, pero si unos hechos trascendentales. Pidamos a San José por los padres de familia, especialmente cuando sepamos de alguno que vive momentos de apuro. Texto: Hna. María Nuria Gaza.