“Uno a tu derecha y otro a tu izquierda”

Amor
Son muchas las veces que hemos leído este evangelio de Marcos 10, 35-44, cuando los discípulos quieren sentarse a la derecha o izquierda de Jesús.

No podemos negar que es un hecho muy humano y a su vez, muy reconocido en nuestra sociedad. En la actualidad, cuando se habla de buscar la felicidad o de fijar metas en la vida, muchas veces van en la línea de llegar al propio bien a costa de lo que sea, de pasar por encima de quien sea…; es decir, de buscar poder. Un poder que ciega, un poder que se convierte en dueño y señor de nuestro ser y un poder que rompe con todo lo bueno y positivo que tiene el ser humano.

Pedir a Jesús estar sentados a la derecha e izquierda provoca en el resto un rechazo porque es sinónimo de egoísmo, de no ser capaz de pensar nada más que en uno mismo y para uno mismo, y esto no podemos disfrazarlo de nada más. Jesús intenta hacerles ver que lo importante no es estar en primera fila, sino que el objetivo es caminar juntos, en equipo… saber identificarte con las alegrías y penas de los otros, luchar por la justicia y dejar que los primeros puestos se conviertan en el alivio y cercanía para con los demás.

“El que quiera ser grande entre vosotros, que sirva a los demás”, esta frase tan conocida de Jesús no es ejemplo en una sociedad donde prima el individualismo y el beneficio propio, pero sí es la receta para encontrar esa felicidad que el ser humano espera. Ser grande no de poder sino de ternura y amor para con los otros; ser grande no para ponerse en primera fila sino para observar quién necesita de nosotros… Por eso, busquemos esa fila donde podamos ver la realidad de la gente, donde nos sentemos de frente y no de espaldas a ellos.Texto: Hna. Conchi García.
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