La fuerza del amor
Después de un rato diciendo cosas y pensando otra cosa más sobre la Navidad, profundizamos un poquito más. ¿Pero qué es la Navidad en realidad? Sería interesante que no nos quedáramos tan contentos y conformásemos con cualquier cosa, hemos de decir en voz alta que este día existe por el nacimiento de Jesús, que quien crea en nosotros ese sentimiento de bondad, de escucha, de amar… es Dios encarnado. Lástima que no sea cada día del año que sepamos escuchar y nos sintamos llamados a querer a los otros, a preocuparnos por la suerte de los que tenemos cerca, a querer ayudar sin esperar recompensa…; porque no seremos más felices buscando algo a cambio, al contrario, se regala lo que se tiene y sale del corazón, y no podemos decir que ofrecemos y escuchamos si esperamos un pago por ello. La verdadera felicidad nace sin nada, con un corazón limpio y eso es lo que nosotros tendríamos que alcanzar, la paz y alegría interior… dar gratuitamente, sin rencores, olvidando malos momentos y procurando que los buenos sean muchos y desde el corazón.
Que Dios nazca en nosotros, que tengamos el corazón repleto, pero de amor, de generosidad y de preocupación por los otros. Esto es lo único que podrá hacer cambiar de verdad nuestras vidas, porque sólo el amor tiene esa fuerza. Texto: Hna. Conchi García.