Es muy lamentable que la justicia española en algunos casos usa medidas extremas y en otros tiene una manga muy ancha que pasan por ella casos inaceptables. ¿Cómo puede ser que una joven asaltada por cinco energúmenos, algunos de ellos
con oficios que exigen la máxima honradez, salgan del juzgado con cargos menores y la víctima, por decirlo así, quede en figurillas?
Ya digo que en este país es peor robar unas manzanas que violar, falsear documentos y otros muchos etcéteras. ¿Dónde vamos a parar si no ponemos remedio? Nuestro país va a ser el hazme-reír de las naciones. La tan católica España va a quedar como la injusta España. De ejemplar nada. ¡Qué tristeza!
Por favor, los que tiene poder arreglen estos desaciertos o mejor dicho estas injusticias para que la honradez y la justicia sean valoradas como es debido.
Jesús proclamó bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia.Texto: Hna. María Nuria Gaza.