"Parecía actuar usted últimamente como una especie de Casado gallego" Gracias, señor Feijóo
"Ha disipado la duda que teníamos algunos sobre usted"
"¿Qué tiene que ver el CGPJ con la definición y penas del delito de sedición? Temo que ha confundido usted la gimnasia con la magnesia"
"Perdone usted pero ya sabe que los políticos están para ser criticados o comentados por los ciudadanos, porque no trabajan para sí mismos sino para la ciudadanía"
"Perdone usted pero ya sabe que los políticos están para ser criticados o comentados por los ciudadanos, porque no trabajan para sí mismos sino para la ciudadanía"
Gracias sí: porque ha disipado la duda que teníamos algunos sobre si usted podría ser el configurador de esa derecha civilizada que tanto necesita este país: una derecha amante de la seriedad y la responsabilidad frente a la ligereza irresponsable de algunas izquierdas. Pero me temo que no: más bien parecía actuar usted últimamente como una especie de Casado gallego.
Y la confirmación definitiva la ha arrojado esa increíble barbaridad de suspender el arreglo de los problemas judiciales porque Sánchez ponía en marcha la revisión del delito de sedición. ¡Después de la dimisión del sr. Lesmes, después de las advertencias de Bruselas, desoye usted todo eso y se saca de la manga un chantaje no demasiado ético! La gravedad del asunto no parece haberle preocupado mucho.
Hay una pregunta que no logro responderme: ¿qué tiene que ver el CGPJ con la definición y penas del delito de sedición? Temo que ha confundido usted la gimnasia con la magnesia. Igual podría haberle dicho a Sánchez que no iba usted a dialogar sobre los jueces si él no desayunaba pulpo gallego: no se ve la relación entre ambas cosas pero, al menos, con este otro chantaje, se haría usted daño solo a sí mismo y no a toda la derecha hispana.
De hecho, si el sr. Sánchez no hubiera cometido ese gran error táctico de abordar lo de la sedición antes de que estuviera resuelto el escándalo de los jueces, las dos cosas habrían seguido adelante sin interferir una en la otra.
Usted tiene pleno derecho a no estar de acuerdo con que se revise lo de la sedición. ¡Por supuesto! Pero entonces el camino es llevar el asunto al Parlamento y discutirlo allí, en lugar de hacer entrar la cuestión por una puerta falsa. Personalmente, yo sospecho que ese delito de sedición necesita ser revisado porque no es clara su definición y son exageradas sus penas.
De hecho, en la página 24 de La Vanguardia del domingo 30, tiene usted una lista de lo que es ese delito (o su equivalente) en varios países de Europa y la pena que se le asigna. Y esa comparación favorece el juicio de que ese delito necesita una reelaboración entre nosotros. Cosa por otro lado muy explicable puesto que era uno los artículos inéditos de nuestra Constitución sobre el que no hay ninguna jurisprudencia acumulada. Que esa revisión beneficie a algunos, no importa ahora: a lo mejor no les beneficia sino que repara una injusticia.
En fin, don Alberto: perdone usted pero ya sabe que los políticos están para ser criticados o comentados por los ciudadanos, porque no trabajan para sí mismos sino para la ciudadanía. Como los ciudadanos debemos saber que lo que les decimos a ustedes es una opinión particular, que aún no puede ser llamada verdad universal.
Un saludo cordial, pues, a pesar de las diferencias.