"Nadie cree solo, todos estamos unidos por la fe" El Arzobispo Dal Toso: “La misión es de todo bautizado: aumentan los laicos y las familias misioneras”
"En este momento histórico cobra más fuerza el elemento de universalidad de la Iglesia, que mira hacia el mundo entero. Mientras la humanidad vive en la época de la pandemia, entendemos cómo estamos profundamente conectados entre nosotros", dice el Subsecretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y Presidente de las Obras Misionales Pontificias (OMP)
(Agencia Fides).- “El sentido profundo de la Jornada Mundial de las Misiones (JMM) es mantener vivo el sentido de misión en todos los bautizados. En este momento histórico cobra más fuerza el elemento de universalidad de la Iglesia, que mira hacia el mundo entero. Mientras la humanidad vive en la época de la pandemia, entendemos cómo estamos profundamente conectados entre nosotros. La Jornada de las Misiones, a nivel eclesial, quiere ayudar a mantener vivo el elemento de la universalidad de la fe: nadie cree solo, todos estamos unidos por la fe en Cristo, independientemente del lugar donde vivamos”: así lo ha declarado a la Agencia Fides el Arzobispo Giampietro Dal Toso, Subsecretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y Presidente de las Obras Misionales Pontificias (OMP), con vistas a la celebración de la Jornada Mundial de las Misiones, que se celebra el 18 de octubre de 2020.
El arzobispo señala: “Estamos agradecidos al Papa porque, en su Mensaje, titulado 'Aquí estoy, mándame', destaca el aspecto de la responsabilidad y la respuesta de todo bautizado y subraya el aspecto vocacional que nunca falla: necesitamos personas que dediquen su vida al anuncio del Evangelio, específicamente a la misión ad gentes.
Esperamos y rezamos para que el Espíritu Santo inspire en los jóvenes la vocación específica de proclamar el Evangelio en tierras de misión. La Jornada de las Misiones es también un día de oración: al orar por las misiones, tengamos también presente la petición de nuevos ‘obreros para la viña del Señor’, dispuestos a dar la vida por Él.
Un aspecto importante, también subrayado en el Dossier que publicará la Agencia Fides el 16 de octubre, con motivo de la JMM, es el crecimiento de misioneros laicos y familias misioneras: “Es un hecho muy reconfortante no sólo desde el punto de vista numérico, sino sobre todo porque indica que todos, no solo los sacerdotes y consagrados, se sienten responsables de la misión evangelizadora de la Iglesia”.
A este respecto Mons. Dal Toso relata un episodio: “La semana pasada la Dirección de las OMP en Viena premió a algunos misioneros: de tres experiencias, dos eran familias misioneras. Existen grandes realidades en la Iglesia que envían familias enteras en misión, como el Camino Neocatecumenal, porque la familia misma da testimonio de la fe y evangeliza. Es un dato importante porque realiza lo que se ha dicho en el Mes Misionero Extraordinario, celebrado el año pasado: 'Bautizados y enviados'. Es el bautismo lo que nos hace cristianos y, como cristianos, somos testigos y heraldos de Cristo”.
La Jornada Misionera es también el momento de la colecta global para el Fondo de Solidaridad Universal con la que las Obras Misionales Pontificias apoyan a las Iglesias jóvenes: “La colecta universal es parte, desde el principio, de la Jornada Misionera: a la oración por las misiones se añade el aspecto caritativo. Como toda alma necesita un cuerpo, las Iglesias necesitan estructuras y personal: esto requiere un compromiso económico. El Papa estableció recientemente un fondo especial en las OMP a favor de las iglesias jóvenes afectadas por el Covid-19. A pesar de las dificultades de este momento histórico, apelamos a la generosidad de los fieles: gracias al compromiso de las Direcciones Nacionales de las OMP, será posible ir más allá de la colecta dominical y utilizar, por ejemplo, formas y métodos de donaciones en dinero a través de la web”.