El arzobispo llama al diálogo entre el ejército y los milicianos tribales Cardenal Charles M. Bo: "Depongan las armas... un alto el fuego en Myanmar podría salvar el país"
El arzobispo de Rangún apoya el llamamiento del pontífice y del secretario general de la ONU para detener el estruendo de las armas y salvar a la población de la pandemia
Ante el riesgo de una catástrofe humanitaria en Myanmar, pide diálogo y apertura entre el ejército y los milicianos tribales
Recuerda que los encuentros de las Religiones por la paz, organizados en el país en el pasado, “han mostrado que el diálogo y la coordinación entre todas las partes es posible y fructífero”
"Las operaciones militares -vengan de donde vengan- destruyen la nación". Critica duramente por ello a China, que vende armas a los grupos rebeldes y al ejército birmano
Recuerda que los encuentros de las Religiones por la paz, organizados en el país en el pasado, “han mostrado que el diálogo y la coordinación entre todas las partes es posible y fructífero”
"Las operaciones militares -vengan de donde vengan- destruyen la nación". Critica duramente por ello a China, que vende armas a los grupos rebeldes y al ejército birmano
| Francis Khoo Thwe
(AsiaNews).- “Las consecuencias de la pandemia son catastróficas para la salud pública y para la vida económica y social… No es momento para una escalada del conflicto”: es lo que afirma el Card. Charles Maung Bo, en una declaración difundida anoche. El arzobispo de Rangún se suma al pedido de Papa Francisco y del secretario de la ONU, Antonio Guterres, por un cese del fuego global, que ahora se torna más urgente debido a la pandemia.
El purpurado también puntualiza el valor que esto tendría para Myanmar, donde en los últimos meses se asiste a una escalada en los enfrentamientos entre las milicias étnicas y los militares, como está sucediendo en el Estado de Shan y entre los Chin, en Rakhine. “Estoy convencido – dice – de que las continuas operaciones militares, precisamente cuando el país entero está sufriendo por la crisis [sanitaria], tendrán consecuencias catastróficas para nuestra nación”.
Muchas organizaciones internacionales afirman que Myanmar está en riesgo de una catástrofe sanitaria, por carecer de estructuras sanitarias de base.
Es por eso que el Card. Bo hace un llamamiento: “Es hora de tomar la decisión de hacer de Myanmar una nación unida, pacífica, próspera, y como un miembro de la familia de las naciones. El conflicto vuelve a Myanmar particularmente vulnerable. Los líderes nacionales y de las etnias pueden optar entre el camino de la confianza y la cooperación por el bien de todos, y así unir a la nación, o seguir la senda del conflicto, que sin duda nos llevará a un desastre todavía más profundo por las consecuencias abrumadoras para aquellos que ya están sumidos en una enorme angustia”.
El Covid 19 no solo no ha parado, sino que ha intensificado los combates entre el ejército de Myanmar y el Arakan Army en el norte del Estado de Rakhine. En la foto, civiles intentan parapetarse del fuego cruzado en un campo de desplazados en Minbya.
Vía @cape_diamondpic.twitter.com/JeFYLfgY3x— Ignasi Calbó (@ignasicalbo) April 24, 2020
Luego, citando un discurso de Aung San Suu Kyi, la consejera de Estado, el purpurado expresa su aprecio por algunos pasos que el Ministerio de Salud ha dado en este sentido, pero afirma: “Las continuas y crecientes operaciones militares – vengan de donde vengan – contradicen todas estas iniciativas iluminadas: soldados cuya vida se ve amenazada al ser expuestos a este virus invisible y asesino. Civiles tomados como blancos de militares y bombardeados. Peligran las negociaciones de paz por las continuas amenazas y agresiones. Una economía extenuada y llevada al borde del colapso por las aventuras militares. Y los picos de contagio que se producen en los campos de refugiados entre personas recluidas y hacinadas que también amenaza a la población circundante”.
El Card. Bo alude a los grupos armados en Camerún, Filipinas, Yemen y Siria, que ya han aceptado reducir la violencia en nombre de la amenaza de la pandemia.
Por último, invitando a “deponer todas las armas y todo acto de agresión”, recuerda que los encuentros de las Religiones por la paz, organizados en el país en el pasado, “han mostrado que el diálogo y la coordinación entre todas las partes es posible y fructífero”.
La Iglesia Católica “está dispuesta, en todo momento, a alentar y mediar un diálogo renovado entre las diversas partes”, concluye.
En los últimos días, el Card. Bo hizo acusaciones muy duras contra el Partido Comunista Chino señalándolo como responsable de la epidemia de coronavirus. Es probable que aquella acusación también tuviera en mente este llamamiento por la paz: de hecho, China vende armas a los grupos rebeldes y al ejército birmano.
This is in Myanmar of Rakhine state.
— UN was died for true in Rakhine (@lx9Zu4Jk5MtbE1I) April 24, 2020
Burmese Tatmadaw-Make fire to innocent village and boom shot heavy weapon.
Please,the UN come to take Min Aung Hlaing and Daw Su Kyi to the ICC.
Myanmar Tatmadaw is always kill innocent peoples in Rakhine .@YangheeLeeSKKU@POTUS@UN 😭😭😭😭 pic.twitter.com/0H3j33LDe7
It is really breaking my heart to see civilians hiding from the clashes between #Myanmar army and AA(Arakan army). They can't even stay home to hide from Covid-19 because they have bigger visible threat. #stopcivilwar#protectthecivilians#rakhine
— Maung Thar Sein (@KThwey) April 24, 2020
Photo- Rakhine ethnic group pic.twitter.com/BYxCy2Sxet