Las copias estarán disponibles para la Iglesia tanzana y la de los países vecinos El Código de Derecho Canónico en suajili
Encargada en 2013 por la Conferencia Episcopal de Tanzania, la tarea ha sido completada tras cuatro años de trabajos de adaptación de los conceptos canónicos a este idioma
P. Henri Mchamungu: "No ha sido una tarea fácil puesto que el trabajo de traducir leyes fue muy difícil a la hora de encontrar palabras apropiadas en swahili que reflejaran con precisión el significado pretendido"
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(OMP).- El texto legal más importante de la Iglesia, el Código de Derecho Canónico, se acaba de publicar en la lengua franca del oeste de África, el suajili, de manera que sea accesible a los fieles laicos. Fue en 2013 cuando la Conferencia Episcopal de Tanzania encargaba a la Comisión de Derecho Canónico que preparara la traducción al suajili, una tarea que han coronado tras cuatro años de trabajos de adaptación de los conceptos canónicos a este idioma.
El padre Henri Mchamungu, profesor del Seminario Carlos Lwanga y Secretario de la Comisión de Derecho Canónico explicaba que “no ha sido una tarea fácil puesto que el trabajo de traducir leyes fue muy difícil a la hora de encontrar palabras apropiadas en swahili que reflejaran con precisión el significado pretendido”. Se han impreso 4.000 copias del Código de Derecho Canónico que estarán disponibles para la Iglesia tanzana y la de los países vecinos.
El Papa Francisco explicaba en febrero la importancia del derecho en la vida y pastoral de la Iglesia, al recibir a los miembros del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos: “El derecho es una condición del amor. Dar a conocer y aplicar las leyes de la Iglesia no es una traba para la presunta ‘eficacia’ pastoral de quienes quieren resolver los problemas sin el derecho; al contrario, es la garantía de la búsqueda de soluciones no arbitrarias, sino verdaderamente justas y, por tanto, verdaderamente pastorales. Evitando soluciones arbitrarias, el derecho se convierte en un baluarte válido en defensa de los últimos y de los pobres, en un escudo protector para aquellos que corren el riesgo de ser víctimas de los poderosos de turno. Lo vemos hoy; vemos cómo en este contexto de guerra mundial a trozos, siempre hay una ausencia del derecho, siempre. Las dictaduras nacen y crecen sin el derecho. En la Iglesia no puede pasar eso”.