Jóvenes cristianos de todo el mundo exigen a la Iglesia que "abra sus puertas a todos" "La Iglesia debe aceptar las nuevas formas de vida siendo inclusiva y apoyando a las mujeres"
Jóvenes de Pakistán, Kenia, Tanzania, Uganda, Mongolia, Alemania y EE.UU. disciernen los retos del proceso sinodal para los jóvenes de las periferias
Desafortunadamente, las cosas no están a la altura de las expectativas, porque cuando preguntas a distintas personas si están al tanto de los procesossinodales, te das cuenta de que muy pocas lo están
Esperábamos que los ministros y autoridades de la Iglesia desempeñaran un papel clave proporcionando material y creando espacios seguros donde los jóvenes se reunieran para plantear sus puntos de vistacon libertad
Creemos que la Iglesia es nuestra madre, pero la falta de claridad en cuestiones relacionadas con el colectivo LGBTQ disminuye la confianza de los jóvenes a hablar y participar en la Iglesia
Esperábamos que los ministros y autoridades de la Iglesia desempeñaran un papel clave proporcionando material y creando espacios seguros donde los jóvenes se reunieran para plantear sus puntos de vistacon libertad
Creemos que la Iglesia es nuestra madre, pero la falta de claridad en cuestiones relacionadas con el colectivo LGBTQ disminuye la confianza de los jóvenes a hablar y participar en la Iglesia
| Alloys Nyakundi. Kenia, Africa
Esta carta pública es de los miembros de la Pequeña Comunidad Cristiana en Línea de Jóvenes Adultos en Búsqueda (OYASSCC). OYASSCC es un grupo internacional y diverso de jóvenes adultos que se reúnen dos veces al mes en Zoom. Buscamos encontrar el lugar que nos corresponde dentro de la Iglesia Católica. Contamos con 20 miembros de diferentes países del mundo (Pakistán, Alemania, Kenia, Tanzania, Uganda y EE.UU.). Hemos seguido de cerca el proceso sinodal y ahora ofrecemos algunas reflexiones.
Los jóvenes dicen que el proceso sinodal les da esperanza como jóvenes porque es visto como una oportunidad para hablar de los problemas que afectan a los jóvenes. Desafortunadamente, las cosas no están a la altura de las expectativas, porque cuando preguntas a distintas personas si están al tanto de los procesossinodales, te das cuenta de que muy pocas lo están. Esperábamos que los ministros y autoridades de la Iglesia desempeñaran un papel clave proporcionando material y creando espacios seguros donde los jóvenes se reunieran para plantear sus puntos de vistacon libertad.
Que el proceso se abra a todos
Esperábamos y seguimos esperando que este proceso se abra a todas las personas, independientemente de que sean conservadoras o progresistas. Los líderes deberían escuchar al Espíritu Santo para que les guíe en lugar de dejarse guiar por sus intereses. Todas las personas deberían estar abiertas a escuchar al Espíritu Santo para conocer la voluntad de Dios y lo que el Espíritu nos llama a hacer hoy.
Una y otra vez, no se suele dar prioridad a la participación de los jóvenes en las Pequeñas Comunidades Cristianas que existen en África y en otros continentes. La Infancia Misionera Pontificia (de las OMP) y la Asociación de Mujeres Católicas (AMC) están bien atendidas por el clero y los religiosos, pero los jóvenes necesitan personas expertas que sepan cómo tratarlos y escucharlos hoy. Si no, sería una contradicción decir que los jóvenes son el futuro de la Iglesia. Si no nos ocupamos de los jóvenes ahora, ¿esperaremos que sean comprometidos en su vida adulta? Hay que crear espacios donde puedan compartir su fe y seguir animándolos a no perder nunca el horizonte.
Los jóvenes, centro de atención
Los jóvenes deben ser el centro de atención de la Iglesia. La pastoral de la Iglesia debería estar dispuesta a buscarlos allí donde estén sin discriminarlos, en medio de las periferias. Nos faltan estructuras de apoyo como mentores, ministros y líderesque puedan acompañar fielmente a los jóvenes. La mayoría de los líderes de la Iglesia católica siempre están dispuestos a trabajar con jóvenes que siempre apoyan su agenda y nunca ponen objeciones, jóvenes que no sean críticas. Esto es triste, porque los que critican a la Iglesia son considerados malas personas y rara vez tienen la oportunidad de hablar o sentarse en la mesa para discernir la toma de decisiones que se hace en una comunidad eclesial o parroquia. Cuando surgen conflictos a causa de la división entre los líderes provocada por el nepotismo, los clanes, el tribalismo o el analfabetismo, los jóvenes africanos buscan otras vías adecuadas donde encontrar paz y sentirse acogidos y escuchados.
Muchos jóvenes sufren depresión, estrés, conflictos familiares y desempleo o ganan muy poco para cubrir sus gastos y sobrevivir. Esto les hace perder la fe cuando no encuentran consuelo y apoyo en la iglesia
LGTBQ y mujeres, asignaturas pendientes
Muchos jóvenes sufren depresión, estrés, conflictos familiares y desempleo o ganan muy poco para cubrir sus gastos y sobrevivir. Esto les hace perder la fe cuando no encuentran consuelo y apoyo en la iglesia. Creemos que la Iglesia es nuestra madre, pero la falta de claridad en cuestiones relacionadas con el colectivo LGBTQ disminuye la confianza de los jóvenes a hablar y participar en la Iglesia. Es triste que ministros de nuestras comunidades eligen jóvenes que consideran moralmente rectos y repudian a los que califican de inmorales. No reconocen que todos siguen siendo sus hijos e hijas. Es necesario que la Iglesia abra sus brazos y acoja a todos sus miembros porque, en las comunidades africanas, la comunidad LGBTQ se enfrenta a mucha persecución y rechazo. Los tiempos están cambiando y tenemos que ofrecer soluciones a nuestros retos.
La iglesia debe aceptar la nueva forma de vida siendo inclusiva y apoyando a las mujeres. Las mujeres son pilares en la iglesia al igual que los hombres, y confiarles la oportunidad de liderar puede ser transformador. El sábado 19 de noviembre de 2022, durante la Misa de la Juventud de la archidiócesis de Nairobi, el arzobispo Phillip Anyolo hizo esta pregunta a los jóvenes: ¿A quién de ellos le gustaría ser sacerdote? Algunas jóvenes presentes se levantaron muy ilusionadas y dijeron que les gustaría ser sacerdotes. El arzobispo no las desanimó ni las condenó, pero les dijo que quizá, a medida que avanzamos, deberíamos empezar a tener esta conversación. Nuestra pregunta es: ¿cuándo tendrán las mujeres la oportunidad de hacerlo, si no se les permite? Sería una buena experiencia si nos dan espacio para reflexionar y discernir los temas difíciles en la Iglesia sin que nos censuren, callen o excluyan.
Desertar de la Eucaristía
La mayoría de los jóvenes desertan de la Eucaristía debido a las estrictas doctrinas que les impiden disfrutar de este precioso don que Cristo nos dejó. Por ejemplo, a las mujeres jóvenes que dan a luz antes del matrimonio no se les debería negar la Eucaristía y segregarlas de las actividades para jóvenes adultos. Algunas tienen historias tristes detrás de sus embarazos que alguien debería considerar y ayudar. La iglesia debería tener actividades para que estas mujeres jóvenes se sientan parte de la comunidady no sigan despreciadas por la sociedad.
Los jóvenes también quieren que se les escuche. Esperamos que la Iglesia católica de Kenia tienda la mano a los marginados. A muchos jóvenes les ha roto el corazón el statu quo y quieren ver un cambio. Muchos de ellos optan por reunirse fuera de las iglesias, donde se sienten cómodos y acogidos por sus iguales. En lugar de disuadirles de utilizar las redes sociales, la iglesia debería orientar a los jóvenes sobre cómo utilizarlas positivamente a nivel pastoral. Por ejemplo, promoviendo pequeñas comunidades cristianas en línea para jóvenes. Es lo que hemos hecho y está dando frutos hermosos, porque nuestra comunidad en línea para jóvenes adultos ofrece un espacio seguro para los jóvenes, donde pueden compartir sus frustraciones y preocupaciones con libertad y enriquecerse al compartir. La iglesia tiene que buscar formas alternativas de llegar a los jóvenes de su entorno "ampliando su tienda" para que acoja a todos y a todas sin discriminación alguna. Los medios sociales son una plataforma que, bien utilizada, ayudará en la evangelización.
En resumen, recomendamos lo siguiente:
1.Invertir en personas que puedan llegar y servir más allá de los confines de la parroquia y encontrarse con los jóvenes allí donde están, en los márgenes.
2.Acompañar a sus familias vulnerables.
3.Ayudar a los jóvenes a discernir su vocación.
4.Los adultos deben tener una actitud cariñosa, confiada y tranquilizadora hacia los jóvenes.
5.Los adultos están abiertos a la escucha y al diálogo. Los jóvenes cometen errores y necesitan a alguien que les acoja y no les asuste o rechace por ello.
6.Encontrar formas prácticas de acompañar a los jóvenes.
7.Ser empático con las necesidades reales de los jóvenes.
8.Advertir a la Iglesia de que no se aproveche de los jóvenes porque muchos tienen poco o ningún sustento económico y necesitan trabajar para ser independientes.
9.A los jóvenes les atraen las misas animadas, con bailes y danzas. Se aprecia en la Capellanía Cristo Rey de la Universidad de Kenia, donde los jóvenes participan activamente durante la misa. La emulación de esto por parte de otras iglesias puede atraer a los jóvenes a la iglesia y crear un hogar para ellos.
Los jóvenes de Kenia esperamos que nuestras opiniones cuenten y sean vitales en las decisiones derivadas del Proceso Sinodal en curso.
Kenia, Africa.
4 de diciembre de 2022
Etiquetas