(Cameron Doody).- El cardenal Gerhard Müller parece no poder superar el hecho de que no lo querían en Roma. El ex-Prefecto de Doctrina de la Fe ha arremetido contra "fuerzas ocultas" en el Vaticano "del país de origen del Papa" que, con su empeño por reformar la Iglesia, sus "sentimientos anti-romanos" y "perjuicios contra la Curia", conspiraron para que fuera echado del antiguo Santo Oficio.
"Desde el principio, ciertas fuerzas ocultas sugirieron que yo era un obstáculo en el camino del Papa y para sus nociones del Papa y de la Iglesia, y publicaron sus opiniones", dijo el purpurado alemán en una entrevista con "Report München" en la televisión alemana, recogeLa Croix.
Müller explicó que dichas fuerzas estaban convencidas de que sería mejor para la Iglesia que alguien con un "enfoque distinto" fuera Prefecto de Doctrina de la Fe: la "única y sola razón" que puede encontrar el cardenal que explique su no renovación. En este sentido, afirma que su sucesor, el jesuita español Luis Ladaria, "está en la misma onda que yo".
Por otra parte, el cardenal alemán volvió a criticar Amoris laetitia, la exhortación apostólica del Papa Francisco, tildándola de "teológicamente débil".
"Empaquetar su mensaje en una sola nota de pie -considerando cuánta importancia tiene la cuestión- simplemente no vale", opinó el purpurado, refiriéndose a la apertura del escrito papal a que los católicos divorciados y vueltos a casar por lo civil puedan volver a la disciplina sacramental.
Por último, Müller reiteró sus críticas al estilo de Bergoglio, y a los que hacen hincapié no en sus palabras, sino en las "sensaciones" que provoca. "Uno ha de preguntarse por qué debe causa tanta sensación que el Papa le lave los pies a la gente" cuando, al fin y al cabo, "eso es algo que hacen todos los obispos," reflexionó el cardenal. "Sería mejor escuchar al mensaje de fe del Papa antes que prestar atención a los elementos secundarios...: los zapatos negros, Santa Marta...", concluyó Müller.