"Todo obispo está obligado a impedir estos actos sacrílegos". El ex prefecto de Doctrina de la Fe, Gerhard Müller, parece decidido a erigirse en el 'Papa' de los 'antipapa'. Sólo así se entiende el comunicado enviado a varios portales pseudoinformativos de la órbita tradicionalista, en el que tildó de "blasfemia" el contenido de 'Fiducia supplicans', la declaración del dicasterio que él mismo presidiera durante años, y firmada por el Papa Francisco, que permite las bendiciones a parejas 'irregulares' o uniones de personas del mismo sexo.
En su disertación, Müller critica la falta de textos bíblicos o del Magisterio previo a Francisco "que sustenten las conclusiones" del documento del Dicasterio, que dos años antes había rechazado la posibilidad de bendecir parejas homosexuales.
"Este orden se basa en las diferencias sexuales entre hombres y mujeres. Bendecir una realidad que se opone a la creación no sólo es imposible, sino también un desafío a la blasfemia", finalizó el purpurado, quien recalcó que quien no se oponga a las bendiciones "iría en contra" del Evangelio de Jesús.