“El papel de la mujer debe ser el mismo que el de cualquier creyente”, dice la nueva secretaria de la Comisión Bíblica Nuria Calduch: “Lamentablemente, no creo que veamos mujeres diaconisas ni sacerdotes en la Iglesia católica”

“El papel de la mujer debe ser el mismo que el cualquier creyente”. La doctora Nuria Calduch, nombrada este martes nueva secretaria de la Pontificia Comisión Bíblica, responde a RD después de unos días “de locura”. Esta reconocida biblista, autora de numerosas publicaciones y que desde 2014 ya conoce desde dentro el funcionamiento de este organismo vaticano, considera su designación como “una gran sorpresa, una gran responsabilidad y un motivo de agradecimiento".

No esconde Calduch que queda mucho por hacer para trabajar por la plena igualdad, y sostiene cómo “lamentablemente”, aún no ha llegado la hora de que las mujeres puedan acceder a los ministerios ordenados. Hablamos con ella.

¿Qué supone este nombramiento para usted? 

Una gran sorpresa, una gran responsabilidad y un motivo de agradecimiento.

¿Es un nuevo espaldarazo a la mujer por parte del Papa Francisco? 

Papa Francisco respalda a la mujer tanto en la Iglesia como en la sociedad. Ha dado prueba de ello en numerosas ocasiones. Por lo que se refiere a la Pontificia Comisión Bíblica, no hay que olvidar que ya en el 2014 fuimos nombradas las tres primeras biblistas. Ahora ya somos cinco en el grupo y, además, en lugar de un Secretario, por unos años será una Secretaria la persona encargada de liderar el grupo.

¿Cuál debe ser el papel de la mujer en la Iglesia?

El mismo que el de cualquier creyente.

Usted formó parte de la comisión que estudió el diaconado femenino. ¿Podría alcanzarse algún tipo de reconocimiento ministerial a la mujer? ¿Veremos mujeres diaconisas o sacerdotes? ¿Es verdaderamente relevante o un velo para no abordar la auténtica problemática?

La comisión de la que formé parte hizo su trabajo estudiando la figura de las mujeres diácono en la Iglesia primitiva y en la historia. Sus conclusiones se retuvieron insuficientes y el Papa nombró recientemente otra comisión. El tema sigue estando sobre el tapete, aunque lamentablemente no creo que veremos (al menos yo y las personas de mi generación) ni mujeres diáconos ni sacerdotes en la Iglesia católica.

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