Así lo confirmó el director de la Oficina de Prensa vaticana, Matteo Bruni, respondiendo a las preguntas de los periodistas.
El Acuerdo Provisorio fue firmado en Pekín el 22 de septiembre de 2018 por representantes de la Santa Sede y de China con la esperanza compartida de fomentar un camino de diálogo institucional y contribuir positivamente a la vida de la Iglesia católica en China, al bien del pueblo chino y a la paz en el mundo.
Renovado por otros dos años en 2020, el Acuerdo no concierne directamente a las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y China, ni al estatus jurídico de la Iglesia católica china, ni a las relaciones entre el clero y las autoridades del país, sino exclusivamente de nombramiento de los obispos, con el objetivo pastoral de que los fieles católicos puedan contar con obispos que estén en plena comunión con el Sucesor de Pedro y, al mismo tiempo, sean reconocidos por las autoridades de la República Popular China.