El patriarca de Jerusalén abre la Puerta Santa en la tierra que vio nacer a Jesús Pizzaballa: "Hablar de esperanza es difícil cuando a nuestro alrededor se habla de guerra, violencia o pobreza"

Pizzaballa abrió la Puerta Santa en Jerusalén
Pizzaballa abrió la Puerta Santa en Jerusalén Patriarcado Latino de Jerusalén

"Creer en Dios no consiste en saberse el credo de memoria, sino en ser conscientes de la presencia de Dios en la propia vida"

En la apertura del Año Santo 2025, el Patriarca latino de Jerusalén, cardenal Pierbattista Pizzaballa, hizo un llamamiento a la esperanza. El domingo dijo que la esperanza es la fuerza motriz y el fundamento de toda iniciativa. «Sin la confianza de que tendremos éxito, no nos pondremos a trabajar», prosiguió Pizzaballa. La esperanza también requiere fe, ante todo en Dios, así como paciencia».

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Sin embargo, el cardenal admitió que en tiempos difíciles debido a las guerras, el odio y la violencia, es difícil hablar de esperanza y creer en ella, sobre todo «cuando todo a nuestro alrededor habla de guerra, violencia, pobreza y dureza de la vida». Esto se ha vivido durante demasiado tiempo en Tierra Santa, especialmente en el último año, continuó Pizzaballa.

Pizzaballa: la presencia de Dios en nuestra vida

También dijo que creer en Dios no consiste en saberse el credo de memoria, sino en ser conscientes de la presencia de Dios en la propia vida. Creer en Dios también significa no confiar sólo en tus propias obras y capacidades. Significa compartir tu vida y tu pasión con Dios y confiársela.

El Año Santo es un año jubilar en la Iglesia católica. Se celebra regularmente cada 25 años. El lema del Año Santo 2025 es «Peregrinos de la esperanza». Los peregrinos pueden obtener la indulgencia del castigo de los pecados no sólo en las peregrinaciones a uno de los lugares santos del Jubileo o a una de las cuatro basílicas papales mayores de Roma. También hay tres lugares de indulgencia en Tierra Santa: la Iglesia de la Natividad en Belén, la Basílica de la Anunciación en Nazaret y la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén.

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