El enfoque de ambos textos está "en la persona actuante, y no sólo en las normas" Schönborn: "La lucha sobre 'Amoris laetitia' sería mucho más pacífica si los críticos estudiaran el Catecismo"
(Cameron Doody).- Defensa contundente del cardenal Christoph Schönborn de la exhortación apostólica del Papa Francisco Amoris laetitia, un escrito que, a juicio del purpurado austriaco, está firmemente "en la línea del Catecismo". Lugar este último donde los críticos de La alegría del amor deben acudir, ha añadido, para entender el enfoque del texto "en la persona actuante, y no sólo en la objetividad de las normas".
En ocasión del 25 aniversario del Catecismo, Schönborn -uno de los principales impulsores de este compendio de la doctrina de la Iglesia- ha concedido una entrevista a Kathpress en la que ha dado cuenta de los éxitos y fracasos de este cuarto de siglo de existencia del libro.
Reflexionando sobre los progresos de la Iglesia en este período de tiempo -que han pasado, en particular, por los Sínodos sobre la Familia en 2014 y 2015, la publicación de la Amoris laetitia o el redescubrimiento de la categoría de la "misericordia de Dios" en el pontificado del Papa Bergoglio- el purpurado observó que "la tercera parte del Catecismo, que trata de la moralidad, proporciona las mismas condiciones de las que el Papa hace uso" en su exhortación apostólica. En La alegría del amor, continuó Schönborn, Francisco "cita al Catecismo varias veces, la parte moral del Catecismo, donde además de la formulación clara de las normas, el enfoque está siempre en el camino de la persona".
Cabe recordar que las críticas de la Amoris laetitia por parte de los cuatro cardenales de los 'dubia' o de los firmantes de la llamada "corrección filial" se han centrado exclusivamente en la cuestión de que el escrito relaja o no la disciplina de la Iglesia respecto al acceso de los sacramentos para los fieles divorciados y vueltos a casar por lo civil. Una fijación equivocada, según el cardenal, a la luz no solo de la totalidad de la exhortación apostólica, sino también del Catecismo, que pone su mirada sobre "la condición de la acción, libertad y responsabilidad humanas, las circunstancias de la vida, y la situación concreta en la que tiene lugar el acto moral de la persona", más allá de cualquier norma sobre ello que se pueda formular de antemano.
Es por eso que Schönborn sostuvo en su entrevista con Kathpress que "la lucha sobre 'Amoris laetitia' sería mucho más pacífica si los críticos estudiaran los fundamentos del catecismo", los cuales están "orientados enteramente hacia Tomás de Aquino". De modo igual, de hecho, que la propia Amoris laetitia, según sostuvo el mismo Papa en su encuentro con los jesuitas de Cartagena de Indias.
Lo importante del Catecismo, prosiguió el cardenal de Viena, es su reconocimiento "que todo acto moral acontece dentro de una narrativa, en la historia de un ser humano concreto, con las huellas, posibilidades, condiciones, circunstancias de la vida, las limitaciones y oportunidades de la propia libertad". El enfoque exacto que Schönborn destacó como "la contribución importante de la Amoris laetitia".
Dado que la Amoris laetitia "trata de las condiciones de la acción humana", para entenderla hay que leer la parte correspondiente en el compendio de doctrina de la Iglesia. Y si uno hace esto "pronto descubrirá que el Papa Francisco está en la línea del Catecismo", zanjó el purpurado vienés.