En el 76º día de asedio el arzobispo agradece la acogida a los refugiados ucranianos Shevchuk: "Al envolver a los caminantes y a los refugiados, envolvemos el cuerpo de Cristo"

Sviatoslav Shevchuk
Sviatoslav Shevchuk

En su mensaje diario, el arzobispo gecolatino de Ucrania, Sviatoslav Shevchuk, reflexiona sobre la acogida al extranjero. La acogida tiene significado muy especial para el país

"Hoy, millones de ucranianos se han quedado sin hogar. Según las Naciones Unidas, más de 12 millones de ucranianos han abandonado ya sus hogares. Más de 5 millones han abandonado su patria y buscan protección", lamenta

"Quiero dar las gracias a todos los que han abierto sus corazones y sus hogares a los refugiados ucranianos. Al envolver a los caminantes y a los refugiados, envolvemos el cuerpo de Cristo"

Queremos rezar por aquellos que se ven obligados a abandonar sus hogares. Especialmente por más de un millón de ucranianos expulsados a la fuerza por los rusos de su patria: hoy están en los llamados campos de filtración. En realidad, se trata de campos de concentración

En su mensaje diario, el arzobispo gecolatino de Ucrania, Sviatoslav Shevchuk, reflexiona sobre la acogida al extranjero. La acogida tiene significado muy especial para el país. 

"Quiero dar las gracias a todos los que han abierto sus corazones y sus hogares a los refugiados ucranianos. Al envolver a los caminantes y a los refugiados, envolvemos el cuerpo de Cristo"

Hoy, el arzobispo quiere rezar por "aquellos que se ven obligados a abandonar sus hogares. Especialmente por más de un millón de ucranianos expulsados a la fuerza por los rusos de su patria: hoy están en los llamados campos de filtración. En realidad, se trata de campos de concentración"

"Dios, te agradecemos que estés presente entre nosotros en la imagen de un viajero, en la imagen de un refugiado, en la imagen de una persona sin hogar", reza.

Mensaje completo

¡Cristo ha resucitado!

Mis queridos hermanos y hermanas en Cristo.

Hoy es martes, 10 de mayo de 2022. Ucrania vive su 76º día de esta brutal guerra emprendida por Rusia contra el pueblo ucraniano y su Estado. El día y la noche de ayer fueron muy difíciles para Ucrania.
Hay fuertes combates en todas las líneas del frente en el este y el sur. Ayer se produjeron combates especialmente duros en la región de Luhansk, donde hay una gran concentración de tropas de ambos bandos, y ayer no se pudo evacuar a más civiles.

Un brutal ataque con cohetes afectó ayer a Odesa y su región. Muchas personas se ven obligadas a abandonar sus hogares y huir de las tragedias de la guerra.

Pero Ucrania se defiende. Ucrania se resiste. El ejército ucraniano defiende valientemente su patria, sorprendiendo al mundo entero. El pueblo ucraniano está cada vez más unido para apoyar, por un lado, a su ejército y expulsar al enemigo de su tierra, y por otro, para curar las heridas de esta guerra.

Hoy me gustaría reflexionar con ustedes sobre otra obra de caridad muy importante: "la acogida del extranjero".

La hospitalidad con los viandantes, la atención especial y la misericordia con los que han perdido su hogar y se ven obligados a buscar un destino mejor en una tierra extranjera, ha sido durante mucho tiempo una de las formas importantes de culto. Recordamos cómo, al recibir a los tres caminantes, el patriarca Abraham recibió en su tienda a Dios mismo en Tres Personas. Jesucristo enseña a sus discípulos que un día, cuando venga por segunda vez en la gloria, sentado en su trono como juez, dirá: "Fui forastero y me acogisteis". Por eso, lo que hacemos al caminante es la hospitalidad con la que envolvemos a los desamparados, es la adoración de Dios mismo. Esta es la reverencia que recibe Jesucristo, mostrada personalmente a Él, a nuestro Dios y Salvador.

Hoy en día, entre las dificultades de la guerra, millones de ucranianos se han quedado sin hogar. Según las Naciones Unidas, más de 12 millones de ucranianos han abandonado ya sus hogares. Más de 5 millones han abandonado su patria y buscan protección, buscando ayuda fuera de Ucrania.

Hoy, aprovechando esta oportunidad, quiero dar las gracias a todos los que han abierto sus corazones y sus hogares a los refugiados ucranianos. De este modo, honras a Cristo mismo presente en medio de ti. Quisiera dar las gracias, en particular, a todos nuestros hermanos y hermanas de Ucrania que comparten lo que tienen para acoger a los desplazados internos.

Hoy en día, probablemente no haya una ciudad ucraniana libre en la que no se acoja a los refugiados. En el sur, en el norte, en el centro de Ucrania, especialmente en el oeste de Ucrania... Es tan importante que en todos aquellos a los que abrimos nuestras casas, que buscan refugio con nosotros, veamos realmente la persona de Cristo mismo.

Juan Crisóstomo enseña a sus fieles: "¿De qué sirve adornar los tronos de Dios con manteles de oro si no veis, no honráis el cuerpo de Jesucristo presente en el mendigo que pide limosna bajo el pórtico del templo?
Por eso, al acoger, al envolver a los caminantes y a los refugiados, envolvemos el cuerpo de Cristo presente en aquellos que él nos envía a su imagen y semejanza.

Refugiados

Hoy queremos rezar de manera especial por todos aquellos que se ven obligados a abandonar sus hogares. Rezamos especialmente por más de un millón de ucranianos expulsados a la fuerza por los rusos de su patria: hoy están en los llamados campos de filtración. En realidad, se trata de campos de concentración situados en territorio ruso. Desde allí, tras los interrogatorios y las torturas, son trasladados a las vastas extensiones del este de Rusia.

Dios, te agradecemos que estés presente entre nosotros en la imagen de un viajero, en la imagen de un refugiado, en la imagen de una persona sin hogar. Dios, te damos gracias por todos los que te ven en la imagen del que llama hoy a nuestras puertas y a nuestros corazones necesitados.

Dios, bendice a Ucrania. Dios, bendice a los niños de Ucrania. Dios, bendice al ejército de Ucrania. Dios, concede el céntuplo a todos los que hoy te honran, Dios y Salvador nuestro, con actos de misericordia.

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