"Que la comunicación no sea un arma", afirmo el patriarca ucraniano en la presentación de los trabajos del sínodo de la Iglesia ucraniana en Roma Shevchuk confía en Francisco y en alcanzar la paz: "Tenemos grandes esperanzas en la misión del cardenal Zuppi"

Conferencia de la Iglesia ucraniana tras el sínodo de Roma
Conferencia de la Iglesia ucraniana tras el sínodo de Roma

El arzobispo mayor informó en una conferencia en el Colegio de San Josafat sobre los trabajos del Sínodo de la Iglesia greco-católica ucraniana, celebrado en Roma del 3 al 13 de septiembre

Estos días, los participantes se reunieron con el Papa Francisco, el cardenal Pietro Parolin y otros miembros de la Curia romana

"El Santo Padre nos ha dicho que está con nosotros. Debemos transmitir bien su mensaje, conseguir que la información no sea un arma"

Sobre el viaje del cardenal Zuppi destacó que "China es un actor geopolítico importante"

(Vatican News).-Una oportunidad de diálogo para presentar al Santo Padre las "heridas sangrantes" del pueblo ucraniano, empezando por la hemorragia de casi cinco millones de personas que huyen a otros países, para escuchar la voz de los obispos de las comunidades ucranianas en el extranjero o de los pastores de territorios atacados como Karkhiv, Odesa, Donetsk ahora exiliados en Zaporizhzhia. Una oportunidad, también, para compartir algunas dudas y limar malentendidos con el Papa Francisco.

El arzobispo mayor Sviatoslav Shevchuk habló de un "Sínodo de la esperanza"al presentar hoy a la prensa en el Colegio Ucraniano de San Josafat de Roma los trabajos del Sínodo de la Iglesia greco-católica ucraniana, que comenzó el 3 de septiembre y terminó ayer miércoles 13. Diez días de trabajo en los que los cerca de cuarenta y cinco miembros tuvieron una audiencia privada con el Papa Francisco y escucharon los informes del cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado vaticano, y del cardenal Matteo Zuppi, enviado especial del Santo Padre en misión para "aliviar las tensiones" en Ucrania.

La misión del cardenal Zuppi

Precisamente sobre la misión del cardenal Zuppi, que comenzó en Ucrania y continuó en Moscú, Washington y, desde ayer, en Pekín, se detuvo el arzobispo mayor, que la calificó como "un signo claro de que el Papa no se resigna a la guerra, de que la Santa Sede y el Santo Padre no son indiferentes a lo que está sucediendo en nuestro país, de que se están buscando todas las posibilidades para poner fin a esta guerra sin sentido que algunos han calificado de 'deicida'".

Hubo y sigue habiendo diversos contactos con el cardenal: "La visita a Kiev fue muy importante, todo lo que pusimos en sus manos lo llevó a Moscú, especialmente el tema de los niños. Le dimos una lista de muchos civiles ucranianos, secuestrados, torturados, desaparecidos a causa de la agresión rusa. Hoy existe un mecanismo de intercambio para los prisioneros de guerra, pero no para liberar a los civiles... Secuestrar a un civil va contra el derecho internacional humanitario, ¡es un crimen!".

Civiles secuestrados y torturados

"Miles de civiles ucranianos son secuestrados y torturados", exclamó Shevchuk, recordando también a los dos redentoristas, el padre Ivan Levytsky y el padre Bohdan Geleta, secuestrados en noviembre del 2022 y de los que "hemos perdido la pista". "Pusimos el asunto en manos del cardenal Zuppi y nos dijo que lo había llevado a la máxima atención en Rusia". Son "grandes esperanzas", pues, las que tiene la Iglesia greco-católica ucraniana en la misión del presidente de la CEI:

"Lo acompañamos con nuestras oraciones. La misión es importante, sabemos que China es un gran actor geopolítico, dispuesto a trabajar por la paz. Sería interesante saber cuál es la propuesta de paz china para Ucrania...".

La conferencia sobre los trabajos del Sínodo greco-católico ucraniano con el arzobispo Shevchuk

Una paz justa y segura

"Paz", una palabra que según el arzobispo Shevchuk ha cambiado de significado con el tiempo, siendo "mutilada" y "desacralizada". La paz que desean los ucranianos es la que el propio cardenal Zuppi reiteró en el encuentro de San Egidio celebrado en Berlín, "justa y segura". Es decir, explicó el prelado, "una paz que respete ciertos principios morales y las leyes internacionales. Si un acuerdo de paz va contra la ley, es un crimen".

Los famosos diez puntos del programa del gobierno ucraniano, presentados por el presidente Zelensky, "no son más que diez destrozos del derecho internacional, diez crisis provocadas por la agresión rusa: desde el desafío a la seguridad del Estado hasta la crisis ecológica, con la destrucción de la presa que fue un ecocidio". Subir estos "diez escalones" puede conducir a una "paz justa". Y también a una paz "segura", de las que perduran en el tiempo, pues de lo contrario "es sólo una tregua".

Dos horas de diálogo con el Papa

El tema volvió varias veces durante los trabajos del Sínodo y también en los diversos encuentros con representantes de la Curia romana. Reuniones fructíferas las define el arzobispo Shevchuk, es más, "muy importante y vital" fue la mantenida con el Papa. Un encuentro que se produjo tras la polémica de hace quince días por unas palabras – ya aclaradas por el propio Francisco en el avión desde Mongolia – en el encuentro con un grupo de jóvenes rusos. Declaraciones por las que había intervenido el propio Shevchuk, pidiendo una aclaración.

"Con el Papa fueron dos horas de diálogo fraterno, sincero, abierto, auténtico. Anticipó una hora el encuentro para dar a los obispos la oportunidad de hablar, de expresarse, de hablar al corazón del Padre. Hablamos de los muchos dolores y él dijo: ustedes tienen otro dolor, quizás duden acerca de con quién está el Papa, pero yo les aseguro que estoy con ustedes... Estas palabras fueron un mensaje de consuelo. Ahora debemos convencer a la gente de este mensaje, debemos comunicarlo bien".

Audiencia del Papa con los miembros del Sínodo greco-católico ucraniano

Que la información no sea un arma

Para el jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana, transmitir los verdaderos mensajes del Papa es un verdadero "desafío", ya que, en parte debido a las malas interpretaciones y a las informaciones utilizadas como "armas"e "ideologías", en los últimos meses se ha producido un cambio radical en la percepción de la imagen del Pontífice entre la opinión pública. El arzobispo Shevchuk citó encuestas y porcentajes que muestran un descenso de la confianza de la población ucraniana en el Papa, "antes de la invasión rusa considerado el líder religioso más respetado, incluso más que cualquier líder ortodoxo".

Este tema, informó el arzobispo, se tocó también en los encuentros en Roma y en los diálogos con los representantes de los Dicasterios: "Al Papa y a sus colaboradores les hemos manifestado la plena disponibilidad de todos los católicos para estar a su lado, dispuestos a comunicar las auténticas intenciones del Santo Padre y a ser intérpretes de su paterna solicitud por nuestro pueblo".

Declaraciones de Podoljak

En concreto, se trata de establecer una estrategia de comunicación que pueda garantizar una "visión objetiva de los acontecimientos" y que también despeje el campo de la propaganda o de las "opiniones privadas" que, en cambio, obtienen una amplia resonancia pública. Como las expresadas recientemente por Mychajlo Podoljak, asesor del residente Zelensky, que en el transcurso de una entrevista criticó al Papa Francisco, descartando cualquier posible "papel mediador" por su parte, juzgándolo "prorruso y no creíble".

"En la Liturgia en San Pedro, tuvimos ocasión de hablar con los embajadores ucranianos ante la Santa Sede e Italia, preguntamos si el asesor del presidente expresaba su opinión personal o la posición del gobierno ucraniano. La respuesta fue que se trataba de una opinión privada", dijo el arzobispo Shevchuk. "No estoy seguro – subrayó – de que el gobierno ucraniano haya cerrado todas las puertas a la Santa Sede, no sólo para colaborar por el bien del país, sino también para buscar conjuntamente la oferta de paz de la misión del cardenal Zuppi.

En Ucrania no debemos despreciar a los amigos, sino buscar amigos, porque sin el apoyo global de la sociedad internacional Ucrania no resistirá".

Podoljak

Comunión entre los católicos

Asimismo, es crucial preservar la "comunión católica universal" en un momento en que la guerra ha provocado profundas fisuras, especialmente en la Iglesia ortodoxa. La comunión "es la fuerza de la supervivencia de nuestro pueblo", afirmó el arzobispo Shevchuk. Si la crisis provocada por el conflicto "no ha degenerado en tragedia humanitaria" es precisamente gracias a la red de solidaridad: "En Ucrania no ha muerto nadie de hambre, frío u otras causas humanitarias a las que haya podido llegar la caridad católica".

Esto da esperanza ahora que llega otro invierno: “Volvemos a casa confirmados en la fe católica, crecidos en la comunión con el Sucesor de Pedro, y con gran esperanza: el Señor es quien nos ayudará a afrontar nuestros retos pastorales en Ucrania y en el mundo”, dijo el arzobispo mayor.

Una "pastoral del trauma"

Ciertamente, formular un nuevo enfoque pastoral: "Una pastoral del trauma", la definió el arzobispo Shevchuk: "En Ucrania, el trauma de la guerra va en aumento. Nos damos cuenta de que la existencia de nuestro país no sólo depende de las armas que envíen para detener al agresor, sino también de la capacidad de afrontar el trauma". "Todos estamos heridos – dijo el prelado – y nos hemos dado cuenta de que todos nosotros, sacerdotes, obispos, monjes, debemos aprender una nueva forma de acompañar al pueblo".

Los periodistas conversan con el arzobispo Shevchuk

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