Villancicos selectos de tres, o más, poetas
Del asombro del villancico
Como introducción muy sugerente me permito presentar algunos textos del hermoso artículo del recordado José Luis Martín Descalzo: "Del asombro del villancico" (tomado de "Apócrifo de María", Sígueme 1990). Más allá de que los espirituales o frívolos versos que presentaremos sean romance, villancico o letrilla, de arte menor o soneto..., lo importante es que, en general, fueron escritos con amor, piedad, ternura... La Navidad es un misterio repetido e intenso. Y sigue estando ahí, como un guiño hacia lo trascendente...
Nos escribe Martín Descalzo:
"Creo que, si tuviera que definir la Navidad con sólo dos palabras, elegiría, sin dudar, éstas: Alegría y Asombro. Y, si tuviera que hacerlo con una sola, me quedaría con la segunda de las dos: Asombro. Asombro, porque lo que en ese día ocurre es algo tan desconcertante (eso de que Dios baje a ser uno de nosotros), que sólo porque Él mismo lo ha revelado podemos creerlo. De otro modo lo juzgaríamos una fábula hermosa, pero imposible.
Y, sin embargo, esa «fábula» es cierta: Dios prendido y prendado por su amor a la criatura, se hizo igual a ella; se hizo, no sólo hombre, sino bebé, inerme, indefenso. Nada más hermoso, nada más grande podía ocurrirle a la Humanidad. Y, para celebrar ese prodigio insólito, los hombres han volcado sobre la Navidad todo cuanto conocían de ternura y belleza. Tal vez ningún otro tema haya recogido en torno suyo tantas maravillas pictóricas, musicales, poéticas.”
En la página de hoy seleccionamos tres notables poemas, sospechando siempre que nos equivocamos; pero nos gusta jugar y sorprender.
NO TE DUERMAS, HIJO
El Niño, humano al fin, da cabezaditas porque tiene sueño (los recién nacidos se pasan el tiempo durmiendo). Le hace cosquillas la Poeta de Guardia para que no se pierda ninguna de las maravillas que suceden en esta Noche de Corazón y Ángeles. Habla la Madre:
VILLANCICO DEL NIÑO DORMILÓN
No te duermas, Hijo,
que están los pastores.
Ellos te traen quesos,
ellos te traen flores.
Hijo, no te duermas,
que vienen los Magos.
Melchor, si le vieras,
los ojos muy largos,
Baltasar muy negros
y Gaspar muy claros.
Hijo no te duermas
que nace mi llanto.
No cierres los ojos,
que te está mirando
un pastor sin madre
que vino descalzo
a ofrecerte un cuenco.
Cuenco de sus manos
lleno de azulinas
de las de tus campos.
¡Hijo, no te duermas,
que te están rezando!
PERO EL VILLANCICO NO LE FLORECÍA
No es desconocida la habilidad de Antonio Murciano para el verso corto, la canción, la copla, ya que es uno de los grandes líricos y estudiosos del flamenco. Ha cumplido lúcidamente los 90 y sigue abierto a la alegría, a la esperanza, desde una fe cristiana que da sentido a su fecundo existir. En “Villancico del poeta más torpe” se dibuja el juglar de Arcos calentando por Navidad la pluma y el corazón, pero sin fuego lírico, sin pentecostés de llama. Pero no. Le llegó a la puerta un ángel mensajero y ardió el amor por la candela de sus manos, por la caricia de sus versos.
ViLLANCICO DEL POETA MÁS TORPE
Una noche en blanco
llevaba el poeta
sobre la cuartilla,
sin inspiración;
una noche dando
brillo al pensamiento
y gracia a la mano,
cuerda al corazón;
una noche entera
de recuerdos niños,
de querer ponerle
música a la voz;
pero el villancico
no le florecía,
ni encontraba tema,
ni forma de amor;
cuando, de repente,
a la puerta llaman:
-¿Quién es?... Le responden:
-A la paz de Dios…
Una noche blanca
y no vió el poema,
y hasta abrió la puerta
y hasta pan le dio.
SIN QUE SE LE CAIGA DE LAS MANOS LA PÁGINA DE ANUNCIOS
Podemos asomarnos ahora a otra experiencia lírica, de Jesús Munárriz, en torno a la Navidad. Lugar: una estación de metro. Tres insignificantes personajes duermen arrebujados en un banco del andén, en las primeras horas de un frío día de invierno. Meditad, meditemos la terrible realidad del desamparo, y cómo afecta a la vida de seres inocentes:
NAVIDAD
Ninguno de los dos habrá cumplido
aún los veinte años.
En un banco de una estación del metro,
al abrigo del hielo,
duermen por la mañana,
él sin que se le caiga de las manos
la página de anuncios de un diario,
ella con la cabeza
sobre el hombro de él.
Muy cerca, un cochecito
donde agita los brazos, silencioso,
un chavalín de meses.
¿Droga? ¿Alcohol? ¿Sólo sueño?
Al calor suburbano, gratuito,
de los transportes públicos
–aquí no llega la mañana fría–
echa una cabezada
la sagrada familia.
NAVIDAD CON 40 POEMAS ILUSTRADOS
Del misterio de la Navidad se han escrito los más bellos poemas. Meditarlos, cantarlos, rezarlos, bailarlos... llena de gozo el alma y acerca al corazón calor y luz de otra orilla. Y siembra en nuestro pecho la bendita noticia de que Dios se ha hecho hombre y el hombre se hace amor.
La imagen inicial de la muchacha abierta al misterio de la noche corresponde a la página índice de "Reír, Pensar, Rezar, Bailar la Navidad". Las alegres ramas de "Nido de Poesía" reservadas para versos de Navidad, contienen ya, diríamos, 40 poemas, 40 avecicas batiendo alas para volar al hombro de hermanos que siguen la estrella.
Descubrirás en cada página un hermoso poema ilustrado, acaso algo de música, pulsandoaquí.