La ONG Alboan, junto con CVX y el centro Arrupe Etxea de Bilbao organizaron este miércoles una nueva cita de las charlas informativas en torno a su campaña “Somos Amazonía. Defendemos nuestra casa común”.

En esta ocasión las personas invitadas eran el jesuíta Alfredo Ferro, secretario ejecutivo de la CEAMA (Conferencia Eclesial Amazónica), y Lily Calderón, que forma parte de la coordinación del núcleo de DDHH de la REPAM (Red Eclesial de la Pan Amazonía). 

La primera en intervenir fue Lily Calderón quien hizo una descripción de los recursos de la Amazonía y su repercusión ecológica, económica y social a nivel mundial, para posteriormente denunciar los abusos y ataque que sufre este pulmón de la tierra y las comunidades indígenas que la habitan. “Si fuésemos conscientes de la importancia que tiene la Amazonía para Europa, seguramente se implicarían más en su defensa”. 

Por su parte Alfredo Ferro quiso exponer el papel de la Iglesia en aquellas tierras. Reconoció que existe una diversidad en las formas y maneras de entender el papel de la Iglesia, la evangelización, la pastoral y la misión profética. Así, reconoció que en una misma iglesia local se pueden dar incoherencias denunciando las medidas gubernamentales y paralelamente confraternizar con los poderosos en celebraciones religiosas. Ferro se siente muy en la línea del Papa Francisco, y, reconociendo que el papado de Francisco no podrá culminar la tarea iniciada por él su deseo es que “le suceda un Francisco II”. 

“Somos Amazonía” es una campaña de las ONGs jesuitas Alboan y Entreculturas cuyo objetivo es la movilización de la ciudadanía contra el cambio climático, defender la Amazonía y proteger a los pueblos que la habitan. 

Tras la exposición de los ponentes se dio paso a la participación de los asistentes en un coloquio que abordó de manera especial el tema del papel de la mujer en la Iglesia, y en concreto en la Amazonía. Ferro aclaró que hay dos posturas contrapuestas entre las mujeres que defienden su derecho a participar en igualdad con los hombres en todos los aspectos y tareas de la Iglesia y quienes reniegan de participar en un clericalismo femenino.

Por su parte Lily Calderón apuntó que “en la REPAM hay un núcleo de mujeres con mucha fuerza y personalidad y resistencia que trabaja en la defensa de las mujeres visibilizando sus problemas y sus demandas intentando y buscando que los compromisos expresados en el Sínodo no se queden en papel mojado”.

Non solum sed etiam

Durante la participación de los asistentes alguien preguntó "qué podemos hacer desde aquí". Y entre las posibles acciones que se plantearon estaban la de ayudar a sensibilizar a los demás sobre estos temas y, por qué no empezando por dar ejemplo y cambiar nuestros hábitos.