Más de seiscientas personas se reunieron en las campas de Estíbaliz para celebrar un año más el Berakah Eguna. Con este encuentro se cierra el curso 23/24 que ha estado cargado de noticias, de actividad, de servicio, de lucha, y de formación. Así por ejemplo en este año la  formación ha contado con la participación de personalidades como Sor Lucía Caram o el Padre Ángel, quienes junto a Jesús Prieto han ofrecido a los casi 300 voluntarios la oportunidad de reflexionar sobre el servicio a los pobres. 

El día a día de Berakah se desarrolla fundamentalmente en el espacio Betania, donde se realiza la acogida de los nuevos usuarios, se ofrece de lunes a viernes el café calor y se desarrollan los diversos talleres de formación e integración que pretenden ayudar a la comunidad inmigrante sobre todo, a adquirir recursos para su progresiva integración social y en un futuro también laboral. Costura, primeros auxilios, conceptos básicos de sanidad, lectura y comprensión lectora que junto a las clases de castellano y el apoyo escolar a los pequeños hace una gran labor, y también espacios para conocer las tradiciones, costumbres, gastronomía y fiestas locales. Todo ello respetando y salvaguardando las culturas autóctonas que cada cual trae de su país. 

Este año toda esta actividad y labor solidaria ha quedado grabada en un pequeño documental que TVE emitirá a comienzos del próximo curso dentro del espacio dominical Pueblo de Dios. 

En el apartado de denuncia Círculos de Silencio se ha mantenido fiel cada primer jueves de mes a las 8 de la tarde soportando hasta granizadas si era necesario para denunciar que queremos una ciudad acogedora, que no deriven los servicios sociales a los que les llegan a otras entidades para quitarse el problema de encima, que las instituciones aumenten los recursos de ayuda y acogida, que nadie se quede sin un plato de comida caliente ni un techo donde descansar. 

La fiesta en Estíbaliz comenzó con la que ya se ha convertido en una tradición de acogida a todos los grupos por parte de las peregrinas de la Eucaristía, una pancarta y cánticos reciben a los peregrinos y visitantes al cerro de la patrona de Álava y de la Diócesis. Tras la misa en la ermita románica una comida campestre con los más de 670 bocadillos de tortilla elaborados por las peregrinas de la eucaristía, a los que se acompañaba de una fruta, un dulce, un snack y una bebida, para dar cuenta de ello en las campas en torno al santuario. Mientras se esperaba la llegada de los bocadillos de tortilla una trikitixa fue amenizando el ambiente. 

La sobremesa este año estuvo amenizada por el grupo Blue Mikys Quartet que logró poner en danza a una parte de los asistentes. 

Y para concluir el momento más esperado del encuentro, el visionado del video resumen del curso y el descubrimiento del lema que presidirá el curso 2024/2025. En este momento se hizo presente el obispo de la Diócesis, Juan Carlos Elizalde, quien valoró la sabia nueva que llega a la diócesis desde África y Latinoamérica, poniendo como ejemplo las dos realidades presentes, las comunidades de peregrinos y peregrinas de la eucaristía y los usuarios de Berakah. Fue el encargado de descubrir el nuevo lema para el curso 2024/25 “Escucha y acompaña” sobre el que dijo que le hacía recordar el don de “soplar las brasas” “en todas las personas hay unas brasas que poder alentar”. 

 Por otro lado, en varios momentos fue recordada la persona de José Ángel López de Lacalle, el sacerdote diocesano que tras una experiencia misionera puso en marcha Berakah y le inspiró ese carácter ecuménico, intercultural e interconfesional que el obispo destacó de Berakah. Este sacerdote diocesano puso las bases de lo que hoy, 18 años después, es Berakah.

Non solum sed etiam

Ya son 18 los años de andadura de Berakah, un proyecto que puso en marcha el sacerdote alavés José Ángel Lopez de Lacalle, que falleció el pasado mes de mayo. Cada domingo se le recuerda en la eucaristía junto con la lista de todos los nombres que en cada celebración se ponen sobre el altar. Por lo general la lista de nombres de personas fallecidas, enfermas, y también por aquellos que cumplen años o celebran alguna ocasión, y se demora unos minutos el leer la lista completa, pero el gesto es tan importante que todos los asistentes escuchan con paciencia y cariño el largo listado. Este hábito fue recientemente valorado por el Papa Francisco en una celebración a la que asistió y en la que se dijeron uno a uno el nombre de todos los enfermos presentes en la celebración. En la Iglesia no somos un número, Dios lleva nuestro nombre grabado en la palma de su mano, como nos recuerda el profeta Isaías. 

Un bonus track 

Permitidme que os comparta un trozo de la homilía de Fidel Molina en la celebración del Berakah Eguna:(El Evangelio era de Marcos donde narra el envío de dos en dos a predicar)

“Yo lo había escuchado todo…había escuchado cómo los ponía en parejas y les decía a todos que era el momento de ponerse las pilas, de salir al mundo y plantarse en medio del mal y poner el bien, de ir por los caminos contando lo que supone querer a los que nadie quiere , de colocar palabras de acogida donde existe el odio y el racismo. Ahora os toca a vosotros, les dijo. Esto sonaba bien, pero ya me hago cargo de lo que sentirían aquellos doce amigos. La encomienda se las traía. Ir al mundo a seguir los pasos de Jesús, lo sabéis, no es nada sencillo. Por algo le mataron a Él. Plantarse en medio de este mundo y contar con nuestra vida, que si hay pobres es porque hay ricos, que si hay racismo es porque no queremos acoger, que si hay muertos en las fronteras es porque hay barreras y concertinas, que si hay personas que no tienen dónde dormir  ni qué comer es porque nos gastamos el dinero de los presupuestos de todos en otras cosas, que si hay egoísmo es porque solo pensamos en nuestro propio bien, y no queremos ni oir hablar de que somos hermanos, que si hay prostitutas es porque hay clientes, …y podría seguir.  Pues no, no es fácil. Y es que el Reino, lo de Dios no es fácil. Por eso Jesús necesitaba, y necesita, personas dispuestas a participar de su misión, a seguir.

Desde aquel rincón escuché cómo bajando su voz, como si de un secreto se tratara, les dijo que para que fuera posible, lo del Reino, sólo podían hacerlo sin mucho peso en la mochila. Un bastón, nada de pan, ni dinero, ni siquiera una túnica de repuesto. La cara de alguno se le cambió. Quizá no le entendieron bien al maestro. Yo sí sabía lo que quería decir. En Berakah también sabemos lo que quería decir. Jesús, de sobra conocía que si llenamos nuestra vida de cosas, que si ocupamos la mochila con el egocentrismo, con los prejuicios, con la comodidad, con la impaciencia, con mirar mi propio bien antes que el de los pobres, … pues el peso nos va a poder y en cuanto llegan las cuestas arriba, que llegan, en la vida siempre llegan, pues no vamos a ser capaces de seguir. 

Desperté de mi sueño y … me dí cuenta que Dios habla como quiere y cuando quiere. Y me sentí también enviado, de dos en dos, en familia. Sentí como me acababa de dar un empujón para que me plantara en medio del mundo y me pusiera a servir y a querer a los que menos importan. Sentí como me acababa de decir que me necesitaba y que solo con otros podría hacer posible un mundo mejor y parecido a como Él lo quiere. Sentí que ya no necesitaba de tantas cosas para anunciar y contar a los cuatro vientos que seguir a Jesús es lo mejor que te puede pasar en la vida. Sentí y me puse en camino. Y en el camino encontré a otros muchos, y dí gracias por ellos; Otros que también habían sentido el empujón de Dios, y dí gracias por ellos; Otros que también se dejaban la vida en servir a los más pobres, y dí gracias por ellos; Otros que soñaban un mundo como Dios lo sueña, que también soñaban con ser berakah-bendición, para los más pobres, y di gracias por ellos; Otros que decían que caminaban en familia , que se arropaban, acompañaban y animaban en la misión que sentían cada día, y dí gracias por ellos.”