En 2021 el Teléfono de la Esperanza cumplirá un lustro en España Cristóbal, presidente Teléfono de la Esperanza Álava: “faltan amigos al otro lado de la línea”
Más de cinco millones de llamadas en 50 años de existencia
En torno al 70% de las llamadas son por soledad
Declarada de "Utilidad Pública" desde 1972
Declarada de "Utilidad Pública" desde 1972
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
24 de diciembre. Este año muchos han renunciado a juntarse en Nochebuena, pero el teléfono ha sido la herramienta que ha mantenido unidas a familias, amigos y conocidos. La noche del 24 de diciembre de este año para José Antonio Cristóbal ha sido una noche más pendiente del teléfono.
31 de diciembre. Desde las diez de la noche hasta las siete de la mañana Cristóbal volverá a repetir otra noche especial en vela, atendiendo una de las tres líneas de que dispone el Teléfono de la Esperanza en Vitoria-Gasteiz. Un servicio que viene ofreciendo algo más que tiempo desde hace 41 años.
El Teléfono de la Esperanza de Vitoria fue puesto en marcha por el sacerdote Luis de Nicolás Martínez. Esta asociación es, desde sus inicios, independiente de la agrupación creada en Madrid y que acoge a las asociaciones de otros puntos de España, aunque tiene vínculos con la misma.
La soledad, uno de los grandes males de este mundo, que se ha visto agravado por la pandemia, se hace más crítica en fechas señaladas como la Noche Buena o la Noche Vieja.
Una treintena de asociaciones repartidas por toda España salen al paso de esta pandemia que, solo en Vitoria-Gasteiz, arroja cifras como: de las más de cinco mil llamadas atendidas el pasado año, cerca de dos mil corresponden a problemas de soledad o incomunicación.
La idea del teléfono de la Esperanza cumplirá 50 años este 2021 , y el calendario anual de la Federación que agrupa a la mayoría de asociaciones repartidas por la geografía española recoge este año las siguientes cifras de este lustro: cinco millones de personas atendidas; 375 mil con problemáticas suicidas; 250 mil atendidas en terapia personal; 1.125.000 entrevistas terapéuticas; diez mil cursos y talleres impartidos en los que han participado 375 mil personas; 125.000 voluntarios formados en los más de 7000 cursos organizados para la formación.
La primera asociación del teléfono nació en Sevilla en 1971 de la mano de un fraile de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, fray Serafín Madrid Soriano. Un año más tarde, 1972, esta iniciativa sería declarada de “utilidad pública” en toda España.
Pero todo es poco. Estas asociaciones sin ánimo de lucro viven de las cuotas de sus socios, y las que tienen suerte de subvenciones. La de Vitoria-Gasteiz, por ejemplo, sólo percibe una pequeña ayuda de Diputación y los 3.500€ de la Fundación Vital.
Pero su mayor activo son los voluntarios. Cristóbal se lamenta de cómo se ha ido reduciendo el número de voluntarios, “faltan amigos al otro lado de la línea”. Hoy son quince personas, de ellas cuatro psicólogos, pero no dan para cubrir un servicio 24 horas como sería de desear. Y en días tan señalados como el 24 o el 31 de diciembre solo Cristóbal, que preside la asociación vitoriana desde hace 20 años, y desde este 2020 asume el servicio nocturno de todo el año, desde las diez de la noche hasta las siete de la mañana.
Non solum sed etiam
En estas noches especiales de Nochebuena y Noche Vieja los medios de comunicación suelen recordar a las personas que trabajan en los turnos de guardia de los servicios esenciales, pero poco se suele mentar a los que, de forma voluntaria atienden servicios de “utilidad pública”.
Mis pinitos en la Radio los hice en La Voz de Euskadi, de la mano del sacerdote Emiliano del Campo, que fuera director de la pastoral del Sordo, Premio Ondas por su labor en la radio, y que, recuerdo, se pasó muchas noches, de estas especiales, junto al micrófono de una emisora, acompañando a los que estaban solos.
Mi homenaje y reconocimiento también a todos los que dan su tiempo desinteresadamente cualquier día y a cualquier hora del año.
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