No es la primera vez que la obra del consagrado artista alavés Eduardo Helguera viaja a la provincia de Palencia. En esta ocasión para quedarse. Este pintor, que no se prodiga en exposiciones y que trabaja sobre todo por encargo, ha sido el elegido para retratar al santo palentino que Benedicto XVI elevase a los altares el 11 de octubre de 2009. Esta fecha  podría ser la elegida para bendecir el cuadro de grandes dimensiones (195 x 120 cm) en la Iglesia de Santa María de la Asunción de Dueñas, destino del retrato del San Rafael, que para muchos sigue siendo el Hno Rafaél. 

El párroco de Santa María de la Asunción de Dueñas, D. Fidel, se puso en contacto con el artista para encargarle esta obra para la parroquia.  Además se da la circunstancia de que hay un cierto lazo afectivo entre el santo y la familia del pintor, dado que una hermana vive en Dueñas y ella ya tiene bastante relación con la Trapa. Por otro lado se da la circunstancia de que la mujer del pintor es nacida en Villasandino, la localidad burgalesa donde el santo pasaba sus descansos y donde se conservan recuerdos de su paso por allí. “Es casi un santo familiar, muy cercano” señala el pintor. 

Hablamos con el autor sobre la imagen escogida para el cuadro, ya que es una composición recreada por el mismo autor que ha optado por un rostro descubierto frente a la imagen más tradicional del Hno Rafael con la capucha del hábito cisterciense: “El Hno Rafael tiene muy pocas fotos y la mayoría son de muy mala calidad. Tengamos en cuenta que hablamos de fotos realizadas a principios del siglo XX. Fotos en blanco y negro. Por eso fui tomando imágenes y haciendo mi propia composición.  Hay una foto en la que aparece de cuerpo entero y con las manos en la postura que he escogido en el retrato, pero realmente no es la copia de ninguna foto sino una imagen original recreada por mi, escogiendo la puerta principal de la Trapa a sus espaldas y la cruz a uno de los lados.”

Siempre se dice que una de las claves de un buen retrato está en la mirada. Le preguntamos al autor sobre la misma: “lo que he intentado es hacer una mirada muy cercana, muy afable. Que te dé paz, que todo el cuadro te inspire paz.”

La ubicación del cuadro es, para el pintor, muy buena, “es una pared muy bien iluminada y bien situada en la iglesia”.

Este óleo sobre lienzo realizado casi a tamaño natural será bendecido e inaugurado en la iglesia de Santa María de Duelas con la presencia de los monjes de la Trapa que acudirán al acto, como así mismo lo hará el autor de la obra. Eduardo Helguera ha empleado tres meses para su realización. La idea ha sido realizar una obra austera, como lo es la vida cisterciense. 

Non solum sed etiam

Cerca de mi casa hay una tienda de enmarcaciones y el otro día al pasar me llamó la atención un cuadro de grandes dimensiones en un segundo plano del escaparate. Dudé pero enseguida supe que era el Hno Rafaél. Sin su habitual estampa con la capucha cisterciense, a cara descubierta, a las puertas de la que fue su casa, el monasterio cisterciense de San Isidro de Dueñas, su Trapa. 

Fue en la década de los 80 cuando supe por primera vez de este hombre a quien una buena amiga mía de Palencia siente verdadera devoción, hasta llevarlo tatuado en su brazo. A él se ha encomendado en situaciones ciertamente difíciles por las que ha pasado su familia. Es un santo de nuestros días, falleció muy joven, a los 27 años, en 1938.

Se han cumplido 90 años de su ingreso en la vida monástica y Dueñas lo celebra con un cuadro que ha salido de Vitoria-Gasteiz para viajar hasta su destino final, la iglesia parroquial de Santa María de Dueñas. Posiblemente con el tiempo se elaboren estampas con una oración en su reverso, y la imagen del cuadro se incorpore a la información que sobre el joven Rafael hay en internet. Yo siempre recordaré que al salir de mi casa un día me crucé con él.