Día de la Iglesia Diocesana en Vitoria con cifras Elizalde: “Nadie sobra, todos contamos, todas las fuerzas son necesarias”
Desde Vitoria se hace una labor solidaria ad intra, con los más vulnerables que viven a nuestro lado y ad extra con proyectos de cooperación y desarrollo en el mundo. El obispado ofrece la cifra de 12 pero podrían ser más si contabilizamos proyectos que han asumido grupos misioneros de las parroquias y colaboraciones con Ayuda a la Iglesia Necesitada
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
Un folleto distribuído por las parroquias de la Diócesis ofrece los siguientes datos sobre la Iglesia en el territorio de Álava, Condado de Treviño (Burgos) y la ciudad de Orduña (Vizcaya), que es la demarcación territorial que comprende la Diócesis de Vitoria.
Con una población en torno a los 400 mil habitantes en el capítulo de algunos sacramentos estas son las cifras: 657 bautizos; 795 Primeras Comuniones; 112 Confirmaciones; y 103 Matrimonios.
Evidentemente son cifras preocupantes.
Personas consagradas en la diócesis: 214 sacerdotes (con una media de edad que supera los 70 años, es la diócesis con la media de edad más alta entre sus sacerdotes en España); 492 religiosas (fundamentalmente) y religiosos (algunas órdenes han ido desapareciendo de la faz diocesana como recientemente sucedió con los dominicos); 6 diáconos permanentes (que desearían ser más); 88 monjas de clausura (que ya no hay monjes en esta Diócesis desde que marcharan los benedictinos de Estíbaliz a Lazkao).
Aspirantes al sacerdocio hay 20 (el 99% traídos de otros lugares del mundo) repartidos entre el Seminario Diocesano y el del Camino Neocatecumenal el Redentoris Mater.
Parroquias en activo se contabilizan 418 y 9 monasterios.
A estas cifras habría que sumar a las 17 mujeres y 5 hombres vinculados a las Asociación Pública de Fieles de derecho Diocesano que se encuentra a la espera de que Roma les conceda constituirse en Instituto Religioso. Son los conocidos como Peregrinas y Peregrinos de la Eucaristía. Los Peregrinos y Peregrinas de la Eucaristía, al igual que un largo número de iniciativas de vida consagrada y comunitaria de nuevo cuño están en estudio en la Santa Sede antes de concederles otro estatus jurídico reconocido en el Derecho Canónico. La llegada de este grupo ha bajado la media de edad de las personas que optan por llevar una vida consagrada a Dios y a la Iglesia y que desempeñan su labor pastoral en la Diócesis de Vitoria.
El mundo de la educación sigue siendo un pilar de la presencia de la Iglesia en la sociedad. Y en la Diócesis de Vitoria hay contabilizados 19 centros de enseñanza católicos concertados, que atienden a un total de 17.611 alumnos y alumnas. A los trabajadores de estos centros y al personal docente habría que sumar los profesores de religión de la escuela pública que son un total de 25 docentes que imparten en primaria, secundaria y bachiller.
Vitoria tiene una larga tradición misionera, y aunque las Misiones Diocesanas Vascas hoy solo contabilicen a tres alaveses como misioneros, a ellos se les podrían sumar los laicos que viven una pequeña experiencia misionera en los meses de verano. Pero la cifra de alaveses que están repartidos en el mundo como misioneros o misioneras es alta, la diócesis ofrece el dato de 145 aunque quizá este dato haya variado en los últimos años a la baja. La inmensa mayoría son religiosos y religiosas vinculados a órdenes e institutos de vida consagrada.
La vida Diocesana tiene también un aporte de cultura que no solo se concentra en el Museo de Arte Sacro de la Catedral Nueva que este año cumple 25 años desde su puesta en marcha. El rico patrimonio románico está dentro de los 70 inmuebles de interés cultural computados por la Diócesis.
Además de en la Catedral Vieja de Santa María proyecto estrella e icono del turismo en la capital alavesa, las instituciones públicas han valorado desde siempre el patrimonio cultural y artístico que aporta la Iglesia en Álava y así lo han demostrado con su participación en los proyectos de conservación y restauración.
Nuevamente a todas estas cifras habría que añadir el patrimonio material y el inmaterial que conservan entidades como la Cofradía de la Virgen Blanca o las Cofradías penitenciales propietarias de los pasos de Semana Santa .
En la dimensión caritativa de esta Iglesia en Vitoria se podría decir que hay tres buque insignia: Cáritas, Manos Unidas y Berakah. Cáritas cuenta con 627 voluntarios; Manos Unidas con 20 y Berakah con cerca de 300.
Desde Vitoria se hace una labor solidaria ad intra, con los más vulnerables que viven a nuestro lado y ad extra con proyectos de cooperación y desarrollo en el mundo. El obispado ofrece la cifra de 12 pero podrían ser más si contabilizamos proyectos que han asumido grupos misioneros de las parroquias y colaboraciones con Ayuda a la Iglesia Necesitada.
Otras cifras que se ofrecen en este campo son: 5 casas para ancianos y enfermos crónicos o con discapacidad; 3 centros de menores; 1 centro de rehabilitación para drogodependientes; 3 centros para la defensa de la familia y la vida; 2 centros para la promoción de la mujer y para las víctimas de la violencia y 6 centros de promoción laboral.
Y por último el capítulo económico que ofrece las siguientes cifras:
Total de ingresos 15.679.925,60 € de los cuales los más importantes son 5.028.873,25 € en concepto de patrimonio y otras actividades; 3.985.069,93 € de ingresos por servicios, subvenciones públicas corrientes, e ingresos de instituciones diocesanas; 3.679.586,36 € es la cantidad que recibe como asignación tributaria; y la aportación de los fieles vía sobre todo de colectas asciende a 2.294.897,79 €.
En el capítulo de gastos las acciones pastorales y asistenciales se llevan la mayor partida, el 32,69% algo más de 5 millones; la retribución al clero supone el 17,16% (2.690.124,98) y a los seglares “liberados” como se suele denominar a los laicos que trabajan para la iglesia en algunos casos se dedica el 9,56% (1.498.530,54€).
Non solum sed etiam
En la jornada del Día de la Iglesia Diocesana es muy común ofrecer cifras, pero todos sabemos que la Diócesis no son las cifras sino las personas. Y son las personas las que hay que cuidar y con las que hay que caminar. El mismo folleto lo encabeza una carta del obispo Juan Carlos Elizalde. Del texto entresaco algunas líneas:
“El don del bautismo se va concretando, con discernimiento personal y comunitario, en la vocación matrimonial y familiar, en la vocación sacerdotal, en la vocación religiosa y consagrada, y en innumerables carismas personales, afortunadamente, imposibles de clasificar.”
“Cuando una persona descubre cuál es el proyecto para el que Dios la ha llamado a la existencia, la vida ya tiene sentido y nada ni nadie podrá impedir esa humilde colaboración con el Señor.”
“Imposible descubrir esa misión sin la ayuda de los hermanos y sin las mediaciones eclesiales.”
“Cada decisión que tomamos, contrastada y discernida, es respuesta a su propuesta de vida.”
“Cristo resucitado tiene un plan para ti, para mí, para todos. Te llama a una vocación, a una misión. Nadie sobra, todos contamos, todas las fuerzas son necesarias.”
“Nuestra tierra vasca, nuestra sociedad alavesa y nuestra diócesis son interculturales, multirraciales, plurales y de sensibilidades diversas, paradójicas, variadas y compatibles”