Desde el pasado lunes, cuando Ceuta se veía sorprendida por una llegada masiva de personas procedentes de Marruecos, el presidente de la subcomisión de migración de la Conferencia Episcopal Española, y obispo de Vitoria, monseñor Elizalde, está pendiente de la evolución de este asunto en el que lo más lamentable es que, como siempre, los más vulnerables sean “quienes paguen el pato de una tensión política”.
En declaraciones a COPE, Elizalde ha reconocido estar en contacto con los obispos de Ceuta y Cádiz, así como estar puntualmente informado por parte del delegado de migraciones.
“Es indignante y la Iglesia tiene que estar ahí con los más vulnerables” señalaba, a la vez que solicitaba una solución inmediata.
Elizalde agradecía la labor humanitaria que están llevando a cabo Guardia Civil y Ejército, que se suman a las realizadas por Cruz Roja y Cáritas.
Elizalde hace un llamamiento a la solución diplomática ya que “la solución está a nivel internacional”.
El responsable de migraciones de la Conferencia Episcopal afirma que “Europa no está comportándose a la altura de la situación”.
Refuerza sus palabras con alusiones a la encíclica “Fratelli Tuti” del Papa Francisco, en la que se contempla también, “ante circunstancias desbordadas, respuestas desproporcionadas y que no se corresponden al pensamiento de un pueblo civilizado o cristiano”.
Non solum sed etiam
Bien saben quienes me conocen de mi espíritu ecuménico e interreligioso, y que no soy sospechoso de antinadie. Pero no puedo menos de dejar constancia de que en esta ocasión hecho de menos un pronunciamiento, similar al de la Iglesia católica, de las autoridades religiosas islámicas.
A la situación de desamparo a la que han sido expuestos centenares de menores en esta operación macabra debe dar solución el gobierno de Marruecos con su rey a la cabeza, por imperativo moral.
