Respuesta agradecida al artículo de Toño Casado Antonio Casado: "El método pastoral de mi Obispo y de su curia consiste en no dialogar"
"Tenemos el mismo nombre y apellido, los dos somos curas diocesanos, los dos hemos estudiado en los Salesianos de Arévalo"
"Me alegra que sigas teniendo un corazón limpio, a pesar de las oscuridades y los golpes que te han dado personas con el corazón de piedra"
"Llevo más de dos años de suspensión cautelar, que en el fondo viene a consistir en que diga la misa en solitario"
"La sentencia del juicio canónico al que me llevó mi Obispo lleva más de un año sin salir. ¿Por qué? Estoy pendiente de un juicio civil, al que también me ha llevado mi Obispo"
"Un solo sacerdote que se ha atrevido a levantar la voz, Padre Rafael Vez Palomino, está en la picota y en grave descenso gravitatorio, pero con más moral que el Alcoyano"
"Todo está informado y requeteinformado. Mandadas cartas al nuncio, al anterior nuncio… ellos callan que es otra manera de tirar la piedra y esconder la mano"
"Llevo más de dos años de suspensión cautelar, que en el fondo viene a consistir en que diga la misa en solitario"
"La sentencia del juicio canónico al que me llevó mi Obispo lleva más de un año sin salir. ¿Por qué? Estoy pendiente de un juicio civil, al que también me ha llevado mi Obispo"
"Un solo sacerdote que se ha atrevido a levantar la voz, Padre Rafael Vez Palomino, está en la picota y en grave descenso gravitatorio, pero con más moral que el Alcoyano"
"Todo está informado y requeteinformado. Mandadas cartas al nuncio, al anterior nuncio… ellos callan que es otra manera de tirar la piedra y esconder la mano"
"Un solo sacerdote que se ha atrevido a levantar la voz, Padre Rafael Vez Palomino, está en la picota y en grave descenso gravitatorio, pero con más moral que el Alcoyano"
"Todo está informado y requeteinformado. Mandadas cartas al nuncio, al anterior nuncio… ellos callan que es otra manera de tirar la piedra y esconder la mano"
| Antonio Casado, sacerdote
Querido Toño: He leído con gusto tu comentario de Religión Digital. Son las cinco de la mañana y me he dicho voy a escribir a Religión Digital por si les parece bien publicar este comentario mío. Tengo razones de peso: Tenemos el mismo nombre y apellido, los dos somos curas diocesanos, los dos hemos estudiado en los Salesianos de Arévalo, tu eras más pequeño pero te recuerdo bien. Ya entonces con tu guitarra y tu música, alegre y piadoso.
Me alegra que sigas teniendo un corazón limpio, a pesar de las oscuridades y los golpes que te han dado personas con el corazón de piedra o enfermos de falta de bien y de amor, que ya no sé bien distinguir. Si se dejaran querer un poco más, no harían las tropelías que hacen. Pero se las hicieron a Nuestros Señor Jesucristo y se las siguen tirando a su cuerpo herido en los pobres, débiles y pequeños. La columna de las flagelaciones ya está pulida a base de latigazos.
En la Iglesia también, como bien dices hay injusticias; haberlas haylas y gordas, gordas. Pero no solamente son pedruscos de palabra sino que las lanzan de hecho. También las hay de omisión, cobardía o miedo, cada uno sabrá por qué no habla ni actúa.
No os voy a contar mi historia pues bien la conocéis, gracias a R.D. que se hace eco de todas las noticias de nuestra querida Iglesia, para bien y para mal, que eso es la realidad. Gracias a Dios por su labor, pues son profesionales libres, entre unos medios, tantas veces controlados por los dueños que amordazan o dan voz según sus intereses, también en la Iglesia.
Veo algún comentario a lo tuyo, poniendo en dudas tus palabras. Y, como para verificar una razón o verdad no conocemos hasta ahora otro método que ir a la experiencia, te cuento a grandes rasgos las injusticias que se están cometiendo en mi diócesis.
Por poner el burro delante llevo más de dos años de suspensión cautelar, que en el fondo viene a consistir en que diga la misa en solitario. Ya empezamos mal castigando con el Cuerpo de Cristo. Gracias a Dios, mi Obispo me mandó a la Cartuja de Jerez, donde las hermanas de Belén y san Bruno me enseñaron a celebrar al modo cartujano y me sostienen con su incesante oración de amor. Allí hasta las piedras centenarias están ya rezumando unción y espiritualidad. He tenido que aprender a decir la misa sólo, pues en mis más de 27 años de cura he dicho a diario tres misas, a veces más. Y los fines de semana ya ni te cuento. No solo he trinado sino gorgojeado, pero con mucha alegría y sin pesarme, pues para eso me hicieron cura, para servir y servir.
La sentencia del juicio canónico al que me llevó mi Obispo lleva más de un año sin salir. ¿Por qué? Estoy pendiente de un juicio civil, al que también me ha llevado mi Obispo. Ya ves que las maneras de arreglar las cosas aquí son muy evangélicas... El método pastoral de mi Obispo y de su curia consiste en no dialogar, que así no da lugar a que se tengan que autocriticar. Menos mal que el pueblo de Dios que es sabio habla y habla…..hasta las piedras hablarán en los mares de Cádiz.
Por cierto, aquí las piedras son más saladas y, si las partes, muchas tiene el interior blandito. Es la gracia de Cádiz y de los gaditanos. Te cuento algunas perlas que tenemos aquí cultivándose: Más de 20 despidos de trabajadores del Obispado y de Cáritas con sentencias firmes diciendo que han cometido acoso laboral; Convento de la Madres Capuchinas de San Fernando cerrado y ellas todas octogenarias, a la calle; un solo sacerdote que se ha atrevido a levantar la voz, Padre Rafael Vez Palomino, está en la picota y en grave descenso gravitatorio, pero con más moral que el Alcoyano.
Sigue el partido. Los carmelitas han ganado por goleada. Hasta hoy no he oído ninguna excusa por parte de mis superiores por el gambazo que han metido. O lo de las fundaciones y tierras de Vejer, lo del dinero de Vejer, que parece ser que es lo único que les importa, lo de Medina, las fundaciones y un largo etc. etc.
Todo está informado y requeteinformado. Mandadas cartas al nuncio, al anterior nuncio… ellos callan que es otra manera de tirar la piedra y esconder la mano. Estaría bien que todos, como en el evangelio de hoy, nos parásemos un poco a pensar lo que pensamos, lo que decimos y lo que hacemos en la Iglesia. Y, si tenemos que decir sí donde hemos dicho no, pues no pasa nada, el caso es obedecer al Señor que nos envía para anunciar su Reino de Amor y Paz. Gracias Toño. Un abrazo.