Somos much@s los obispos, curas, religiosos, religiosas y fieles laicos que apoyamos al Papa Francisco Apoyo al Papa Francisco, sus reformas y el modelo de Iglesia que trae consigo: una Iglesia abierta, cercana y transformadora

Papa Francisco
Papa Francisco

"Francisco lleva 10 años y pico intentando que en la Iglesia católica prevalezca el modelo de religión ético-profética frente al modelo ontológico-cultual … El mundo entero reconoce su labor y le proclama como la máxima autoridad moral del planeta"

"Pero una pequeña minoría eclesial, integrada fundamentalmente por los rigoristas de todo tipo y condición, se la tiene jurada"

"Primero pusieron el grito en el cielo por el nombramiento del nuevo prefecto del dicasterio para la Doctrina de la Fe, el cardenal argentino, Víctor Manuel Fernández. Y más, si cabe, tras la publicación por la DDF de la declaración 'Fiducia supplicans'"

"Sería una desgracia para el Evangelio de Jesús de Nazaret el triunfo de los sectores que han encumbrado a políticos como Trump, Bolsonaro o Milei"

El Papa Francisco lleva 10 años y pico intentando que en la Iglesia católica prevalezca el modelo de religión ético-profética frente al modelo ontológico-cultual. Con gestos, acciones y palabras vive y predica la misericordia de una Iglesia abierta y dialogante, que respete a la sociedad actual y que, como instó el Concilio Vaticano II, detecte y conecte con los ‘signos de los tiempos’. Y yo le apoyo absolutamente en esa difícil labor, en mi humilde condición de bautizado. Por desgracia, son muchos y variados los obstáculos a los que se enfrenta.

Campaña en defensa del Papa: Yo con Francisco

La consecuencia de su forma de ser y de actuar es que el mundo entero reconoce su labor y le proclama como la máxima autoridad moral del planeta. A la Iglesia, siempre reacia a los cambios, le cuesta más asumir sus reformas, pero la inmensa mayoría las acepta y las trata de implementar en un proceso sinodal inédito en la historia de la institución, que culminará este año 2024.

Ataques al Papa

Pero una pequeña minoría eclesial, integrada fundamentalmente por los rigoristas de todo tipo y condición, se la tiene jurada. Son los grandes defensores, en el seno del cristianismo, del modelo ontológico-cultual, que les permite aplicar en el catolicismo el modelo farisaico de interpretación y práctica de la Ley. Una religión basada en prácticas formales y rituales que enmascaran ideologías ultraconservadoras que pretenden patrimonializar el catolicismo, avalando el poder histórico acumulado por determinados sectores de la sociedad y marginando a los principales destinatarios de la buena noticia del Evangelio: los pobres, los marginados, los excluidos y la gente sencilla que quiere trabajar y vivir en paz.

Primero pusieron el grito en el cielo por el nombramiento mismo del nuevo prefecto, el cardenal argentino, Víctor Manuel Fernández, teólogo reputado, amigo del Papa, desde los tiempos de la Conferencia de Aparecida y que, en estos meses al frente del dicasterio, ha aclarado más cuestiones doctrinales que el anterior prefecto, cardenal Ladaria, en muchos años.

El Papa quiso cambiar la dinámica seguida durante siglos por el dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF), con el fin de que intente condenar menos y adecuar la doctrina a la pastoral eclesial. Los ataques al Papa se han vuelto mucho más virulentos, si cabe, tras la publicación por la DDF de la declaración ‘Fiducia supplicans’, en la que se pide a obispos y curas que no prohíban las bendiciones (no sacramentales ni rituales) a los homosexuales o los que vivan en situaciones irregulares. Una mera cuestión de misericordia, que no afecta en nada a la doctrina y menos al dogma, pero que los rigoristas están convirtiendo en un auténtico ‘casus belli’ y casi en un principio de cisma. Con el objetivo encubierto (y, a veces, absolutamente explícito) de echar al cardenal Fernández y, de esta forma, dejar al Papa más solo todavía en medio de la Curia romana y de las asechanzas de sus enemigos.

Ante esta situación de polarización eclesial provocada por unos cuantos, usando todos los medios (lícitos e ilícitos) a su alcance, sólo pretendemos que se oiga otra voz eclesial. Somos much@s los obispos, curas, religiosos, religiosas y fieles laicos que apoyamos al Papa Francisco. Sería una desgracia para el Evangelio de Jesús de Nazaret el triunfo de los sectores que han encumbrado a políticos como Trump, Bolsonaro o Milei. La ultraderecha defiende una religión de boquilla, radicalmente contraria al espíritu evangélico, al llevar al límite los postulados mercantilistas de la derecha neoliberal, al difundir la criminalización y marginación de los actuales "samaritanos" (extranjeros pobres), al negar las consecuencias del cambio climático para la vida en este planeta y al defender el sometimiento de la mujer frente al varón. Su ética religiosa es rígida, anacrónica e hipócrita, con pretensiones de pensamiento único.

Apoyo al Papa Francisco, sus reformas y el modelo de Iglesia que trae consigo: una Iglesia abierta, cercana y transformadora.

Volver arriba