Encuentro y diálogo en el II Encuentro Internacional de Políticos Católicos Carmen S. Carazo: "He aprendido a ver la gran riqueza que tienen las personas que no piensan como yo"
"En este II Encuentro Internacional de Políticos Católicos he aprendido mucho y lo más importante que he aprendido es a ver la gran riqueza que tienen las personas que no piensan como yo"
"En este encuentro, políticos en el gobierno, en la oposición, de derechas y de izquierdas, de 17 países, hemos dialogado, nos hemos respetado, nos hemos escuchado"
"En este encuentro, las palabras del Papa Francisco se han puesto de manifiesto y se han hecho realidad"
"En este encuentro, las palabras del Papa Francisco se han puesto de manifiesto y se han hecho realidad"
| Carmen Sánchez Carazo, ex-concejal del Ayuntamiento de Madrid
Durante el II Encuentro Internacional de Políticos Católicos he podido comprobar que el encuentro y el diálogo entre políticos de distintos partidos políticos es posible. Durante los debates he recordado, en muchos momentos, el “Manifiesto de Católicos Iberoamericanos con Responsabilidades Políticas Frente a la Crisis Política: una cultura de Encuentro fundada en el diálogo” (diciembre 2020). Un manifiesto que firmamos políticos de todo el espectro ideológico de España y de Iberoamérica. En el que todos los políticos estábamos de acuerdo en que había que promover el diálogo, que deseábamos un diálogo que favoreciera el entendimiento mutuo y la cogida de las razones del otro.
Es cierto, cómo se afirma en el Manifiesto, que tenemos ideas diferentes, que representamos a partidos diferentes: pero el diálogo es aceptar la humanidad del otro, asumir que el otro tiene verdad en lo que dice y otorgarle el beneficio de la buena fe. El diálogo y el consenso suponen un proceso que implica renuncias, encuentros y no atrincheramiento en nuestras ideas. Y esto lo he visto reflejado en la realidad de este encuentro. Políticos en el gobierno, en la oposición, de derechas y de izquierdas, de 17 países, hemos dialogado, nos hemos respetado, nos hemos escuchado.
👉Con cardenal Parolin y @carmencarazo en el II Encuentro Internacional de Católicos con Responsabilidades Políticas, agradeciendole, en nombre de @CristianosPSOE el diálogo que el Vaticano mantienen con el Gobierno de España.#LideresCatólicos@desdelamoncloa@PSOEpic.twitter.com/9cNK4D4Uad
— Juan Carlos González Sanz (@jcarlosglez1) September 4, 2021
Dice el Papa Francisco en la Fratelli Tutti (FT 198) : “Acercarse, expresarse, escucharse, mirarse, conocerse, tratar de comprenderse, buscar puntos de contacto, todo eso se resume en el verbo “dialogar”. Para encontrarnos y ayudarnos mutuamente necesitamos dialogar. No hace falta decir para qué sirve el diálogo. Me basta pensar qué sería el mundo sin ese diálogo paciente de tantas personas generosas que han mantenido unidas a familias y a comunidades. El diálogo persistente y corajudo no es noticia como los desencuentros y los conflictos, pero ayuda discretamente al mundo a vivir mejor, mucho más de lo que podamos darnos cuenta”.
Y en este encuentro, las palabras del Papa Francisco se han puesto de manifiesto y se han hecho realidad. Se que es complicado escuchar y dialogar en el día a día cuando se toman decisiones en los Parlamentos, en los Ayuntamientos y Comunidades; cuando se preparan leyes, se discuten presupuestos, en el día a día días. Pero yo me pregunto: si se ha conseguido hacerlos realidad en este Encuentro, ¿por qué no intentarlo en la vida política y social?
Dice el Papa Francisco: “El auténtico diálogo social supone la capacidad de respetar el punto de vista del otro aceptando la posibilidad de que encierre algunas convicciones o intereses legítimos. Desde su identidad, el otro tiene algo para aportar, y es deseable que profundice y exponga su propia posición para que el debate público sea más completo todavía. Es cierto que cuando una persona o un grupo es coherente con lo que piensa, adhiere firmemente a valores y convicciones, y desarrolla un pensamiento, eso de un modo o de otro beneficiará a la sociedad. Pero esto sólo ocurre realmente en la medida en que dicho desarrollo se realice en diálogo y apertura a los otros. Porque «en un verdadero espíritu de diálogo se alimenta la capacidad de comprender el sentido de lo que el otro dice y hace, aunque uno no pueda asumirlo como una convicción propia. Así se vuelve posible ser sinceros, no disimular lo que creemos, sin dejar de conversar, de buscar puntos de contacto, y sobre todo de trabajar y luchar juntos». La discusión pública, si verdaderamente da espacio a todos y no manipula ni esconde información, es un permanente estímulo que permite alcanzar más adecuadamente la verdad, o al menos expresarla mejor. Impide que los diversos sectores se instalen cómodos y autosuficientes en su modo de ver las cosas y en sus intereses limitados. Pensemos que «las diferencias son creativas, crean tensión y en la resolución de una tensión está el progreso de la humanidad».” (FT 203).
En este II Encuentro Internacional de Políticos Católicos he aprendido mucho y lo más importante que he aprendido es a ver la gran riqueza que tienen las personas que no piensan como yo.