Antonio Aradillas Colegios "religiosos" o "de religiosos"

(Antonio Aradillas).- "Religiosos ", o "de religiosos", es como vulgarmente suelen conocerse los centros a los que padres y familiares les encomiendan la educación- formación de sus hijos e hijas. De esta manera se distinguen de aquellos otros centros de carácter "oficial", hoy en mayoría, dependientes, de forma directa de los Ministerios de Educación, tanto estatales como autonómicos, así como de obras o fundaciones diversas. Es de reseñar que, gracias a la puesta en práctica y aplicación de la condición salvadora de los "concertados", las diferencias entre todos los centros apenas si son dignas de ser destacadas.

También en cuanto se refiere a la educación y a los centros en los que esta se imparte, han cambiado, para bien, mucho las cosas. Su accesibilidad a todas las clases sociales está siendo ya tal, que difícilmente se encuentran colectivos, pueblos y ciudades, que no dispongan de servicios tan esenciales para el aprovechamiento por parte de los ciudadanos, sin exclusión alguna de tipo ideológico, foráneo, sexual o, religioso. Aún a los mismos discapacitados se les abren las puertas, si no todavía de par en par y en las debidas proporciones, al menos con fervientes deseos de que llegue pronto a serlo, con todas sus consecuencias.

¿Pero, los colegios "religiosos" o "de religiosos", aportan en la actualidad a los educandos motivos y elementos de juicio convincentes, y con suficiente interés y urgencia de reivindicar una formación que se intitule cristiana, como acontece con lo relativo a la religión como asignatura, al igual que con símbolos, días, fechas y conmemoraciones concretas?. Las respuestas son muy variadas, y no homogéneas, en conformidad con quienes las inspiran o dictan, siendo obligado reconocer que a la libertad es imprescindible tenerle abiertas las puertas para su proclamación total.

En términos generales, y en conformidad con los idearios oficiales, vigentes y aplicables en centros y colegios, hay que reconocer que, al menos teóricamente, y con las lógicas limitaciones impuestas por la condición humana, la resultante educativa que se pretende alcanzar es constructivamente ciudadana y contribuye a crear comunidad y convivencia entre todos, y sin exclusiones. Tal meta, y medios para conseguirla, no difieren, sino que hasta las mejoran, así como de los que se decía que identificaban las metas y motivos que decían identificar a los colegios cuando eran mayoritariamente "religiosos", con sus ritos, rezos y fiestas copiadas del Santoral o de la Sagrada Liturgia...

Con relación a las preguntas que en estas áreas de la educación muchos se formulan, de que si son, o no, religiosos los llamados "colegios de religiosos", es preciso reseñar que, así las cosas, por falta de vocaciones y por otras razones, lo único religioso cuya existencia es constatable, no es otro que el título, contante y sonante, de propiedad de las edificaciones registradas con las debidas licencias municipales y los "Vistos Buenos" oficiales. La propiedad está representada por un titular que es quien se hace presente en las consabidas reuniones programadas por los organismos del sector en cualquiera de sus niveles.

¿Pero llegaron ya a darse tantos casos como este, en el que directa y personalmente todos, o la mayoría, de los colegios religiosos, carecen de atención y presencia habitual de sacerdotes-"hermanos" religiosos/as pertenecientes a Órdenes o Congregaciones, que los intitulan y protegen, vigilantes de la ortodoxia de la doctrina impartida, al igual que el comportamiento personal y colectivo que el santo evangelio exige, y que, en resumidas cuentas, justificaría la inversión material efectuada en colegios?

A no pocos cristianos, padres y madres, no les convence que Órdenes y Congregaciones Religiosas, algunas de tanta historia, sacrificios y consagraciones a determinadas ideas y propósitos, desaparecidos, o mitigados, estos, a consecuencia de haber sido asumidos por los correspondientes Estados o Gobiernos,- o haber surgido necesidades nuevas o distintas-, la dedicación exclusiva hubiera sido proyectada en el presente hacia la enseñanza... Son relativamente muchos los potenciales usuarios a los que les cerca la tentación de pensar que la rentabilidad de estos centros merece y justifica la inversión económica.

En pocas preguntas concretan algunos la realidad de un tema de tanta importancia en el organigrama de la religión cristiana: "¿Resultan, o no, más religiosas las Primeras Comuniones celebradas en los colegios "religiosos" o "de religiosos", que en las parroquias a cuya jurisdicción canónica ellos pertenecen? ¿Son más baratas, piadosas y recordables las celebraciones de los "días más felices de mi vida", ahorrándose banquetes, trajes y vestidos e invitaciones a familiares y amigos, que incluyan el número y los datos de la cuenta corriente bancaria?

¿Cómo se sobrelleva el espectáculo de los progenitores, en el caso frecuente, de que alguno de ellos,- o los dos- nuevamente casados, deseen comulgar acompañando a sus hijos? ¿Fueron, o son, - como profesionales, con inclusión de los de la política-, menos, o nada, corruptos, quienes se educaron en colegios "religiosos", que quienes lo hicieron en los "oficiales"? ¿Es más o menos religioso el colegio "concertado", que les da idénticas, o las mismas, facilidades a padres y a alumnos para la práctica de los actos de sus respectivas religiones o Iglesias?

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