"Los casos de niñas abusadas salen con más dificultad a la luz, pero comienzan a emerger" Teresa, Mercedes, Leonor, Filipa... vergüenza a los que siguen vinculando pederastia con homosexualidad
"La doble dificultad de las mujeres para ser tomadas en consideración cuando denuncian delitos de violencia sexual hacía mella también en el ámbito de la Iglesia como si cualquier delito de pederastia cometido por un sacerdote o religioso tuviera como víctima a un niño"
"Los discursos exentos de contenido, el odio, la homofobia, la patética levedad del ser. Quienes a estas alturas pretenden regresar al pasado, a los vómitos del franquismo, del salazarismo portugués o a la alcantarilla nunca podrán con la lógica de la realidad, con la insalvable e inalterable verdad, con el peso de sus contradicciones"
| Juan Cuatrecasas Asua Miembro fundador de ANIR- Asociación Nacional Infancia Robada
Los últimos porcentajes dejan a las claras que lo que parecía, no es. En diciembre de 2021 los y las periodistas que acumulan denuncias públicas y privadas de delitos de pederastia en el ámbito eclesiástico, nos hicieron notar que los casos de niñas abusadas salen con más dificultad a la luz, pero comenzaban a emerger.
En el informe sobre pederastia en el clero español de ese medio y en aquel momento, el 14,6% de las víctimas contabilizadas eran mujeres. De modo paralelo los porcentajes de la investigación del Defensor del Pueblo iban in crescendo de forma parecida.
La doble dificultad de las mujeres para ser tomadas en consideración cuando denuncian delitos de violencia sexual hacía mella también en el ámbito de la Iglesia como si cualquier delito de pederastia cometido por un sacerdote o religioso tuviera como víctima a un niño.
Demostrado queda que no es así para vergüenza de quienes en pleno siglo XXI siguen vinculando pederastia con homosexualidad, algo no ya absurdo se mire desde el prisma que se mire, incluso del rancio ánimo tergiversador y manipulador de la derecha prehistórica, sino también ofensivo y mentiroso. Habiendo conocido a varias mujeres que cuando eran niñas sufrieron las agresiones sexuales de sacerdotes y religiosos debo manifestar que siempre he antepuesto la condición humana de todas las víctimas y supervivientes a su identidad sexual. Lógico.
Teresa, Mercedes, Leonor, Filipa y tantas otras. Aunque todavía parece que para algunos cavernícolas, perdón para los hombres y mujeres de las cavernas, no es así. Pensando bien siempre la falsa moralina, los perjuicios y la ignorancia. Pensando mal, ya saben ustedes.
Los discursos exentos de contenido, el odio, la homofobia, la patética levedad del ser. Quienes a estas alturas pretenden regresar al pasado, a los vómitos del franquismo, del salazarismo portugués o a la alcantarilla nunca podrán con la lógica de la realidad, con la insalvable e inalterable verdad, con el peso de sus contradicciones.
Como dijo en cierta ocasión el psicólogo y psiquiatra austriaco Alfred Adler una mentira no tendría sentido si la verdad no fuera percibida como peligrosa. El peligro que para ellos se dibuja como miedo. Miedo a la diversidad, miedo a vivir en la realidad.
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