"¿Dónde se gestó y meció idea tan esperpéntica?" El Domund de Tamara
"¿Pero qué pregona y puede pregonar religiosamente, y con los versículos del santo Evangelio en la mano y en el corazón, la marquesita de turno, de nombre Tamara y de apellido Falcó?"
"¿Se gestó y meció idea tan esperpéntica en el círculo de los medios de comunicación social ”oficial” de la CEE, ajeno a cuanto es y exige la Iglesia en su versión sinodal?"
"Aunque llegue a provocar algún malestar, mi apreciación y la de muchos laicos y “laicas” es que la información que se apellida “religiosa” no está convenientemente servida en la Iglesia"
"Aunque llegue a provocar algún malestar, mi apreciación y la de muchos laicos y “laicas” es que la información que se apellida “religiosa” no está convenientemente servida en la Iglesia"
Son tan diversos los colores, los colorines, las Iglesias, las religiones y sus representantes oficiales, que resulta extremadamente difícil discernir qué es eso de “informadores religiosos”, cuál es su oficio y en qué consiste el servicio-ministerio al que su vocación o “bocación” les consagró de por vida.
Dentro del gremio de estos profesionales nos formulamos y se nos formulan multitud de preguntas, además de las ya supuestas relativas a la “religión”-Iglesia y a la información-alabanza, crítica, y al inapelable silencio- sigilo con carácter semi “sacramental”.
De entre unas y otras, y con ocasión de determinado acontecimiento registrado en la Iglesia española y más concretamente con el popular “Día de las Misiones” o DOMUND, de entre las preguntas que el pueblo de Dios, algunos de sus jerarcas, los mismos misioneros y aún no pocos foráneos ajenos a estos menesteres, no tuvieron reparo en mostrar su sorpresa y en redactar para sí y para “quienes corresponda”. Del ramillete de interrogantes, selecciono estos, haciéndome fiel eco de ellos y de sus intenciones.
¿Pero qué pregona y puede pregonar religiosamente, y con los versículos del santo Evangelio en la mano y en el corazón, la marquesita de turno, de nombre Tamara y de apellido Falcó? ¿Quién anidó en su fantasía jerárquica semejante ocurrencia? ¿Qué le embelesó –“ arrobar, extasiar, arrebatar o admirar”- en la “vida y milagros” de la “Pregonera Mayor”, elegida expresamente para tal tarea, con las “debidas licencias”, concesión de indulgencias y agradecimientos “en el nombre de Dios” y “por el bien de la Iglesia”?
Con benevolencia o malicia misericordiosa y ejemplarizante, algunos aportan los méritos religiosos de la pregonera citada, con referencias a su asistencia al XIV Congreso Mundial de la Familia celebrado en México. Otros aluden a su participación en la peregrinación al santuario de la Virgen de Lourdes, formando parte del voluntariado de asistentes a los enfermos. La inscripción en determinada organización piadosa que fomenta la promoción del santo Rosario , así como su estancia en retiro espiritual en Talavera de la Reina –“Santuario de Vida en el Espíritu”- con la puesta a punto de la “Espiritualidad de la revocación carismática”- , será -o habrá sido- evidente e inexcusable mérito para protagonizar el “misterioso” pregón pronunciado, previa selecta elección hasta de determinados informadores religiosos, quienes en definitiva y por su propia condición, habrían de hacer llegar sus ecos al pueblo y en favor de las Misiones.
Y de estos informadores ¿qué? ¿Cuántos han exigido” a quienes corresponda” explicación congruente a una decisión tan difícil -imposible- de comprender por una buena parte de la clerecía, del pueblo santo de Dios, al corriente al menos televisamente de los ejemplos de vida familiar y social de la señorita Tamara, de su progenie y estirpe personal y colateral, actualizada esos días con nuevos y sollozantes episodios sentimentales?
¿Se gestó y meció idea tan esperpéntica en el círculo de los medios de comunicación social ”oficial” de la CEE, ajeno a cuanto es y exige la Iglesia en su versión sinodal, totalmente alejado y hasta contrario a cuanto es y puede encarnar la señorita Tamara, uno de cuyos monumentales palacios de su propiedad sirvió de retablo precisamente el día de la consagración del nuevo obispo de Plasencia, en la plaza de San Nicolás, presidida la ceremonia por el cardenal Omella y la imagen del ”Cristo de los Doctores”?
Los informadores religiosos están ahítos de ser y ejercer de “cronistas de sociedad”, identificada esta además con episodios jerárquicos tan “singulares”. Con la renovación de los obispos -traslados, jubilaciones, “tomas de posesiones”, entradas triunfales y entronizaciones en sedes-“cátedras”-(con mulas blancas y consciente olvido del evangélico asno sobre el que Jesús hizo su entrada “triunfal” en Jerusalén), a nuestros colegas los informadores, no les queda otra opción que la del panegírico.
Aunque llegue a provocar algún malestar, mi apreciación y la de muchos laicos y “laicas” es que la información que se apellida “religiosa” no está convenientemente servida en la Iglesia. Está pervertida, al menos en su concepción latina semántica de “trastornada”. “Los “cronistas de sociedad” a secas, lo hacen mejor.
Así las cosas del “Domund 2022”, ¿qué decir del lema misionero predicado por la señorita Tamara, con énfasis y ritualidad, de “SEREIS MIS TESTIGOS”?
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