Mañana toma posesión de la diócesis de Zamora: "Desde niño quería ser misionero" Fernando Valera: "Caminaré en una Iglesia de profundas raíces cristianas y más que España vaciada es la España recia de la esperanza"
"Nunca he soñado con ser nada en la Iglesia, aquello que he sido ha llenado mi corazón. Creo que no ha sido por mérito propio, sino por gracia"
"Muchas veces he tenido la imagen de San Juan de Ávila, renunciando; otras de echar a correr"
"Un buen filósofo o teólogo es el que sabe enseñar un concepto en la Universidad o a la gente sencilla de nuestros pueblos"
"Mi estancia en el Alto de Bolivia fue breve pero muy intensa. Desde entonces la pobreza y la injusticia tienen rostro y el Evangelio una opción precisa por los pobres. Yo volví evangelizado por los pobres. Esto ha marcado toda mi vida"
"Cuidaremos la pastoral vocacional en todas sus dimensiones. Por otra parte, creo que voy a una Iglesia que tiene una presencia de laicos varones y mujeres muy importante en todas sus instituciones"
"Pienso que la integración de la mujer es y será algo muy presente en esta etapa de nuestra vida diocesana"
"Un buen filósofo o teólogo es el que sabe enseñar un concepto en la Universidad o a la gente sencilla de nuestros pueblos"
"Mi estancia en el Alto de Bolivia fue breve pero muy intensa. Desde entonces la pobreza y la injusticia tienen rostro y el Evangelio una opción precisa por los pobres. Yo volví evangelizado por los pobres. Esto ha marcado toda mi vida"
"Cuidaremos la pastoral vocacional en todas sus dimensiones. Por otra parte, creo que voy a una Iglesia que tiene una presencia de laicos varones y mujeres muy importante en todas sus instituciones"
"Pienso que la integración de la mujer es y será algo muy presente en esta etapa de nuestra vida diocesana"
"Cuidaremos la pastoral vocacional en todas sus dimensiones. Por otra parte, creo que voy a una Iglesia que tiene una presencia de laicos varones y mujeres muy importante en todas sus instituciones"
"Pienso que la integración de la mujer es y será algo muy presente en esta etapa de nuestra vida diocesana"
Impone ser obispo en estos tiempos en que ya no es un honor, sino una carga. Y Fernando Valera Sánchez (Bullas, 1960) estuvo a punto de "echar a correr", cuando el Nuncio le avisó de su nombramiento como obispo de Zamora. Aceptó por "hacer la voluntad de Dios" y mañana toma posesión de la histórica diócesis de Zamora, "de profundas raíces cristianas" y "más que España vaciada es la España recia de la esperanza". El nuevo prelado va a Zamora a servir, a cuidar con mimo y solicitud pastoral a sus fieles, aprovechando todas sus potencialidades, y con la mochila llena de esa capacidad misionera que aprendió en Bolivia. "Desde entonces la pobreza y la injusticia tienen rostro y el Evangelio una opción precisa por los pobres. Yo volví evangelizado por los pobres. Esto ha marcado toda mi vida", dice.
-¿Es lógico y normal que un cura sueñe con ser obispo? ¿Usted lo hizo?
Yo creo que no. Aquí en este ministerio se guarda uno de los aspectos de la patrística muy importantes. Quien llama es la Iglesia, es el santo Pueblo de Dios. Nunca he soñado con ser nada en la Iglesia, aquello que he sido ha llenado mi corazón. Creo que no ha sido por mérito propio, sino por gracia.
-¿Qué sintió, cuando le llamó el Sr. Nuncio para comunicarle su nombramiento?
Sentí aturdimiento, nerviosismo, deseos de que no fuese realidad. Necesité un rato para serenarme y poner orden en la cabeza y en los sentimientos.
-¿Se le pasó por la cabeza renunciar a la mitra? ¿Hay curas que dicen no por humildad?
En la casa de espiritualidad donde residí cuando visité Zamora, cuando me despedía, una religiosa me dijo: 'No se arrepienta usted'. Muchas veces he tenido la imagen de San Juan de Ávila, renunciando; otras de echar a correr. Pero me he tenido que decir, muchas veces lo que le digo a los muchachos en el seminario: Hay que hacer la voluntad de Dios, ponerse en sus manos y en disponibilidad total.
-Dicen que es usted un cura con 'impronta' jesuita y, además, bregado en pastoral juvenil.
Mi formación teológica ha sido siempre con los jesuitas y mi espiritualidad ha sido forjada en los ejercicios ignacianos. Les tengo un profundo agradecimiento. Han estado siempre cerca y sin invadir. Me han ayudado a entrar en el misterio profundo de Cristo.
En mi vida ministerial siempre he trabajado con jóvenes. Y, esta última etapa en el discernimiento vocacional de gente joven y muy viva.
-¿La filosofía y el conocimiento de Levinas le puede ayudar a ser un mejor obispo de una diócesis rural?
El estudio siempre ayuda en todo y un buen filósofo o teólogo es el que sabe enseñar un concepto en la Universidad o a la gente sencilla de nuestros pueblos. Levinas me ha ayudado a entrar en el misterio del otro, en su alteridad y en el respeto absoluto a su persona. Creo que esto me ayudará en cualquier circunstancia.
-Le ayudará, más aún, la teología espiritual y su cargo de director del seminario, ¿verdad?
La Teología Espiritual me ha ayudado a entrar en el misterio de Dios y de la persona. Ambas cosas me ayudan a escuchar, a curar heridas, a besar las llagas abiertas de tanto sufrimiento. Donde está el Seminario de Murcia, hay algunos 'gorrillas' africanos y algunos drogadictos, ellos casi nunca me piden dinero, pero me cuentan sus cosas y especialmente sus sufrimientos.
-Zamora tiene hoy tres seminaristas. ¿No ha llegado la hora de replantearse los ministerios y abrir el acceso al sacerdocio a laicos casados y mujeres?
El Seminario Mayor tiene dos seminaristas y el Menor 42. Cuidaremos la pastoral vocacional en todas sus dimensiones. Por otra parte, creo que voy a una Iglesia que tiene una presencia de laicos varones y mujeres muy importante en todas sus instituciones. Creo que la integración de la mujer es y será algo muy presente en esta etapa de nuestra vida diocesana.
- Lo que seguramente no habrá olvidado es su vocación misionera. ¿Qué recuerda de su estancia en El Alto? ¿Ya andaba por Bolivia Nicolás Castellanos?
Desde niño quería ser misionero, posiblemente Dios tenía otros planes. Mi estancia en el Alto de Bolivia fue breve pero muy intensa. Desde entonces la pobreza y la injusticia tienen rostro y el Evangelio una opción precisa por los pobres. Yo volví evangelizado por los pobres. Esto ha marcado toda mi vida.
En Santa Cruz, ya estaba Nicolás Castellanos. Fui a visitar su misión, él no estaba. Una colaboradora nos recibió y nos enseñó ese inmenso trabajo que se estaba iniciando.
- Va a tomar posesión de Zamora, una preciosa diócesis histórica de la España vaciada, en plena pandemia y un poco antes de unas Navidades peculiares. ¿Signos de los tiempos?
Voy a ser ordenado e iniciaré mi ministerio pastoral en la Diócesis de Zamora en un tiempo peculiar. Es un ámbito de belleza, de sencillez y profundo misterio. El signo es la covid-19, el sufrimiento y la muerte de mucha gente. Nuestro camino es el servicio aquí y ahora, asumiendo las limitaciones que esta situación crea. Caminaré en una Iglesia de profundas raíces cristianas y más que España vaciada es la España recia de la esperanza.
- ¿Por qué eligió el lema 'Permaneced en mi amor'?
Los días siguientes a la llamada del Nuncio, no paraba de resonar este versículo del Evangelio de Juan, en ese contexto de la “vid y los sarmientos”, la amistad y alegría de Jesús. Es la convicción de servir siendo hombres de Dios, con una profunda experiencia del amor de Dios. Es la invitación a ser de Jesús y a vivir al Estilo de Jesús: “Vosotros sois mis amigos” (Jn 15, 14).
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