"Son tiempos de espiritualidad y esto abre un espacio al mensaje humanista" Gutenberg Martínez: "Es un deber como católicos y como políticos aunar visiones y reivindicar la centralidad de la persona"
El ex Presidente de la Cámara de diputados de Chile afirma en esta entrevista que "el Papa Francisco es respuesta. Con nuestro manifiesto estamos asumiendo su mensaje"
"Creo en una mejor sociedad, más completa y por ende más integral"
"El Papa Francisco es respuesta. Con nuestro manifiesto estamos asumiendo su mensaje. Su voz tendrá más legitimidad mañana para la necesaria rehumanización de nuestras sociedades"
"A mi juicio la salida (en Chile) significa diálogo y acuerdos. Y tengo esperanza en que si será posible"
"El Papa Francisco es respuesta. Con nuestro manifiesto estamos asumiendo su mensaje. Su voz tendrá más legitimidad mañana para la necesaria rehumanización de nuestras sociedades"
"A mi juicio la salida (en Chile) significa diálogo y acuerdos. Y tengo esperanza en que si será posible"
Ex Presidente de la Cámara de diputados de Chile, Gutenberg Martínez es uno de los integrantes del manifiesto formulado por líderes políticos católicos de América Latina. Ante la situación dramática y excepcional de la pandemia del coronavirus, se han unido para enviar un mensaje de compromiso con los vulnerables. Afirmando que la salida a la crisis no llegará sin la unión de todos, al margen de ideologías, en esta entrevista el también ex presidente de la Organización Demócrata Cristiana de América Gutenberg Martínez invita a los creyentes a situarse en la vanguardia de la "rehumanización" social, con "pasión y compasión".
¿Cuál es la tesis esencial del manifiesto de políticos que acaban de dar a conocer?
El mundo sufre una pandemia con efectos desastrosos. Es un deber como católicos y como políticos aunar visiones, formular propuestas y reivindicar un compromiso a partir de lo que somos y de nuestra fe.
¿Qué objetivos persiguen con él?
Caracterizar un compromiso con identidad, de políticos y servidores públicos en general en la actual situación. A partir de nuestra convicción en la centralidad de la persona, debemos destacar especialmente ahora que se coloque en el centro de las políticas públicas a la persona humana y sus sufrimientos.
¿Qué reacciones han cosechado?
Una sumatoria creciente de líderes de toda América Latina. De distintas corrientes políticas, todos con una fuerza y compromiso que se fortalece y renueva con nuevas y numerosas adhesiones. Creo que es algo que comienza.
Al menos en España, la clase política es la peor valorada por la población. ¿Qué hacer para recuperar la credibilidad?
La credibilidad afecta a la política y los políticos en todo el mundo. Los factores son muchos y largo de analizar. Hoy más que nunca se debe actuar con cercanía, con pasión y compasión. Con responsabilidad, con la verdad y expresando esa esperanza que es tan nuestra. Pero hay que actuar, sin buscar o esperar recompensa.
¿Hay espacio para políticos católicos en países tan secularizados como los nuestros, donde, a veces, lo católico está mal visto?
Sin duda, lo hay y siempre. Las dificultades no pueden mellarnos. No podemos aceptar ser aislados y menos autoexcluirnos. En estos días en que los misterios se hacen presentes con tanta fuerza, muchos, si no todos, reflexionan sobre su persona, sus familias y el verdadero sentido de la vida. Son tiempos de espiritualidad y esto abre un espacio al mensaje humanista.
¿Es usted partidario de refundar el capitalismo (como dijera durante la crisis del 2008 el presidente Sarkozy) o de sustituirlo por otro sistema?
Hay muchos capitalismos. Los modelos únicos no son respuestas. Creo en una mejor sociedad, más completa y por ende más integral. Donde lo material esté situado en su justa medida. Con Persona y Bien Común como ejes centrales. Con Estado y Mercado como instrumentos, pero también con una Comunidad que equilibre esos poderes.
¿Cómo valora la figura del Papa Francisco de cara a este cambio de paradigma?
La santidad papal es evidente. Es el Pontífice de este tiempo. Su imagen y mensaje en la Plaza San Pedro, ilumina, motiva y conmueve. La Iglesia se sobrepone a las dificultades y entrega un mensaje potente, con riqueza espiritual, esperanza y bondad. El Papa Francisco es respuesta. Con nuestro manifiesto estamos asumiendo su mensaje. Su voz tendrá más legitimidad mañana para la necesaria rehumanización de nuestras sociedades.
Después de todo lo que ha pasado, ¿hay salida política para Chile?
No es fácil. Existe un camino definido hacia una nueva Constitución. Se ha expresado una evidente insatisfacción. A pesar de los grandes avances de Chile estos no se perciben como suficientes. Los extremos se posicionan en el escenario. Se ha avanzado en nuevas medidas tendientes a la equidad. Cuanto modificará el cuadro el efecto de la pandemia y sus consecuencias económico-sociales, es algo no dimensionable aún. A mi juicio la salida significa diálogo y acuerdos. Y tengo esperanza en que si será posible.