El 'boicot' de los jóvenes catalanes al Régimen franquista que transpasó las fronteras Josep Miquel Bausset: 60 años de Els Fets del Palau de la Música Catalana
Aquel jueves 19 de mayo de 1960, cuando en el Palau de la Música Catalana, de Barcelona, tuvo lugar una protesta de los sectores catalanistas cristianos contra el Régimen franquista"
En mayo de 1960, Franco y el Régimen llevaron a término la llamada "Operación Cataluña”, con el objetivo de intentar ganarse a los catalanes, limpiando la cara más tenebrosa y cruel del franquismo, tan anticatalanista
Fue un fracaso. La protesta y la cruel represión tuvieron eco internacional, pues The New York Times dio la noticia de estos hechos, que es lo que pretendían los jóvenes cristianos antifranquistas y catalanistas; dar a conocer la crueldad de la dictadura del general Franco
Fue un fracaso. La protesta y la cruel represión tuvieron eco internacional, pues The New York Times dio la noticia de estos hechos, que es lo que pretendían los jóvenes cristianos antifranquistas y catalanistas; dar a conocer la crueldad de la dictadura del general Franco
Es así como se conocen los hechos acontecidos hoy hace sesenta años, aquel jueves 19 de mayo de 1960, cuando en el Palau de la Música Catalana, de Barcelona, tuvo lugar una protesta de los sectores catalanistas cristianos contra el Régimen franquista. Es importante destacar que la Iglesia catalana de base y también la mayoría de los obispos catalanes, durante la dictadura siempre estuvieron a favor de la libertad y de la democracia en la defensa de la lengua y de la cultura catalana.
En mayo de 1960, Franco y el Régimen llevaron a término la llamada “Operación Cataluña”, con el objetivo de intentar ganarse a los catalanes, limpiando la cara más tenebrosa y cruel del franquismo, tan anticatalanista. El Régimen franquista quería hacer visible un pretendido cambio o modernización y por eso incluso Franco presidió el acto académico central del Año Maragall. Con este motivo, las autoridades de Barcelona, en el centenario del nacimiento del poeta Joan Maragall, programaron un concierto del Orfeó Català en el Palau de la Música Catalana de la ciudad condal, al cual habían de asistir los cuatro ministros que acompañaban a Franco en su viaje a Barcelona.
Para denunciar la dictadura franquista, ante este intento de blanquear el Régimen, Jordi Pujol redactó un texto clandestino titulado: “Us presentem el general Franco” (Os presentamos al general Franco), donde el joven nacionalista mostraba la crueldad del dictador.
Por orden del gobernador civil de Barcelona, Felipe Acedo Colunga, se suprimió del programa del concierto “El cant de la senyera”, himno del Orfeó Català, con letra de Joan Maragall. Por eso los jóvenes de la Acadèmia de Llengua Catalana, amparados por las Congregaciones Marianas y también el grupo Cristians Catalans (encabezado por Jordi Pujol) se organizaron para mostrar, en el concierto del Palau, su rechazo a la dictadura franquista, que intentaba limpiar su imagen de represión contra las libertades y la lengua catalana. La consigna de boicot al Régimen se fue extendiendo entre los sectores catalanistas cristianos los días antes del concierto, con el objetivo de desafiar al Régimen y cantar “El cant de la senyera” en este concierto.
El 19 de mayo de 1960, el gallinero del Palau de la Música se llenó de gente decidida a cantar el “El cant de la senyera”, con policías de paisano de la temible Brigada Político Social, distribuidos estratégicamente para intentar anular la protesta. Se repartieron entre los asistentes al concierto, octavillas que habían sido ciclostiladas por los organizadores de la protesta. Y fue Josep Espar quien comenzó a cantar la letra del himno del Orfeó Català: “Per damunt dels nostres cants, aixequem una senyera que ens farà triomfants”, mientras otras personas se unían a este canto. También se lanzaron desde el gallinero del Palau unas hojas con la letra de “El cant de la senyera”. Inmediatamente se produjeron las detenciones de los que repartían la letra del canto que había sido prohibido y las torturas a los responsables directos de la hoja clandestina contra Franco.
Las torturas en la comisaria de la Via Laietana fueron especialmente crueles contra Jaume Casajoana que, ensangrentado confesó que el autor de la hoja, “Us presentem al general Franco”, era Jordi Pujol, que fue detenido el día 22 y torturado y condenado en consejo de guerra a siete años de prisión. También fue detenido y torturado el impresor Francesc Pinzón que había imprimido la hoja de denuncia del franquismo redactada por Pujol.
Un grupo de cien catalanistas cristianos se concentraron en el patio del palacio episcopal de Barcelona, para pedir al obispo Gregorio Modrego que hiciera gestiones a favor de Jordi Pujol. También el abad de Montserrat, Aureli Mª Escarré, envió un telegrama al ministro de la Gobernación para protestar por la acción de la policía: “Lamento torturas infringidas por la policía y que eso haya sido el epílogo de la estancia del jefe de Estado en Barcelona”.
Esta protesta tuvo un eco internacional (The New York Times dio la noticia de estos hechos, a partir del telegrama del abad Escarré) que es lo que pretendían los jóvenes cristianos antifranquistas y catalanistas, ya que así se daba a conocer la crueldad de la dictadura del general Franco, que ante esta protesta abandonó Cataluña dos días antes de lo que tenía previsto.
Así, después de la protesta por el caso Galinsoga, el verano de 1959, los Fets del Palau de la Música demostraron la fuerza de la oposición catalanista al Régimen, con la participación destacada de los movimientos de cristianos de base como Crist Catalunya o Cristians Catalans.