"No impone. No utiliza la violencia. No se justifica. No condena. Pregunta, porque quiere saber" Lucía Caram, tras volver de Ucrania (y ver al Papa): "Francisco está lúcido, fuerte y con ganas de trabajar. Tenemos Papa para rato"

La alegría del Evangelio es la que anima cada uno de mis pasos en estos tiempos en los que la “caridad de Cristo” nos apremia, como decía San Pablo. Nos apremia a salir al encuentro de los que sufren y a ofrecerles escucha, consuelo, ayuda, proximidad.

Luego de vivir una semana en un país en guerra y de convivir con los heridos, los huérfanos, las viudas, los ancianos que lo han perdido todo, cabe un tiempo de silencio y oración para elaborar el impacto de tanto sufrimiento y destrucción que apalea a tantas personas inocentes.

Tocar sus heridas y sentir que el propio corazón sangra de impotencia, rebeldía, ¡impotencia! nones fácil de asumir.

Y después de eso volar a Roma para compartir con el Papa los latidos de mi corazón herido, golpeado y muy inquieto, siento la fuerza del Evangelio y el mandato imperioso de asumir nuevamente y con renovada ilusión la causa humanitaria de una guerra cruel.

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Vi un Papa que escucha, acoge y que sufre el impacto de la guerra y las miserias de la humanidad en su corazón. Le vi fuerte, sereno, firme, incansable y tozudamente tierno y cercano a todo el dolor y a todas las inquietudes que le presentan.

Francisco se parece a Jesús. Es profundamente humano y tiene a la vez un espíritu evangélico que le mantiene joven, decidido y valiente.

No impone. No utiliza la violencia. No se justifica. No condena. Pregunta, porque quiere saber.

Se emociona y le ves sufrir con los relatos de la guerra, de la pobreza, de las injusticias, pero quiere profundizar para orar y para buscar soluciones o al menos para aliviar el dolor.

La barca de Pedro, está zarandeada y las tormentas internas y del mundo la someten constantemente a prueba. Pero la certeza de que es Jesús quien está en la barca aguantando los envites de las olas y los azotes del temporal, dan a Francisco una serenidad que se contagia y que te confirma en la fe.

Salgo del encuentro con el Papa con la urgencia de amar y servir, y con la certeza que nada puede anteponerse al amor que es escucha, acogida y servicio, y que en mi caso personal, es el reto a ser fiel al compromiso asumido con mi comunidad de hermanas monjas y de laicos.

Vamos a seguir al lado de los más vulnerables y vamos a seguir al lado de la martirizada Ucrania.

Cuento con vosotros. Contamos con todos. En la ardua tarea de ser constructores de paz, nadie sobra y todos somos necesarios.

Próxima estación: Misa de acción de gracias por los 10 años del pontificado del Papa Francisco y por la PAZ.

El 12 de diciembre a las 19 hs en la Sagrada Familia de Barcelona, presidida por el Cardenal Omella y con un mensaje del Papa. Misa que se transmitirá por el Canal internacional de TVE y por La2.

Vamos a ofrecer al Papa un Hospital de Campaña que vamos a comprar entre todos. Se puede colaborar y participar enviando mensaje a info@unidosporlapaz.es +34 657 130 969

Amigos, una buena noticia, Francisco está lúcido, fuerte y con ganas de trabajar. Tenemos Papa para rato