El acceso al voto de no obispos, una "reforma conveniente" Luis Manuel Romero: "Si hemos hecho un camino juntos, es de lógica que todos juntos hagamos el proceso de discernimiento como Iglesia universal"
"Este camino sinodal me ha enseñado a valorar más que somos un pueblo de Dios, llamados a vivir la comunión entre nosotros, subrayando la vinculación con el que ahora es “Pedro” en la Iglesia, que es el papa Francisco"
"Como Secretario del Equipo Sinodal de la CEE he tenido la oportunidad, desde que se convocó el Sínodo sobre la sinodalidad, de experimentar la riqueza que supone caminar juntos, pastores, vida consagrada y laicos"
"Me gustaría que esta reforma se concibiera no sólo desde el poder, sino desde el servicio y la pretensión de no imponer nuestras ideas, para así discernir entre todos por donde quiere el Espíritu Santo guiar a la Iglesia en los años venideros"
"Me gustaría que esta reforma se concibiera no sólo desde el poder, sino desde el servicio y la pretensión de no imponer nuestras ideas, para así discernir entre todos por donde quiere el Espíritu Santo guiar a la Iglesia en los años venideros"
| Luis Manuel Romero Sánchez, Secretario de Equipo Sinodal de la CEE
Este camino sinodal me ha enseñado a valorar más que somos un pueblo de Dios, llamados a vivir la comunión entre nosotros, subrayando la vinculación con el que ahora es “Pedro” en la Iglesia, que es el papa Francisco. Por eso, en primer lugar, comparto la decisión tomada por el papa Francisco de que en la próxima Asamblea General Ordinaria del Sínodo de Obispos (4-29 de octubre 2023), puedan participar también un grupo de sacerdotes, vida consagrada, y laicos y laicas, con derecho a voz y a voto.
También, como Secretario del Equipo Sinodal de la CEE he tenido la oportunidad, desde que se convocó el Sínodo sobre la sinodalidad, de experimentar la riqueza que supone caminar juntos, pastores, vida consagrada y laicos. Hemos hecho un proceso a nivel diocesano, nacional y continental en el que todos, sintiéndonos Iglesia, hemos podido escucharnos, dialogar con libertad y llegar a consensos desde el discernimiento espiritual. Desde ahí, yo calificaría esta decisión como una reforma conveniente, puesto que si hemos hecho un camino juntos, ahora también es de lógica que todos juntos hagamos el proceso de discernimiento como Iglesia universal.
Por último, me gustaría que esta reforma se concibiera no sólo desde el poder, sino desde el servicio y la pretensión de no imponer nuestras ideas, para así discernir entre todos por donde quiere el Espíritu Santo guiar a la Iglesia en los años venideros.
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