"El libro 'Mino' es una guía de mi itinerario artístico, pastoral y espiritual" Maximino Cerezo: "Se me ha llamado 'pintor de la liberación' y su influencia es manifiesta en mi obra"
"El libro reproduce y documenta gran parte de mi obra mural, de caballete, tablero y digital. La versión salmantina ha sido cuidadosamente revisada por Fran Ros, de producciones Asisi, Valencia"
"Antes de esta publicación el conjunto de mi obra ha estado disponible gratuitamente en la red, con buena resolución, y en impresión digital (ASSISI, 2010)"
"En ese ambiente se continuaba y se profundizaba mi vieja amistad con Pedro Casaldáliga, claretiano, iniciada en España en los años sesenta del pasado siglo. Él en el Mato Grosso de Brasil, a orillas del Araguaia, yo en la ribera del río Huallaga, en el oriente peruano"
"La mayor parte de mi obra es de carácter religioso, expresiva, figurativa, intentando poner al alcance de todos el mensaje, la Buena Noticia de Jesús"
"En ese ambiente se continuaba y se profundizaba mi vieja amistad con Pedro Casaldáliga, claretiano, iniciada en España en los años sesenta del pasado siglo. Él en el Mato Grosso de Brasil, a orillas del Araguaia, yo en la ribera del río Huallaga, en el oriente peruano"
"La mayor parte de mi obra es de carácter religioso, expresiva, figurativa, intentando poner al alcance de todos el mensaje, la Buena Noticia de Jesús"
El libro Mino, recientemente publicado en Salamanca en tamaño A4, por iniciativa de Emiliano Tapia y sus comunidades, es la versión española del editado hace tres años por la Comunita de Via Gagio, de Lecco, Italia. Ha sido traducido por el profesor Pascual Riesco y su edición ha estado a cargo de reprografía Signo. El texto es de Angelo Cupini y Emmanuele Pizardi.
El libro reproduce y documenta gran parte de mi obra mural, de caballete, tablero y digital. La versión salmantina ha sido cuidadosamente revisada por Fran Ros, de producciones Asisi, Valencia. Tanto Angelo Cupini como Fran Ros tienen en sus archivos, constantemente actualizados, toda mi obra. Las fotografías de los murales de Sâo Félix do Araguaia son de José María Concepción. Fueron inicialmente publicadas en Murais da Libertaçâo, con Presentación de Leonardo Boff y comentarios-poemas de Pedro Casaldáliga.
Antes de esta publicación el conjunto de mi obra ha estado disponible gratuitamente en la red, con buena resolución, y en impresión digital (ASSISI, 2010), siendo reproducida innumerables veces en especial en publicaciones pastorales impresas y digitales. La obra de pintura y dibujo ha sido objeto de estudios en una docena de tesis académicas, entre las que destacaría los estudios de Jesús Martínez , Alex Carrascosa y la tesis doctoral de Sara Fabre, orientada por Mario Sartor, e estudioso del arte latinoamericano. Fue editada por la Universidad de Udine, con el título 'Un viaggi latinoamericano, Maximino Cerezo Barredo: uomo, artista, missionario, 2012'.
Creo que el libro es una guía de mi itinerario artístico, pastoral y espiritual, y que da a conocer gran parte de mi obra en América Latina y en Europa. Llegué a Perú en 1970, con un pequeño grupo de compañeros claretianos, en un momento en que se estaba consolidando la reflexión teológica de la liberación por impulso de Gustavo Gutiérrez, y otros teólogos de la talla de Segundo Galilea, Enrique Dussel, Ignacio Ellacuría, Jon Sobrino, Leonardo y Clodovis Boff, y los escritos y la vida de Pedro Casaldáliga, entre otros.
Se me ha llamado “pintor de la liberación”. Reconozco que en mi obra es manifiesta la influencia del pensamiento teológico de la época expresándose en la práctica eclesial, en innumerables encuentros de reflexión y en contactos personales y equipos pastorales en los que participada. La visión pastoral de la realidad, desde la opción de los pobres, exigía un nuevo lenguaje. Se vivía, en frase de Boff, una revolución espiritual.
En ese ambiente se continuaba y se profundizaba mi vieja amistad con Pedro Casaldáliga, claretiano, iniciada en España en los años sesenta del pasado siglo. Él en el Mato Grosso de Brasil, a orillas del Araguaia, yo en la ribera del río Huallaga, en el oriente peruano.
El año 1977 después de un curso de renovación pastoral en Medellín, promovido por el CELAM, visité por primera vez la Prelacia en momentos muy difíciles para Pedro y sus colaboradores, perseguidos por agentes de la Dictadura militar dominante en el país desde los años sesenta. En esa oportunidad pinté en la catedral de Sâo Félix el mural, muchas veces reproducido, primero de una serie de once pinturas murales realizadas en diferentes lugares de la Prelazia.
El tema de los murales era sugerido por Pedro y en ocasiones por las comunidades. Con quienes veía los bocetos y el plan de trabajo. Siempre fueron iluminadores sus comentarios por su sensibilidad de poeta, su conocimiento de la realidad y su visión de Pastor y Profeta. Compañeros claretianos de “caminada” en estos años fueron los claretianos Teófilo Cabestrero, José María Vigil, autor con Casaldáliga de Espiritualidad de Liberación, director de la web Koinonia y la Agenda Latinoamericana, Gonzalo María de la Torre, biblista colombiano, su equipo de Evangelización del Atrato, Gonzalo Mateo del Equipo de Costa Abajo, de Panamá, quienes inspiraron y creamos muchos subsidios populares desde el Taller de Materiales de Evangelización, un proyecto pastoral que unía el mensaje de la Palabra con la fuerza expresiva de la imagen contextualizada.
La mayor parte de mi obra es de carácter religioso, expresiva, figurativa, intentando poner al alcance de todos el mensaje, la Buena Noticia de Jesús. En los últimos años, sin renunciar a la pintura de carácter figurativo he incursionado en el mundo de la abstracción, como el mural del Colegio Mayor Alcalá de Madrid y otras numerosas obras en tela y en papel.
Etiquetas