(Antonio Aradillas)- La Iglesia en general debiera estar permanentemente sometida a un serio y actualizado examen de teología, con cuantos aspectos y compromisos exige y reclama su constitución al servicio del pueblo de Dios. Los Papas, los obispos, la Curia Romana, organismos e instituciones, ideas, programas y comportamientos ético-morales ... son -debieran ser-, sujetos y objetos de sucesivas pruebas, análisis, vigilancias, escrutinios y reconocimientos a la luz de de la crítica -"krinein", adoctrinada y vivida por Cristo Jesús. Órdenes y Congregaciones Religiosas, en la pluralidad de formulaciones y modalidades, previo el reconocimiento y proyección populares, con preferente mención para el Opus Dei, siempre noticia, y más en vísperas de nuevas beatificaciones-canonizaciones, con perfiles y rasgos polémicos, no permanecerán exentos del correspondiente y preceptivo examen teológico.
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